Blog por: Cuauhtémoc Valdiosera R.
Director Ejecutivo del CEDIC
Inteligencia para todos
¿ Qué es la Inteligencia Colectiva ?
La Inteligencia Colectiva está considerada
como el siguiente paradigma de la cibercultura.
La emergencia de la Inteligencia Colectiva es producto de la evolución digital, dentro un
nuevo entorno tecnológico conformado por seres humanos, dispositivos ubicuos y
redes de todo tipo, entrelazados entre sí formando conexiones y sinápsis, cada
vez más complejas en el creciente sistema nervioso digital global.
Según Pierre Levy « Es una inteligencia repartida en todas
partes, valorizada
constantemente, coordinada y movilizada en tiempo real, que conduce a una
realización efectiva de las competencias »
En la Inteligencia Colectiva el contexto virtual se enriquece con la idea del diálogo y cooperación, cuyo resultado es un saber enriquecido por las individualidades de cada participante.
¿ Por qué la importancia de la Inteligencia Colectiva?
La
inteligencia colectiva rompe con el individualismo, es parecida a la
construcción de un cerebro digital comunitario.
Por
lo tanto es necesario
propiciar el uso de la inteligencia colectiva como base de la sociedad del conocimiento.
Ya se reconoce de manera oficial a la
Inteligencia Colectiva como un nuevo campo de investigación interdisciplinario y
multidisciplinario que abarca todos los campos del conocimiento.
El fundamento y el objetivo de la Inteligencia Colectiva es el reconocimiento y el enriquecimiento mutuo de las
personas, y no el culto de comunidades fetichizadas o magnificadas.
Perspectivas y alcances de la Inteligencia Colectiva
La
multidisciplinariedad ayuda a la multitud inteligente, ya que todos
aportan y todos retroalimentan en un proceso acumulativo y adaptativo que
evoluciona y se trasciende a sí mismo.
La inteligencia colectiva
genera por lo tanto nuevas formas de organización y activismo, que trascienden
a lo digital.
Surgen así los llamados Colectivos Inteligentes. Grupos que se comportan de forma inteligente,
coordinada, para ejecutar acciones específicas de manera eficiente.
El concepto aceptado de Inteligencia Colectiva se refiere a la
suma de inteligencias personales formando un sistema colaborativo inclusivo, el
cual suma el conocimiento de varios individuos con el propósito de generar un
conocimiento colectivo que es simplemente liberado en una democracia virtual.
¿Qué se busca con la Inteligencia Colectiva?
Crear ante
todo colectivos inteligentes.- Cuanto
antes los grupos humanos se constituyan en colectivos y/o redes inteligentes,
con sujetos cognitivos abiertos, capaces de iniciativa, de imaginación y de
reacciones rápidas, tanto mejor lograrán pensar y elaborar soluciones prácticas
para los problemas complejos de la vida actual.
Ver
la Inteligencia Colectiva como producto sinérgico de todas las perspectivas dentro de un diálogo
constructivo.
Desarrollar herramientas, técnicas y procesos para aumentar capacidades de crear, colaborar e innovar de forma cada vez más inteligente.
La
integración de un alto orden en el Ser/Hacer de individuos y comunidades.
La
formación de equipos de trabajo, en una dinámica de grupos eficaz, bajo esquemas
funcionales de Inteligencia Colectiva.
Una nueva revolución educativa
CON NUEVAS
FORMAS COLECTIVAS DE EDUCACIÓN:
Fundamentalmente por que la Inteligencia Colectiva:
- Crea
comunidades de aprendizaje virtuales efectivas.
- Contrarresta el mal uso de las redes
sociales.
- Fomenta una nueva relación entre el saber
y el aprender.
- Coopera eficazmente en potenciar el
desarrollo de la inteligencia educativa en las escuelas.
Transforma así las formas de acumular y transmitir conocimientos útiles a través de nuevos entornos tecnológicos
Transforma así las formas de acumular y transmitir conocimientos útiles a través de nuevos entornos tecnológicos
Campos de estudio para el desarrollo de la Inteligencia Colectiva.
Particularmente interesa estudiar los patrones de trabajo cooperativo global.
Investigar por qué ciertos grupos funcionan y otros no.
Comparar lo que dice la teoría de la organización con lo que me dicen las simulaciones con sistemas multiagente.
Preguntarse por qué determinada estructura de los agentes en una red permite que aprendan y otras no... Ese es el reto.
Investigar por qué ciertos grupos funcionan y otros no.
Comparar lo que dice la teoría de la organización con lo que me dicen las simulaciones con sistemas multiagente.
Preguntarse por qué determinada estructura de los agentes en una red permite que aprendan y otras no... Ese es el reto.
Creo que ahora mismo, por el tipo de complejidad que hemos generado, habría que apostar más por propiciar estos cambios de trabajo colaborativo de manera masiva y conseguir que vayan más allá de la sabiduría grupal.
El futuro de las organizaciones humanas eficientes estará sin duda alguna, basado fundamentalmente en el uso de herramientas y metodologías de Inteligencia Colectiva para su adecuado desarrollo en el nuevo entorno tecnológico.
Y no podía faltar la referencia sobre el tema de parte de la popularísima Wikipedia, uno de los ejemplos de inteligencia colectiva más conocidos, conformada por la participación de cientos de miles de personas, en todos los idiomas aportando y recibiendo conocimiento en un ambiente virtual
La inteligencia colectiva es una forma de inteligencia que surge de la colaboración y concurso de muchos individuos o seres vivos de una misma especie. Hoy es un término generalizado de la cibercultura o la sociedad del conocimiento. Aparece en una amplia variedad de formas de toma de decisiones consensuada en bacterias, animales, seres humanos y computadoras. Kropotkin es un referente temprano en su obra El apoyo mutuo, al referirse a la inteligencia colectiva de pequeños animales e insectos como abejas u hormigas.
Pero el estudio de la inteligencia colectiva puede ser considerado destacadamente dentro del subcampo de la Sociología, de las ciencias de la computación y del comportamiento de masas, un campo que estudia el comportamiento colectivo desde el nivel de quarks hasta el nivel de las bacterias, plantas, animales y sociedades humanas. Tal definición surge de los trabajos de Peter Russell (1983), Tom Atlee (1993), Pierre Lévy (1997), Howard Bloom (1995), Francis Heylighen (1995), Douglas Engelbart, Cliff Joslyn, Ron Dembo, Gottfried Mayer-Kress (2003) y otros teóricos. La inteligencia colectiva es mencionada como inteligencia simbiótica por Norman Lloyd Johnson. Mientras que Tom Atlee prefiere enfocarse en la inteligencia colectiva fundamentalmente en humanos y trabaja activamente sobre lo que Howard Bloom llamó "el CI grupal". Atlee percibe que la inteligencia colectiva puede ser fomentada "para superar el 'pensamiento de grupo' y los sesgos cognitivos individuales para permitir a un colectivo cooperar en un proceso mientras alcanza un rendimiento intelectual mejorado".
Pero el estudio de la inteligencia colectiva puede ser considerado destacadamente dentro del subcampo de la Sociología, de las ciencias de la computación y del comportamiento de masas, un campo que estudia el comportamiento colectivo desde el nivel de quarks hasta el nivel de las bacterias, plantas, animales y sociedades humanas. Tal definición surge de los trabajos de Peter Russell (1983), Tom Atlee (1993), Pierre Lévy (1997), Howard Bloom (1995), Francis Heylighen (1995), Douglas Engelbart, Cliff Joslyn, Ron Dembo, Gottfried Mayer-Kress (2003) y otros teóricos. La inteligencia colectiva es mencionada como inteligencia simbiótica por Norman Lloyd Johnson. Mientras que Tom Atlee prefiere enfocarse en la inteligencia colectiva fundamentalmente en humanos y trabaja activamente sobre lo que Howard Bloom llamó "el CI grupal". Atlee percibe que la inteligencia colectiva puede ser fomentada "para superar el 'pensamiento de grupo' y los sesgos cognitivos individuales para permitir a un colectivo cooperar en un proceso mientras alcanza un rendimiento intelectual mejorado".
George
Pór definió el fenómeno de la inteligencia colectiva como "la capacidad de
las comunidades humanas de evolucionar hacia un orden de una complejidad y
armonía mayor, tanto por medio de mecanismos de innovación, como de
diferenciación e integración, competencia y colaboración."1
Tom Atlee y George Pór sostienen que "la inteligencia colectiva también
involucra alcanzar un foco de atención único y un estándar de métrica que
provee un umbral apropiado de acción". Su aproximación surge en la
metáfora de la comunidad científica.
Conceptos generales
Howard
Bloom rastrea la evolución de la inteligencia colectiva desde los días de
nuestros ancestros bacterianos, hace 3,5 mil millones de años, y demuestra cómo
una inteligencia de multi-especies ha funcionado desde el comienzo de la vida.2
De
otra parte, Tom Atlee y George Pór afirman que mientras la teoría de grupo y la
inteligencia artificial tiene algo que
ofrecer, el campo de la inteligencia colectiva debe ser visto como
primordialmente una empresa humana. Según este punto de vista, la
maximización de la inteligencia colectiva depende de la habilidad de una
organización para aceptar y desarrollar "la sugerencia dorada," que
es cualquier contribución potencialmente útil de cualquier miembro. A menudo,
el pensamiento de grupo obstaculiza a la inteligencia colectiva al limitar las
contribuciones a una selección de pocos individuos o al filtrar sugerencias
potenciales sin desarrollarlas completamente.
Por
otra parte, Francis Heylighen, Valerie Turchin y Gottfried Mayer-Kress ven la
inteligencia colectiva a través de la ciencia de la computación y de la
cibernética. Howard Bloom resalta que las adaptaciones biológicas que han
modificado a la mayoría de los seres vivos del planeta en componentes de lo que
llama "una máquina que aprende". Mientras que, Peter Russell,
Elisabet Sahtouris y Barbara Marx Hubbard se inspiran en las ideas detrás de la
noosfera,
una inteligencia colectiva trascendente que evoluciona rápidamente.
Historia
Un
precursor temprano del concepto de inteligencia colectiva se encuentra en la
observación del entomologo William Morton Wheeler que señala que individuos
aparentemente independientes pueden cooperar tan cercanamente como para
volverse indistinguibles de un solo organismo. En 1911, Wheeler observó este
proceso colaborativo en su trabajo con las hormigas que actuaban como las
células de un solo animal con una mente colectiva. A esta gran criatura que
parecía formar la colonia la llamó "superorganismo".
En
1912, Émile Durkheim identificó a la sociedad como el
recurso único del pensamiento lógico humano. Argumenta que la sociedad
constituye una inteligencia mayor porque trasciende al individuo en espacio y
tiempo.3
En la Web 2.0
El
concepto de inteligencia colectiva se ve impulsado con las nuevas tecnologías
de la información y la comunicación, especialmente con Internet. Con la Web 2.0
aparecen nuevas formas de relacionarse, en las que los consumidores pasan a ser
también creadores, como consecuencia de una gran facilidad para la aportación
de información. Existe, por tanto, una gran libertad para aportar contenidos en
la red, y así los propios consumidores pueden construir contenidos colaborando
entre ellos, aportando nuevos datos, corrigiendo, ampliando, etc. Esta nueva
oportunidad que ha brindado la web 2.0 ha derivado en la creación de espacios
dedicados exclusivamente a la creación de contenidos a través de una
inteligencia colectiva, como es el caso de Wikipedia.
Sin embargo, existen también controversias en este campo. Hugo Pardo Kuklinski
expone el peligro de la aparición de <<imprecisiones intelectuales>>,
debido a esta total libertad para aportar nuevos contenidos o modificarlos, de
esta manera <<se sitúa en el mismo nivel a escritores amateur y
profesionales>>.4
En
contrapartida a este argumento, otros destacan la importancia de la ampliación
del saber, donde todos pueden aportar algo que haga crecer la inteligencia
colectiva, ampliar los puntos de mira y no quedarse tan sólo con las
aportaciones de los profesionales. Al mismo tiempo esta inteligencia colectiva
se mantiene en constante revisión por los mismos consumidores, que van
actualizando la información, ampliándola y corrigiéndola.
- Consciencia colectiva
- Crowdsourcing
- Estigmergia
- Conectividad
- Inteligencia colaborativa
- Inteligencia de enjambre
- Meme
- Noocracia
- Noosfera
- Sabiduría de los grupos
- Sistema de recomendación
- Smartmob
- Software colaborativo
- Wiki
Referencias
- ↑ George Pór, Blog of Collective Intelligence
- ↑ Howard Bloom, 'Global Brain: The Evolution of Mass Mind from the Big Bang to the 21st Century', 2000
- ↑ Émile Durkheim, Las formas elementales de la vida religiosa, 1912.
- ↑ Extraído de: Planeta web 2.0. Inteligencia colectiva o medios fast food. Capítulo 1, punto 2, página 29.
Bibliografía
- Sun, Ron, (2006). "Cognition and Multi-Agent Interaction". Cambridge University Press.
- Brown, Philip and Hugh Lauder (2001), "Collective intelligence", chapter 13 in Brown & Lauder, Capitalism and social progress: the future of society in a global economy. Palgrave
- Cobo Romaní, Cristóbal; Pardo Kuklinski, Hugo. 2007. Planeta Web 2.0. Inteligencia colectiva o medios fast food. Grup de Recerca d'Interaccions Digitals, Universitat de Vic. Flacso México. Barcelona / México DF.
Enlaces externos
- La inteligencia colectiva según la Revista Iberoamericana de Educación, Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
- Centro dedicado a la inteligencia colectiva del MIT
- Manual de Inteligencia colectiva del MIT
- Instituto de Co-inteligencia
- Manejo de la inteligencia colectiva hacia una nueva gobernanza corporativa
- Prediction Markets Cluster - consorcio industrial no-comercial y sin fines de lucro sobre inteligencia colectiva
- Cultivating Society's Civic Intelligence Doug Schuler. Journal of Society, Information and Communication, vol 4 No. 2.
- Information, Éthique Rationnelle et Intelligence Collective
- Monitor de Inteligencia Colectiva Servidores de Inteligencia Col
Inteligencia colectiva
November 22, 2010.
La inteligencia colectiva se puede definir
como la habilidad para compartir o combinar los conocimientos de un grupo para
crear una visión más amplia y completa. ¿Cómo podemos aplicarla dentro de
nuestra estrategia de colaboración? Como dijo Pierre Levy, “Nadie lo sabe todo, todos saben algo“,
es decir, no importa lo mucho que sepa un individuo o su inteligencia, los
conocimientos e inteligencia sumada de todos los miembros de un equipo siempre
será mayor y más efectiva, sobre todo porque permite “rellenar los vacíos“que
implica necesariamente la individualidad. Entonces, ¿cómo podemos usar la
inteligencia colectiva para mejorar y desarrollar algo similar a una inteligencia “colaborativa”?
Mientras un plan de colaboración planificado y organizado facilitará y
aumentará la eficiencia de nuestro equipo al asignar a cada uno la tarea más
acorde con su preparación y conocimientos, el conocimiento colectivo animará a ayudar, participar, comunicar,
compartir y colaborar convirtiendo lo implícito hacia lo explícito.
Diagrama de la Inteligencia Colectiva
Si la colaboración sólo se centra en compartir datos, información, archivos, workflow y trabajo en equipo, seguramente estamos dejando atrás un elemento trascendental, aquel que alcanzamos cuando conseguimos que nuestro equipo no sólo colabore unido añadiendo sus tareas y metas al objetivo común, sino haciéndoles compartir sus conocimientos de modo que se construya una comunidad de práctica. En ese punto conseguiremos un compromiso, pensamiento global, mejora de las competencias, experiencias, dinámica y al fin, todos los vacíos serán cubiertos; tendremos un equipo de inteligencia colaborativa que facilita la mejor información, planificación , cualidades, habilidades y preparación.
Si la colaboración sólo se centra en compartir datos, información, archivos, workflow y trabajo en equipo, seguramente estamos dejando atrás un elemento trascendental, aquel que alcanzamos cuando conseguimos que nuestro equipo no sólo colabore unido añadiendo sus tareas y metas al objetivo común, sino haciéndoles compartir sus conocimientos de modo que se construya una comunidad de práctica. En ese punto conseguiremos un compromiso, pensamiento global, mejora de las competencias, experiencias, dinámica y al fin, todos los vacíos serán cubiertos; tendremos un equipo de inteligencia colaborativa que facilita la mejor información, planificación , cualidades, habilidades y preparación.
En
cierto modo, se trata de convertir el cómo administrar el conocimiento en un
cómo compartir el conocimiento entre los participantes, además de
conseguir que nuestro equipo coopere y se comunique activamente. Ahora bien, no
podemos olvidar la
inteligencia emocional, en cada equipo siempre suele haber un
individuo dotado especialmente para ella y debemos contar con él para ayudarnos
a desarrollar la capacidad de colaboración e interacción de los demás.
Diagrama
de Olga Generozova
La individualidad
puede ser un problema, por supuesto, ya que no todos los participantes en
nuestro equipo pueden estar dispuestos a compartir ni todos tienen el mismo
valor o conocimientos, de modo que lo más preparados o mejor formados pueden
reclamar una mayor recompensa o valoración, pero debemos tener en cuenta que
desde un principio, al formar nuestro equipo, debemos seleccionar con cuidado a
los integrantes no sólo por su currículum o experiencia, sino también por su capacidad de trabajar en equipo,
comunicarse y compartir con otros.
Así
que otro paso más hacia una colaboración exitosa implica una inteligencia
colaborativa, el conocimiento que nos permite comprometernos a compartir lo que
sabemos, lo que es tácito o está implícito en las tareas que hacemos y de algún
modo, es difícil para nosotros compartir con colegas.
¿Estarías
tú dispuesto a compartir tus conocimientos y a trabajar en un entorno que
implicase ese nivel de colaboración?
Demostrada la existencia de la inteligencia
colectiva
Google. Wikipedia. Threadless. All are exemplars of collective intelligence in action. Two of them are famous. The third is getting there.
La cooperación eficiente depende del tipo de interacción grupal y del número de mujeres en cada equipo
La inteligencia colectiva existe, señala un estudio realizado por científicos del MIT. La capacidad de trabajar en grupo de manera eficiente depende, según los investigadores, de la dinámica de funcionamiento del grupo. Esta dinámica, a su vez, estaría en función de la “sensibilidad social” de los miembros de cada equipo, entendida como tal la capacidad de ser flexibles en la asignación de ocupaciones y de hacer partícipes a todos los miembros en la resolución de los desafíos. En la investigación se reveló, asimismo, que la presencia de mujeres en los grupos resulta fundamental para que se dé un rendimiento colectivo óptimo. Por Yaiza Martínez.
Fuente: Christine Daniloff. MIT.
El todo puede ser mayor que la suma de sus partes en lo
que a inteligencia se refiere, revela un estudio realizado por investigadores
del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT),
en Estados Unidos.
En la investigación, los científicos lograron demostrar que existe una inteligencia colectiva en grupos de personas que cooperan bien juntas, y que dicha inteligencia supera las capacidades cognitivas individuales de cada miembro de esos grupos.
Por otro lado, el estudio también constató que la tendencia a cooperar eficientemente está relacionada con el número de mujeres presentes en cada grupo de trabajo.
Medición de la inteligencia grupal
Hasta ahora, numerosos especialistas habían sostenido que la capacidad de los individuos de rendir en diversas tareas cognitivas demostraba la existencia de un nivel de inteligencia individual mensurable.
Según publica el MIT en un comunicado, los investigadores de dicho Instituto aplicaron este mismo principio de medición de las capacidades intelectuales a pequeños equipos de personas.
Así, descubrieron que si los equipos presentaban el tipo adecuado de dinámica o funcionamiento interno, podían desempeñar bien una amplia gama de asignaciones. Este descubrimiento tendría potenciales aplicaciones en empresas y otras organizaciones, señalan los investigadores.
Thomas W. Malone, co-autor de la investigación y profesor de gestión en la Sloan School of Management del MIT, afirma que lo que se ha descubierto es que existe una eficiencia general, una inteligencia colectiva grupal, a partir de la que se puede predecir el rendimiento del grupo en situaciones diversas.
Dicha efectividad depende de la capacidad de trabajar en grupo que presente cada equipo.
Importancia de la sensibilidad social
Concretamente, serían aquellos grupos de personas que presentan altos niveles de “sensibilidad social” los más inteligentes como colectivo. Como sensibilidad social entienden los investigadores la buena disposición para ser flexibles en la asignación de ocupaciones y para que los todos los miembros del equipo puedan aplicar sus habilidades a cualquier desafío presentado.
En la investigación, los científicos lograron demostrar que existe una inteligencia colectiva en grupos de personas que cooperan bien juntas, y que dicha inteligencia supera las capacidades cognitivas individuales de cada miembro de esos grupos.
Por otro lado, el estudio también constató que la tendencia a cooperar eficientemente está relacionada con el número de mujeres presentes en cada grupo de trabajo.
Medición de la inteligencia grupal
Hasta ahora, numerosos especialistas habían sostenido que la capacidad de los individuos de rendir en diversas tareas cognitivas demostraba la existencia de un nivel de inteligencia individual mensurable.
Según publica el MIT en un comunicado, los investigadores de dicho Instituto aplicaron este mismo principio de medición de las capacidades intelectuales a pequeños equipos de personas.
Así, descubrieron que si los equipos presentaban el tipo adecuado de dinámica o funcionamiento interno, podían desempeñar bien una amplia gama de asignaciones. Este descubrimiento tendría potenciales aplicaciones en empresas y otras organizaciones, señalan los investigadores.
Thomas W. Malone, co-autor de la investigación y profesor de gestión en la Sloan School of Management del MIT, afirma que lo que se ha descubierto es que existe una eficiencia general, una inteligencia colectiva grupal, a partir de la que se puede predecir el rendimiento del grupo en situaciones diversas.
Dicha efectividad depende de la capacidad de trabajar en grupo que presente cada equipo.
Importancia de la sensibilidad social
Concretamente, serían aquellos grupos de personas que presentan altos niveles de “sensibilidad social” los más inteligentes como colectivo. Como sensibilidad social entienden los investigadores la buena disposición para ser flexibles en la asignación de ocupaciones y para que los todos los miembros del equipo puedan aplicar sus habilidades a cualquier desafío presentado.
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Según Malone, “la sensibilidad social estaría relacionada
con la capacidad de los miembros del grupo para percibir las emociones del
resto de los miembros. En los grupos donde una persona es más dominante que las
demás, la inteligencia colectiva es menor que en aquellos equipos donde los
turnos de conversación están mejor distribuidos”.
Por otro lado, los grupos sometidos al estudio que contaron con un mayor número de mujeres demostraron tener una mayor sensibilidad social y, en consecuencia, una mayor inteli gencia colectiva, en comparación con los grupos que contuvieron menos mujeres.
Resultados obtenidos
Para llegar a todas estas conclusiones, los investigadores realizaron dos estudios que consistieron en organizar a 699 personas en grupos de entre dos y cinco individuos para que realizaran tareas diversas: desde resolver puzzles hasta llevar a cabo negociaciones, tormentas de ideas o juegos.
Para registrar las interacciones de los participantes, los científicos equiparon a éstos con distintivos electrónicos portátiles diseñados por especialistas del Media Lab www.media.mit.edu/ del MIT. Estos dispositivos proporcionaron registros completos de los patrones de conversación de los grupos, revelando la tendencia de éstos a seguir turnos.
El análisis de todos los datos obtenidos reveló, en primer lugar, que el grado de inteligencia colectiva de los equipos supuso entre un 30 y un 40% de diferencia en la capacidad de rendimiento de éstos.
Por otra parte, los investigadores descubrieron que la eficiencia de los grupos no dependió de las habilidades individuales de sus miembros. Para determinar este punto, muchos de los participantes también realizaron tareas similares a las asignadas a los grupos, pero por separado. Su media de inteligencia individual no predijo de manera significativa la eficacia de los equipos a los que pertenecían.
Por último, los datos revelaron que el nivel de inteligencia colectiva era equivalente a la proporción de mujeres en cada equipo. Según los investigadores, esto no significa que no haya hombres con habilidades sociales superiores a algunas mujeres sino que, simplemente, las personas con mejores habilidades sociales son las que ayudan a aumentar el rendimiento grupal.
Aplicación en organizaciones
Los investigadores creen que los resultados obtenidos podrían aplicarse a muchos tipos de organizaciones y que sería muy interesante realizar pruebas para predecir cómo funcionarán ciertos equipos frente a los problemas que se puedan presentar en dichas organizaciones.
Además, según Malone, la investigación demuestra también que sería posible aumentar la inteligencia de los grupos de trabajo, bien cambiando a algunos miembros bien enseñando a los equipos la mejor manera de interactuar.
Por otro lado, los grupos sometidos al estudio que contaron con un mayor número de mujeres demostraron tener una mayor sensibilidad social y, en consecuencia, una mayor inteli gencia colectiva, en comparación con los grupos que contuvieron menos mujeres.
Resultados obtenidos
Para llegar a todas estas conclusiones, los investigadores realizaron dos estudios que consistieron en organizar a 699 personas en grupos de entre dos y cinco individuos para que realizaran tareas diversas: desde resolver puzzles hasta llevar a cabo negociaciones, tormentas de ideas o juegos.
Para registrar las interacciones de los participantes, los científicos equiparon a éstos con distintivos electrónicos portátiles diseñados por especialistas del Media Lab www.media.mit.edu/ del MIT. Estos dispositivos proporcionaron registros completos de los patrones de conversación de los grupos, revelando la tendencia de éstos a seguir turnos.
El análisis de todos los datos obtenidos reveló, en primer lugar, que el grado de inteligencia colectiva de los equipos supuso entre un 30 y un 40% de diferencia en la capacidad de rendimiento de éstos.
Por otra parte, los investigadores descubrieron que la eficiencia de los grupos no dependió de las habilidades individuales de sus miembros. Para determinar este punto, muchos de los participantes también realizaron tareas similares a las asignadas a los grupos, pero por separado. Su media de inteligencia individual no predijo de manera significativa la eficacia de los equipos a los que pertenecían.
Por último, los datos revelaron que el nivel de inteligencia colectiva era equivalente a la proporción de mujeres en cada equipo. Según los investigadores, esto no significa que no haya hombres con habilidades sociales superiores a algunas mujeres sino que, simplemente, las personas con mejores habilidades sociales son las que ayudan a aumentar el rendimiento grupal.
Aplicación en organizaciones
Los investigadores creen que los resultados obtenidos podrían aplicarse a muchos tipos de organizaciones y que sería muy interesante realizar pruebas para predecir cómo funcionarán ciertos equipos frente a los problemas que se puedan presentar en dichas organizaciones.
Además, según Malone, la investigación demuestra también que sería posible aumentar la inteligencia de los grupos de trabajo, bien cambiando a algunos miembros bien enseñando a los equipos la mejor manera de interactuar.
Pierre Lévy: “La Inteligencia Colectiva, nuestra más grande riqueza”
En: Sociólogos, Traducciones | 19 julio, 2007 | 23
El 23 de junio el diario
francés Le Monde
publicó
una interesante entrevista al sociólogo y filósofo tunesino Pierre Lévy en la
cual expone ideas concisas sobre el desarrollo e implicaciones de la inteligencia colectiva
en la sociedad a través de un medio como internet; además comenta a grandes
rasgos sobre su actual proyecto de investigación, el IEML (Information Economy Meta Language,
una lengua artificial concebida para ser simultáneamente manipulada por los
ordenadores y capaz de expresar los matices semánticos y pragmáticos de las
lenguas naturales.
El
director de la cátedra
de Inteligencia colectiva en la Universidad de Ottawa advierte que los
resultados obtenidos comúnmente por motores de búsqueda como Google o Yahoo!,
aunque satisfacen a sus usuarios, éstos se encuentran muy lejos de su óptima
explotación. Es por ello que su propuesta de una semántica
computacional al servicio de la inteligencia colectiva puede aportar un
gran servicio a la gestión de la memoria colectiva en el universo virtual.
Entrevista a Pierre Lévy. "La
inteligencia colectiva, nuestra más grande riqueza"
-Le
Monde: Desde principios de los años 90 usted creía en el potencial de internet.
¿Después de 20 años más tarde, cómo analiza la evolución de la red de redes?
-Pierre Lévy: La hipótesis que formulaba
en aquella época, cuando pocas personas utilizaban internet y cuando la web
comenzaba a nacer, era que la interconexión de ordenadores sería un vector de
perfecccionamiento y aumento de la inteligencia colectiva. Digo aumento antes
que creación porque la inteligencia colectiva es practicada por los seres
humanos desde que disponen de lenguaje y cultura. Sólo somos inteligentes
colectivamente gracias a los diferentes saberes transmitidos de generación en
generación. Sencillamente, internet es mucho más potente que la imprenta, la
radio o la televisión, porque permite una comunicación de tipo transversal
y una mejor explotación de la memoria colectiva.
-LM: ¿Eso explica la fama de la
actual expresión "inteligencia collectiva"?
-PL: En efecto, esa noción está trazando su
camino. Tomamos conciencia de ella porque se transforma a un ritmo observable
al interior de una misma generación. Antes las técnicas de inteligencia
colectiva permanecían estables de una generación a otra. Ahora hay un salto,
una aceleración. Es como un fondo que permanecía inmóvil y que hoy llega a ser
una forma que reacciona.
-LM: ¿Cómo repercute en los
actores sociales?
-PL: Lo que encuentro fascinante es que el
uso de internet para desarrollar la inteligencia colectiva no es exclusivo de
un grupo social en particular. Para las empresas o la administracione pública
el objetivo es crear un mejor valor. Ofrecer un servicio de manera más eficaz
al cliente o al ciudadano. Las ONG, las asociaciones y las redes sociales se
organizan mejor gracias a esas nuevas herramientas. Cada quien utiliza internet
de una forma diferente. Nuestro capital principal consta de lo que nos hace
capaces de construir y lo que sabemos. Lo dos están muy ligados. Se tiene el
interés de estudiar una de otras afin de actuar de una manera más eficaz. He
allí la toma de conciencia más importante: el valor está en el conocimiento.
-LM: ¿Hoy en día todo el mundo
puede realmente participar en la constitución del saber colectivo?
Para un nuevo modo de
producción y acceso al conocimiento es necesario un nuevo modo de mediación.
-PL: Diría que eso se produce en dos
niveles. Primero, para el contenido mismo del conocimiento con la creación
colectiva en línea con la ayuda de wikis, cuya Wikipedia es la representación
más conocida. Pero eso va más lejos todavía con la organización del contenido.
Comunidades se agrupan para describir contenido y permitir a otros acceder a
éste. Así no solamente todo el mundo se convierte en autor sino también en
prescriptor, organizador de la memoria colectiva, documentalista, crítico. En
suma todo el mundo se vuelve mediador. Para un nuevo modo de producción y
acceso al conocimiento es necesario un nuevo modo de mediación.
-LM: ¿Internet no es hoy una
inmensa biblioteca con libros amontonados en desorden?
-PL: En efecto, hacia finales del siglo
XVIII y sobre todo en el siglo XIX, aparecieron con la ficha de descripción de
libros (título, autor, contenido, signatura…) lo que hoy se denomina metadatos.
Éstos permiten navegar en el contenido. Hoy, lo que está en juego en internet
es la cuestión de los metadatos. Pocas personas han tomado la medida del reto
que eso representa.
Actualmente los motores de búsqueda utlizan
el texto como su propio metadato trabajando plenamente sobre el texto. Es una
inmensa regresión con respecto a todo el trabajo realizado desde hace dos o
tres siglos por los bibliotecarios y documentalistas. Un retorno a la
prehistoria. La razón consiste en la importancia del fenómeno. Muy a menudo las
bibliotecas estaban constituidas en una sola lengua y con una colección de
obras progresivamente acumuladas. Internet aporta una cantidad inmensa, muy
heterogénea, multilingüe. Existen hoy en día cientos de miles de millones de
organizaciones diferentes e incompatibles en datos. De ahí la complejidad
extrema del problema. Sin embargo para aumentar la inteligencia humana gracias
a internet debemos reducirlos.
-LM: ¿Es el objeto de su actual
trabajo?
-PL: Exactamente. Primero es necesario
tomar conciencia de la actual opacidad de internet. Los mejores motores de
búsqueda sólo toman entre el 10% y 20 % de su contenido. Gracias a la masa de
datos disponibles casi siempre se encuentra lo que se busca y uno está
satisfecho. Pero se permanece muy lejos de una óptima explotación. Me
preguntaba que hacía falta crear un lenguaje de descripción, un metalenguaje,
que pueda traducir las lenguas naturales y la clasificación de conceptos
(ontología en informática), pero que sea igualmente "calculable". En
efecto, los lenguajes naturales están hechos para ser manipulados por los
cerebros humanos y no por computadoras. Mi lenguaje, IEML (Information Economy Meta
Language), es reconocible y tratable por una máquina porque
es mucho más próximo al "lenguaje matemático" utilizado por los
ordenadores.
-LM: Usted trabaja desde hace
más de 15 años en ese lenguaje…
-PL: Sucede que es muy complicado de
inventar. De tanto que no existen ejemplos a seguir. Aparte de los fracasos
como el de la Caractérisque
universelle de Leibnitz, que desde luego no tenía ordenador…, o del
esperanto, que tenía la misma estructura que una lengua natural y suponía que
todo el mundo lo aprendiera.
En el caso del IEML, el usuario
final no tiene que aprenderlo. Él continuará trabajando en su lenguaje natural.
El IEML
intervendrá a un nivel subyacente. Sólo los ingenieros del conocimiento, los
arquitectos de la información, es decir los profesionales, lo utilizarán. En
efecto, es una lengua que no tiene semejanza en absoluto con la lengua natural.
Sin embargo, el IEML
tiene las características de una lengua natural, comprende los matices
semánticos, pero refiriéndose a un ordenador.
-LM: ¿Dónde y cómo imagina la
utilización del IEML
en la Web?
-PL:
Disponemos de un pequeño diccionario de 2000 términos. Lo desarrollamos
adaptándolo en dominios particulares. Trabajo, por ejemplo, con un colega de
HEC Montreal a fin de traducir el tesaurus de la American Economic Association.
Se trata de crear todas las palabras necesarias a los economistas para indexar
sus artículos. Nuestro motor de búsqueda será de esa manera mucho más eficaz a
la hora de navegar en la inmensa literatura económica. El lenguaje va a
desarrollarse en función de quienes decidan utilizarlo. Cada uno va a producir
metadatos según su propia cultura. No se trata pues en absoluto de una empresa
de estandarización. Simplemente evitar que en las diferencias no queden
barreras infranqueables. Cada disciplina deberá hacer un esfuerzo de
formalización de su saber pero, a plazos, se comprenderá la lengua del otro y
se hará comprender la suya, sin estudiar la lengua extranjera…
-LM:
¿Con ello que se descubrirá?
-PL: Se harán aparecer las dimensiones
geométricas del saber. En los viejos mapas geográficos de la Edad Media no
había espacios en blanco. Desde que se utilizaron las coordenadas geográficas,
los espacios en blanco aparecieron. IEML
va a crear un sistema de coordenadas del espacio semántico permitiendo
localizar lo desconocido, calcular las distancias entre significaciones. Eso no
fabricará nuevas ideas pero indicará relaciones inadvertidas, virtualidades. La
inteligencia colectiva coordinará el espacio semántico como coordina el espacio
terrestre. En el espacio semántico del IEML
no hay puntos de vista privilegiados. Las ideologías se vuelven simples
perspectivas particulares. Con los actuales motores de búsqueda los resultados
están ordenados según el algoritmo de Google o Yahoo. No se pueden tocar. Con
mi proyecto se podrá elegir el orden de las respuestas. De ahí que éste sea un
instrumento intelectual poderoso.
-LM:
¿Cuándo esa nueva herramienta estará disponible para los simples internautas?
-PL:
Es un programa de investigación científica. Nos hacen falta todavía de dos a
tres años para obtener su funcionamiento, es decir un software con un motor de
búsqueda integrado que permita hacer la indexación automática y un motor de
búsqueda semántico mucho más evolucionado que los motores existentes. En el
mundo hay una cuarentena de personas que trabajan en el proyecto IEML, entre los que
podemos contar a investigadores del laboratorio Paragraphe de Paris-VIII. Sólo el diccionario está disponible en línea
desde hace un año. Es un largo trabajo, pero en 2010 los internautas deberán
poder descargar un software en el sitio del IEML y utilizarlo.
-LM:
¿Qué efectos puede tener tal herramienta en la sociedad y la política?
-PL:
Pienso que va a volverse más inteligente. Como se va más lejos en coche que a
pie, gracias a la explotación de la inteligencia colectiva los horizontes de
pensamiento se ampliarán. Pienso que se podrán hacer las cosas de manera un
poco más sensata, sopensando la diversidad y la complejidad.
Mi
perspectiva política es la del desarrollo humano. Es necesario conectar la
sociedad del conocimiento con el desarrollo humano. Lo anterior a fin de que la
socidedad del conocimiento se oriente hacia un desarrollo integral que
comprenda todos los aspectos de la sociedad. La economía, la educación, la
salud, la seguridad, la transmisión de patrimonios, la investigación o la
innovación son interdependientes. En el fondo la inteligencia colectiva es la
fuente del desarrollo humano.
The Collective Intelligence Genome
April 1, 2010
A user’s guide to the building blocks of collective
intelligence: By recombining CI “genes” according to the work required,
managers can design the powerful system they need.
This article is free to subscribers. Subscribe today.
Google. Wikipedia. Threadless. All are exemplars of collective intelligence in action. Two of them are famous. The third is getting there.
Each of the three helps demonstrate how large, loosely
organized groups of people can work together electronically in surprisingly
effective ways — sometimes even without knowing that they are working together,
as in the case of Google. Google takes the judgments made by millions of people
as they create links to web pages and harnesses that collective knowledge of
the entire web to produce amazingly intelligent answers to the questions we
type into the Google search bar.
In Wikipedia, thousands of contributors from across
the world have collectively created the world’s largest encyclopedia, with
articles of remarkably high quality. Wikipedia has been developed with almost
no centralized control. Anyone who wants to can change almost anything, and
decisions about what changes to keep are made by a loose consensus of those who
care. What’s more, the people who do all this work don’t even get paid; they’re
volunteers.
The Leading Question
How can you get crowds to do what your business needs
done?
Findings
- Collective intelligence has already been proven to work, and CI systems can be designed and managed to fit specific needs.
- CI building blocks, or “genes,” can be recombined to create the right kind of system.
- Four main questions drive CI “genome” design: What is being done? Who is doing it? Why? How?
In Threadless, anyone who wants to can design a
T-shirt, submit that design to a weekly contest and then rate their favorite
designs. From the entries receiving the highest ratings, the company selects
winning designs, puts them into production and gives prizes and royalties to
the winning designers. In this way, the company harnesses the collective
intelligence of a community of over 500,000 people to design and select
T-shirts.
These examples of web-enabled collective intelligence
are inspiring to read about.1 More than
inspiring, even; they’ve come to look like management wish fulfillment —
evidence that a committed embrace of collective intelligence is all it takes
for a company to magically divine market desires, create exactly what’s needed
to satisfy them and do it all at little or no cost. Come let the crowd get your
work done for you — cheap, perfect and now.
Thomas W. Malone
|
Thomas
W. Malone is the Patrick J. McGovern Professor of Management at the MIT Sloan School of Management and the founding director of the MIT Center for Collective Intelligence. He was also the founding director
of the MIT Center for Coordination Science and one of the two founding
co-directors of the MIT Initiative on "Inventing the
Organizations of the 21st Century". Professor Malone teaches classes on leadership
and information technology, and his research focuses on how new organizations
can be designed to take advantage of the possibilities provided by information
technology.
For
example, Professor Malone predicted, in an article published in 1987, many of
the major developments in electronic business over the last decade: electronic
buying and selling, electronic markets for many kinds of products,
"outsourcing" of non-core functions in a firm, and the use of
intelligent agents for commerce. The past two decades of Professor Malone’s
research are summarized in his critically acclaimed book, The Future of Work: How the New
Order of Business Will Shape Your Organization, Your Management Style, and Your
Life
(Harvard Business School Press, 2004). This book has been translated into
Chinese, Japanese, Korean, Portugese, Spanish, and Russian.
Professor
Malone has also published over 75 articles, research papers, and book chapters;
he is an inventor with 11 patents; and he is the co-editor of three books: Coordination Theory and
Collaboration Technology (Erlbaum, 2001), Inventing the Organizations of the 21st Century (MIT Press, 2003), and Organizing Business Knowledge: The MIT Process
Handbook
(MIT Press, 2003).
Malone
has been a cofounder of three software companies and has consulted and served
as a board member for a number of other organizations. He speaks frequently for
business audiences around the world and has been quoted in numerous
publications such as Fortune, New York Times, and Wired.
Before joining the MIT faculty in 1983, Malone was a research scientist at the
Xerox Palo Alto Research Center (PARC) where his research involved designing
educational software and office information systems. His background includes a
Ph.D. and two master’s degrees from Stanford
University, a B.A. (magna cum laude)
from Rice University, and degrees in applied
mathematics, engineering-economic systems, and psychology.
Last updated: February 17, 2010
Inteligencia Colectiva, la inteligencia
desaprovechada.-
En 1968 el submarino atómico
estadounidense Scorpio desapareció en aguas del Atlántico Norte a noventa
kilómetros al sur de las Azores. El objetivo era arduo y difícil, ya que había
que buscarlo en un radio de treinta y cinco kilómetros y a varios miles de
metros de profundidad. Llamaron a expertos que pudieran ayudar a la Armada, pero no hubo
suerte. El oficial John Craven dio una solución innovadora: Planteó varios
escenarios posibles sobre la ubicación del submarino, reunió a un grupo de
expertos en distintas áreas, desde matemáticos hasta especialistas en
salvamento y les pidió que cada uno, de manera individual, diera sus
explicaciones sobre la velocidad que llevaría el sumergible, el momento en el
que tocó fondo…
Ninguna de las respuestas
individuales dio la solución, pero Craven tomándolas todas ellas y a través del
teorema de Bayes alcanzó, tras 25 años de intentos estériles, una solución
final que era bien distinta de los escenarios iniciales. Y dicha solución permitió
localizar los restos del submarino. La experiencia anterior es narrada por
Surowiecki en su libro “Cien mejor que uno” y es un ejemplo de la inteligencia
colectiva. Las multitudes tienen una sabiduría desconcertante. El autor recorre
mil y un ejemplos de cómo son más fiables las predicciones sobre los resultados
de los ganadores de los Oscar de Hollywood que se obtienen en una página web
donde las personas opinan libremente, que aquellas que publican los expertos en
los periódicos. O cómo una veintena de empleados de Hewlett Packard allá por
los 90 en un mercado ficticio de predicciones de ventas eran un 75% más certero
que los cálculos oficiales de la dirección de la empresa. O cómo Google se ha
alzado como el mejor buscador en internet utilizando la inteligencia colectiva.
Sin duda, en este campo existe una oportunidad muy desaprovechada por nuestras
organizaciones.
Ahora bien, para que el resultado
final de una multitud opinando sobre algo sea inteligente han de darse las
siguientes características: Diversidad, independencia y descentralización…
además que quienes opinan tengan algún mínimo conocimiento sobre ello,
lógicamente. Lo importante es que las personas opinen en base a sus propios
criterios, evitando cualquier tipo de gregarismo; que sean además diversos y
por supuesto, que haya descentralización en la toma de decisiones. Pues bien,
¿cómo podríamos aprovecharlo en las empresas? Y si lanzáramos encuestas
internas sobre la previsión de ventas de nuestros productos, o sobre cuál es la
política que tenemos que llevar a cabo, ¿qué ocurría? Las redes sociales
permiten ya dar el paso. Ahora, el desafío está en cambiar el paradigma
imperante, siempre tan orientado a buscar las soluciones por individuos
aislados, cuando es posible que la multitud nos tenga guardada la solución
correcta. Sólo hace falta preguntarle.
De las redes a las comunidades Virtuales
Ya no se
existen marcas, sólo las plataformas sociales. Ahora (casi) no hay
informaciones exclusivas, sólo conversaciones. No existe el marketing, apenas estrategias
sociales. Cuando Tim O’Reilly habló por primera vez en el 2004 de la Web
2.0 pocos entendieron aquello de la cooperación y participación.
Google
había cambiado la forma de buscar cosas. Wikipedia ya estaba caminando. Los
blogs comenzaron a ser más relevantes gracias a plataformas como WordPress o
Blogger. Orkut y Facebook abrían nuevas formas de relaciones. Y por primera
vez, durante los atentados de Londres de julio de 2005, los usuarios llegaron
primero: enviaron a la prensa las primeras fotografías y videos de la masacre.
La World Wide
Web ya era algo diferente a aquella que inventó del Tim Berners-Lee creó en el año 1991.
Lo que más me llama la atención,
siete años después de la proclamación del mundo 2.0 es que muchas
marcas, medios de comunicación e instituciones no han entendido nada. Cuando se
habla de Web 3.0 (una mezcla de datos enviados por
sensores, personas vinculadas con el territorio y la web semántica) o squared web (geolocalización, cloud computing,
realidad aumentada, una fusión híbrida del ciberespacio y realidad) todavía
existen marcas con un comportamiento 1.0.
¿Tiene sentido generar contenido
vertical sin contar con los usuarios? ¿Tiene sentido cerrar las puertas de la
participación? El principal error es considerar que Facebook, Twitter, MySpace
o Google + son sinónimo de redes sociales, y no meras herramientas o
aplicaciones.
Lo importante no es la red,
la herramienta. Lo importante es la comunidad. Meg Pickard, jefe de redes
sociales del periódico británico The Guardian ,
escribió recientemente un artículo titulado Power to the people.
Meg,
antropóloga, tiene muy claro el papel de los nuevos medios de comunicación: “La
plataforma nos pertenece a nosotros, pero la conversación es de todos”. Meg
entiende perfectamente que el tan hablado social media, más que una suma de
herramientas, es una actitud.
The Guardian construye las noticias con la ayuda de los lectores. Estimula la
conversación. Y crea plataformas de participación, como la que permitía
investigar los gastos de los parlamentarios. The Guardian ha entendido
la esencia del 2.0: la inteligencia
colectiva de la que tanto habla el pensador Pierre Lévy es
casi imbatible. La comunidad es superior al individuo. Por eso, The
Guardian intenta escuchar tanto como habla. Y no
falla: los lectores de The Guardian encontraron en cuestión de horas
la corrupción de sus políticos a través de la plataforma creada
por el periódico. Los periodistas del diario habrían tardado semanas.
Power to the people. Las redes son caminos, herramientas, espejos. Sin embargo, las
comunidades deben estar construidas de manera orgánica. No hay que obsesionarse
por las comunidades, como ocurre en Estados Unidos, un país individualista sin
demasiadas comunidades en el mundo real. Y sí entender que las verdaderas
comunidades son las que están formadas por personas que construyen algo –
contenido, estrategias, emociones – juntos.
El diario español 20 minutos, esta casa,
publica en Internet todos los días una “pizarra” de las cuestiones en discusión
con el director (en este caso el ejemplo del día de la muerte Gaddafi). Los lectores participan, critican, aportan
ideas. El País ha creado una red social propia, Eskup, que aunque no es del
todo horizontal permite que lectores y periodistas interactúen. The New
York Times creó la categoría de trusted commeters para los lectores más activos.
Nintendo, con el plug in Meetup.com,
incentiva que los usuarios se encuentren semanalmente en las ciudades. Fiat
co-creó un modelo de automóvil con los usuarios, el Fiatmio. Y la compañía Local
Motors fue más allá: diseña coches con crowd sourcing (los
usuarios los diseñan). En otras palabras: cede a los usuarios la
responsabilidad del proceso.
El estadounidense Jeff Jarvis,
autor del blog Buzzmachine
y el libro Y Google cómo lo haría? es una de las
personas que mejor entiende la filosofía 2.0. Los medios de
comunicación, las marcas, los gobiernos y las instituciones que todavía
producen contenido verticalmente y utilizan las redes como herramientas de
propaganda y se sienten superiores a las comunidades, deberían comprender
algunas frases redondas de Jeff Jarvis:
-Haz lo que mejor sepas hacer en tu
propio sitio. Y enlaza el resto.
-Únete a la red. Sé una plataforma. Piensa distribuidamente.
-Escucha.
-Sé sincero. Sé transparente.
-Confía en la gente. Tus clientes son tu mejor agencia de publicidad.
-Únete a la red. Sé una plataforma. Piensa distribuidamente.
-Escucha.
-Sé sincero. Sé transparente.
-Confía en la gente. Tus clientes son tu mejor agencia de publicidad.
Power to the people.
Herramientas para la comunidad. Nosotros somos el medio, como escribió Dan Gillmor, uno de
los gurús de 2.0.
Menos fanatismo tecnológico y más Inteligencia Colectiva
Para el experto en
inteligencia artificial e innovación colectiva digital Ramón Sangüesa, la
sociedad debe replantearse su relación con la tecnología.
¿Pueden los ciudadanos dar
soluciones inspiradas en la ciencia para su ciudad? Para Ramón Sangüesa
la respuesta es “sí”. Doctor en informática, especializado en inteligencia
artificial, y profesor en la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), Sangüesa se ha preocupado
en los últimos años de promover y divulgar una actitud 'tecnocultural',
centrada en aprender de manera conjunta y colaborativa todo lo que trae consigo
la tecnología. Es cofundador, junto con otros profesionales relacionados con la
divulgación científica, de Co-Creating Cultures, un proyecto enfocado a crear nuevas
culturas de colaboración.
A su paso por Madrid (España) con
motivo del ciclo Ciencia y Sociedad organizado por la Fundación Banco
Santander, Sangüesa daba a Technology Review en español su visión
acerca del papel de la inteligencia artificial y su relación con la sociedad.
TR.es: ¿Qué es Co-Creating Cultures?
Sangüesa: Es una plataforma de
innovación y transformación cultural que está basada en el aspecto de diseño en
parte soportado por lo digital. Viene de una trayectoria anterior de búsqueda
de procesos de innovación colaborativa y capacitación para el diseño colectivo.
Lo importante es cómo desarrollar una inteligencia colectiva para que algo
conjunto sea creativo y para que se produzcan procesos de innovación y cambio
social.
¿Qué es la inteligencia
colectiva?
Podemos decir que son muchos
cerebros coordinados que actúan en sinergia. Se trata de un tipo de proceso
emergente en el cual la coordinación de muchas capacidades inteligentes da
lugar a una solución que de forma individual o por separado no se obtendría.
¿Una especie de networking?
A nosotros nos gusta decir que
hacemos ‘workneting’. Conseguimos crear una red de personas, de todos los
tipos, que trabajan juntas. En estas culturas de diseño lo importante es el
concepto de proyecto, ya que es lo que agrega y hace que la gente se sume
porque resuena con algo personal. El workneting en este caso es cómo
crear este proyecto al que la gente se anima a contribuir y cuidar la red de lo
que pueda surgir.
¿En qué campos os centráis
principalmente?
Tenemos tres áreas de trabajo. Por
un lado, una línea se ocupa del ámbito educativo, concretamente, de la
introducción de la cultura tecnológica en la educación y el diseño. Por otro,
están el área de la interdisciplinaridad y los procesos de cocreación y
generación de conocimiento, en los que integramos lo que hemos aprendido sobre
la creación y transferencia de conocimiento, y nos valemos de los procesos de
aprendizaje llevados a cabo en el entorno de educación con los niños.
Tu ponencia en el ciclo se
tituló De lo singular a lo híbrido, ¿a qué te referías con estos términos?
Tendemos a pensar que la
inteligencia artificial es un sistema separado de nosotros. En cambio,
proliferan constantemente tecnologías híbridas a distintos niveles. Por un
lado, hay una hibridación muy radical, identificada con todo lo relacionado con
los interfaces y nuestro sistema nervioso. Lo que se obtiene es híbrido porque
no puede decirse que sea humano, pero tampoco es completamente artificial.
Por otro lado, existe otra
hibridación menos visible, una inteligencia menos espectacular a la que yo
llamo ‘inteligencia gris’. Algo que hace 20 años era un concepto de
laboratorio, pero que ahora está en todas partes, afecta a nuestras vidas y nos
plantea un debate: ¿Cómo relacionamos algo que antes era singular y separado de
nosotros con algo que está cada vez más difundido y forma parte de la
cotidianidad?
Y tu respuesta sería…
Hay una corriente de expertos que
opinan que hay que adaptarse a la tecnología y teorizan sobre distintas maneras
de hacerlo. En mi opinión, hay que cuestionarse esta necesidad. Hay que empezar
a discutir y experimentar las contradicciones que hay detrás de todo esto.
¿Crees que existe una
devoción por la tecnología?
Hay que diferenciar la tecnología
del marketing. A mí que seamos capaces de integrar en nuestras vidas
lo que la tecnología nos aporta como forma de trabajar y enfrentarnos a los
problemas como grupos, me parece bien. También me parece bien que se quiera
ganar dinero con la tecnología. Ahora, convertirse en fashion victim
de la tecnología me parece una estupidez.
No me satisface la cantidad de
proyectos que han proliferado en pos de la facilitación digital, que en
realidad lo que pretenden es que seas usuario y no diseñador.
¿De qué temas debería
ocuparse la inteligencia artificial?
A mí particularmente me interesan
los patrones de trabajo cooperativo global. Investigar por qué ciertos grupos
funcionan y otros no, comparar lo que me dice la teoría de la organización con
lo que me dicen mis simulaciones con sistemas multiagente, preguntarme por qué
determinada estructura de los agentes en una red permite que aprendan y otra
no... Esta es mi visión. Creo que ahora mismo, por el tipo de complejidad que
hemos generado, habría que apostar más por generar estos cambios de trabajo
colaborativo de manera masiva y conseguir que vayan más allá del crowdsourcing
que, a nada que te despistes, se convierte en una forma de explotación con otro
nombre.
¿Qué puede aportar la
“humanidad” de los agentes artificiales?
Tenemos cierta tendencia a adscribir estados mentales a objetos que en principio ni siquiera se parecen a nosotros. Por ello, reforzar algunos aspectos que nos hacen ser más empáticos con ellos es una forma de amplificar sus posibilidades y las nuestras. Desarrollar la empatía entre el humano y la máquina puede mejorar las condiciones de la relación entre ambos. Esto hace más fácil el manejo de sistemas inteligentes y puede tener usos terapéuticos, como demuestra la roboterapia.
Tenemos cierta tendencia a adscribir estados mentales a objetos que en principio ni siquiera se parecen a nosotros. Por ello, reforzar algunos aspectos que nos hacen ser más empáticos con ellos es una forma de amplificar sus posibilidades y las nuestras. Desarrollar la empatía entre el humano y la máquina puede mejorar las condiciones de la relación entre ambos. Esto hace más fácil el manejo de sistemas inteligentes y puede tener usos terapéuticos, como demuestra la roboterapia.
También se está trabajando mucho
para mejorar la toma de decisiones de los sistemas inteligentes. Cuando estamos
sometidos a mucho estrés, por ejemplo, no razonamos ni tomamos decisiones de la
misma manera. Existen sistemas artificiales, menos empáticos a priori, que
cuentan con un sistema de emoción interno que les hace valorar la situación y
llegar antes a un determinado tipo de solución.
¿Quiere decir esto que está
superado el Test de Turing?
Todo tiene un porqué en el momento
en que surge. Cuando Turing lanzó su test fue una idea muy novedosa y el
concepto ha permanecido, en mi opinión, como una necesidad más de la sociedad
de justificarse por estar haciendo algo inteligente. Lo que yo creo es que si
cada vez nos vamos a encontrar con cosas más híbridas, ¿dónde quedará la
barrera entre agente humano y artificial? Poco a poco se irán borrando las
fronteras y tendremos que estar listos para gestionar la nueva situación.
La Inteligencia Colectiva podría ser la clave para predecir futuro.-
Fairfax,
Virginia.- Quizá personas comunes y corrientes han
tenido la corazonada de que el régimen de Corea del Norte se acerca a su fin, o
que el virus del Ebola reaparecerá en 2012 en alguna parte del mundo.
La conjetura de cualquier persona ordinaria basada en un poco de información puede ser tan buena como la opinión de un especialista.
Según estudios, una gran multitud de gente común suele hacer mejores predicciones que un pequeño grupo de expertos, en un fenómeno conocido como inteligencia colectiva.
Ahora, las agencias secretas de Estados Unidos, con ayuda de investigadores universitarios y personas ordinarias de diversas partes del país, estudia cómo aprovechar y mejorar la sabiduría colectiva.
La investigación podría algún día dotar a los funcionarios encargados de elaborar políticas con información recabada mediante algunos de los mismos métodos que alimentan a Wikipedia y las redes sociales.
En un proyecto que es parte competencia y parte estudio de investigación, los profesores Charles Twardy y Kathryn Laskey, de la Universidad George Mason, buscan reunir un equipo por internet de más de 500 personas que hagan pronósticos con base a la información que tengan sobre diversos acontecimientos mundiales.
Los campos abarcan todo tipo de temas, desde brotes de enfermedades hasta tendencias agrícolas y patrones políticos.
Ambos compiten con otros cuatro grupos a los que encabezan profesores de diversas universidades. Cada grupo tiene un enfoque distinto, pero todos estudian cómo podrían aprovechar la externalización colectiva para una tarea específica.
En juego se encuentran las subvenciones que extiende el organismo Actividad de Proyectos de Investigación Avanzada para Información con Fines de Inteligencia —IARPA por sus siglas en inglés (Intelligence Advanced Research Projects Activity)—, que es parte de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, el cual encabeza la comunidad de inteligencia del país.
Para ponerlo de manera sencilla, la inteligencia colectiva consiste en la asignación de una tarea a un gran número de personas en lugar de hacerlo a un experto específico o a un grupo de expertos.
Wikipedia es uno de los ejemplos más prominentes: cualquiera puede escribir o editar un tema. Con el paso del tiempo, las masas refinan y mejoran el texto.
La inteligencia colectiva puede variar desde una simple pregunta a seguidores de una persona en Twitter a aficionados expertos en dejar a punto programas de fuente abierta.
La portavoz de IARPA, Cherreka Montgomery, dijo que el objetivo de su proyecto es el desarrollo de métodos para refinar y mejorar la inteligencia colectiva de forma tal que pueda ser útil para los analistas de inteligencia.
"Lo importante es el fortalecimiento de las capacidades de nuestros analistas de inteligencia", dijo Montgomery.
Si los analistas pueden utilizar la inteligencia colectiva para determinar mejor las probabilidades de acontecimientos mundiales aparentemente impredecibles, entonces pueden ayudar a los encargados de elaborar políticas a estar preparados y desarrollar respuestas más inteligentes.
En un ejemplo hipotético, una predicción efectuada por una colectividad sobre el estallido de alzamientos populares en el Medio Oriente podría incidir en el contenido de un expediente entregado a quienes hacen las decisiones al más alto nivel.
El programa en la Universidad George Mason se llama DAGGRE, abreviatura del término en inglés Agregación basada en Descomposición.
Los investigadores han utilizado mensajes en blogs, Twitter y otros medios para informar de su proyecto a los participantes potenciales. No es necesaria formación especializada aunque es preferente que se tenga título universitario.
El proyecto busca evaluar diversos acontecimientos mundiales en las partes que lo componen.
Los participantes del programa DAGGRE colocan sus respuestas en formas disponibles en la página web del proyecto y también suministran información desde el principio sobre su educación y las áreas en las que tienen habilidades.
Los supervisores del proyecto buscarán después desglosar las variables que influyen en la predicción del vaticinador y canalizarán la información de tal manera que las personas con bases de información heterogéneas se ayuden y se orienten hacia el pronóstico más preciso.
La conjetura de cualquier persona ordinaria basada en un poco de información puede ser tan buena como la opinión de un especialista.
Según estudios, una gran multitud de gente común suele hacer mejores predicciones que un pequeño grupo de expertos, en un fenómeno conocido como inteligencia colectiva.
Ahora, las agencias secretas de Estados Unidos, con ayuda de investigadores universitarios y personas ordinarias de diversas partes del país, estudia cómo aprovechar y mejorar la sabiduría colectiva.
La investigación podría algún día dotar a los funcionarios encargados de elaborar políticas con información recabada mediante algunos de los mismos métodos que alimentan a Wikipedia y las redes sociales.
En un proyecto que es parte competencia y parte estudio de investigación, los profesores Charles Twardy y Kathryn Laskey, de la Universidad George Mason, buscan reunir un equipo por internet de más de 500 personas que hagan pronósticos con base a la información que tengan sobre diversos acontecimientos mundiales.
Los campos abarcan todo tipo de temas, desde brotes de enfermedades hasta tendencias agrícolas y patrones políticos.
Ambos compiten con otros cuatro grupos a los que encabezan profesores de diversas universidades. Cada grupo tiene un enfoque distinto, pero todos estudian cómo podrían aprovechar la externalización colectiva para una tarea específica.
En juego se encuentran las subvenciones que extiende el organismo Actividad de Proyectos de Investigación Avanzada para Información con Fines de Inteligencia —IARPA por sus siglas en inglés (Intelligence Advanced Research Projects Activity)—, que es parte de la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, el cual encabeza la comunidad de inteligencia del país.
Para ponerlo de manera sencilla, la inteligencia colectiva consiste en la asignación de una tarea a un gran número de personas en lugar de hacerlo a un experto específico o a un grupo de expertos.
Wikipedia es uno de los ejemplos más prominentes: cualquiera puede escribir o editar un tema. Con el paso del tiempo, las masas refinan y mejoran el texto.
La inteligencia colectiva puede variar desde una simple pregunta a seguidores de una persona en Twitter a aficionados expertos en dejar a punto programas de fuente abierta.
La portavoz de IARPA, Cherreka Montgomery, dijo que el objetivo de su proyecto es el desarrollo de métodos para refinar y mejorar la inteligencia colectiva de forma tal que pueda ser útil para los analistas de inteligencia.
"Lo importante es el fortalecimiento de las capacidades de nuestros analistas de inteligencia", dijo Montgomery.
Si los analistas pueden utilizar la inteligencia colectiva para determinar mejor las probabilidades de acontecimientos mundiales aparentemente impredecibles, entonces pueden ayudar a los encargados de elaborar políticas a estar preparados y desarrollar respuestas más inteligentes.
En un ejemplo hipotético, una predicción efectuada por una colectividad sobre el estallido de alzamientos populares en el Medio Oriente podría incidir en el contenido de un expediente entregado a quienes hacen las decisiones al más alto nivel.
El programa en la Universidad George Mason se llama DAGGRE, abreviatura del término en inglés Agregación basada en Descomposición.
Los investigadores han utilizado mensajes en blogs, Twitter y otros medios para informar de su proyecto a los participantes potenciales. No es necesaria formación especializada aunque es preferente que se tenga título universitario.
El proyecto busca evaluar diversos acontecimientos mundiales en las partes que lo componen.
Los participantes del programa DAGGRE colocan sus respuestas en formas disponibles en la página web del proyecto y también suministran información desde el principio sobre su educación y las áreas en las que tienen habilidades.
Los supervisores del proyecto buscarán después desglosar las variables que influyen en la predicción del vaticinador y canalizarán la información de tal manera que las personas con bases de información heterogéneas se ayuden y se orienten hacia el pronóstico más preciso.
Impulsan redes sociales nueva Inteligencia Colectiva:
IBM
Negocios • 16 Enero
2012 - 11:49am — Susana Mendieta
Al mezclarse las redes sociales con
el social business (negocios sociales), se crean líderes en los negocios y
personas muy influyentes, dijo Alistar Rennie, gerente general de Social
Business del grupo de software de IBM.
Orlando, Florida • Los más de 800 millones de usuarios de Facebook y 200 millones de tweets
enviados cada día han impulsado la popularidad de las redes sociales, pero
además han creado una nueva fuerza de trabajo basada en el uso de redes
sociales empresariales.
En el marco del evento denominado
"Lotusphere 2012" organizado por IBM, directivos de la empresa mostraron el impacto de las redes
sociales en las empresas y la forma de sacar provecho de las mismas para
mejorar la productividad.
Para Alistar Rennie, gerente
general de Social Business del grupo de software de IBM, las redes sociales
están generando una "inteligencia colectiva", donde al mezclarse
éstas con el social business (negocios sociales), se crean líderes en los negocios y personas muy
influyentes.
Cifras de la consultora Forrester
Research indican que la oportunidad de mercado para el denominado software
social será de 6 mil millones de dólares para 2016, con un crecimiento anual de 60 por ciento.
Redes sociales vs Inteligencia colectiva.-
A veinte
años de la creación de la WWW es oportuno un balance del desarrollo y estado
actual del concepto Web 2.0 que emergió como una plataforma ideario para
impulsar la ciberciudadanización
La actual masificación de las llamadas redes
sociales plantea interrogantes del grado de cumplimiento de esos principios y
las implicaciones de la creciente popularidad de comunidades en línea en
servicios privados como Facebook y Twitter. El debate sobre si se preservan o
restringen la libertad y los derechos de información es apremiante, como
también lo es el delineamiento de la discusión sobre la privacidad de los datos
personales y la propiedad intelectual en un medio de agresivo darwinismo
digital corporativo, con modelos de negocio basados en los intangibles de
información y tiempo en una territorialidad virtual.
Este breve análisis parte de una reflexión antropológica
basada en el concepto de 'la sociedad del conocimiento' como un incipiente
modelo en construcción donde las sociedades contemporáneas tienden a
organizarse por sus saberes y conocimientos de experiencia existencial —más que
profesional—, su capacidad para compartirlos y aprender del conocimiento único
de los otros, es decir, ya no tanto por sus identidades tradicionales
afianzadas en la identidad de sus lazos familiares, la tierra en que se nace y
crece y las habilidades avaladas institucionalmente.
El acelerado avance tecnológico es un eje
transversal indiscutible que atraviesa este desplazamiento del conocimiento
simbólico, de los medios a la sustancia de la potencialidad de la inteligencia
colectiva, sin importar si proviene de un indigente o ministro, pero que
paradójicamente en un plano histórico representa un lento tránsito hacia una
era posmedia.
En pocos años el desarrollo de las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) ha aumentado en forma exponencial el acceso
a una información cada vez más diversificada, personalizada y que en principio
facilita la colaboración con herramientas progresivamente flexibles. Sin embargo, algunos filósofos de la ciencia consideran que
el correo electrónico, el navegador, la computadora y el “ratón” forman parte
de la “Edad Media de la era digital”. El científico del Instituto
Tecnológico de Massachusetts, Michael Dertouzos, advirtió hace catorce años la
tendencia a las aplicaciones “unitalla” que se diseñan para ser usadas por
todos, en lugar de herramientas compartidas destinadas específicamente para
funciones humanas reales. La manera de realizarlo —dice— es a través de grupos
de interés común que llegan a acuerdos sobre convenciones compartidas, de modo
tan simple como puede ser la estandarización de las formas electrónicas para comprar
y vender bienes o para canalizar información.
De
las redes telemáticas a las comunidades virtuales
Desde
que el vocablo Internet se hizo “oficial” en 1983, sólo pasaron siete años para
la mítica historia de Tim Berners-Lee en la que, en diciembre de 1990, con
algunos conceptos generados décadas atrás y algunos adelantos en la
informática, pudo ensamblar las piezas para el nacimiento de la World Wide Web
(WWW): lenguaje HTML, protocolo HTTP y el sistema de localización URL. Pocos
años antes —en 1985— se había fundado The WELL, la primera comunidad virtual en
el mundo. Pronto coincidirían estas coordenadas.
El
siguiente paso en el desarrollo de las tic debió transitar primero por el
estallido de la “burbuja” de la economía “punto com” en el otoño de 2001,
inflación especulativa de las posibilidades de una tecnología en el escenario
económico de un capitalismo tardío urgido de reproducirse. El rebote después de
la debacle edifica una “nueva economía”, con el acceso cada vez más amplio a
las telecomunicaciones, un mercado multimillonario hecho
posible por la convergencia tecnológica (1) donde los principales
valores intangibles son: información + tiempo.
Las
grandes compañías de redes sociales —trasnacionales por excelencia— aceleran
sus procesos mediante la captación masiva de usuarios “en línea”, en “todos
lados” y “en tiempo real”, algo posible con la proliferación de teléfonos
celulares y dispositivos de banda ancha de tercera generación, que hacen de la
computadora un objeto en gran medida prescindible para conectarse incluso en
varias redes sociales simultáneamente.
¿Dónde
quedó la WWW?
En
los años siguientes a la aceptación de la WWW como uno de los productos más
atractivos de Internet, la filosofía de su creador se ha mantenido vigente,
incluso como un marco ético en su sentido social abierto, que es consensuado en
cuanto a usos recomendados y estándares en el organismo fundado y presidido por
el propio Berners-Lee, la World Wide Web Consortium (W3C), y a pesar de las
embestidas del gran capital trasnacional —en particular los fabricantes de
hardware, software,
telefónicas, cableras y por supuesto la industria del entretenimiento—, el
ciberespacio sigue siendo público.
En
un paso más en esa dirección se acuña en 2004 el concepto Web 2.0 —del uso de
Internet centrado en el individuo— para integrar un ideario que podría
traducirse no sólo en su masificación, sino en una modificación radical del
esquema de los medios masivos convencionales, en un proceso secular de
ciudadanización del ciberespacio. Su principal promotor, Tim
O'Reilly, propone: 1) asumir la WWW como plataforma de inteligencia
colectiva; 2) poner fin al ciclo de las actualizaciones de versiones del software; 3) impulsar los
modelos de programación ligera y la ética de la simplicidad; 4) el software libre no limitado
a un sólo dispositivo; y 5) las experiencias enriquecedoras de los usuarios.
Con
su lanzamiento se desplegó una creciente variedad de herramientas flexibles en
una feroz competencia por el usuario que potenciaron su popularidad en el
término 'redes sociales' de servicios mundialmente populares, como Wikipedia,
YouTube, Flickr, WordPress, Blogger, Myspace, Facebook y Twitter, entre otros.
Juan José Lozano, en Redes
sociales, una nueva forma de comunicación, describe:
Todas estas redes sociales se basan en la
“teoría de seis grados de separación” que quiere probar que cualquier usuario
en la Tierra puede estar conectado a cualquier otra persona del planeta a
través de una cadena de conocidos que no tiene más de 5 intermediarios […] Dada
esta teoría, las redes sociales tienen un componente viral muy importante,
donde cada integrante de la red puede sugerir/invitar a sus contactos a ser
parte de esa red, incrementando el grado de proximidad [Lozano, 2009].
Muros
vs. URLs
En un extenso artículo para la Scientific American, en
diciembre de 2010, el propio Tim Berners-Lee critica severamente que los
servicios como Google y Facebook minen con una velocidad impresionante el
desarrollo libre y abierto de la WWW. Prevalece el debate que se remonta hasta los orígenes de la computadora
personal, sus sistemas operativos y la fabricación y uso de software: propiedad
privada o colectiva de la información y el conocimiento que entraña de suyo una
revolución económica en ciernes. La reflexión del creador de la WWW alerta sobre
el efecto mariposa de las decisiones que se tomen hoy, porque pueden llevar a
los conocimientos y experiencias creados dentro de los muros y murallas de las
'redes sociales' o públicamente en los URLs de sitios web, provistos con las
herramientas que realmente dan sentido de colaboración a una comunidad.
En
un enfoque antropológico, Pierre Lévy plantea que:
A
nivel de la sociedad se está consolidando un nuevo modo de producción del
conocimiento denominado por Gibbons como socialmente distribuido, donde la
identificación de los problemas y la investigación dedicada a solucionarlos se
hace a través de una compleja interacción entre especialistas, usuarios y otros
actores organizados en redes de colaboración [Lévi, 2004].
El
desarrollo de los servicios informáticos de 'redes sociales' se condensó en un
modelo de negocio basado en el conocimiento de los usuarios y la apropiación de
sus contenidos para crear un mundo virtual estandarizado y con alto potencial
de consumo.
Estas
redes se constituyen en un enorme reservorio de información personal de
individuos conectados, la cual es procesada y etiquetada por los propios
usuarios en un ambiente altamente estandarizado que alienta el anonimato y
facilita la manipulación psicológica basada en un ciber prestigio, que puede
ser diseñado y modelado para lograr efectos propagandísticos, llegando incluso
al infundio propalado como verdad y la charlatanería.
Los
empresarios de las tic, fabricantes de su propio culto, ponen sello de
propiedad intelectual e industrial al trabajo colectivo en herramientas
informáticas muy costosas e ineficientes. Esta nueva generación impulsa modelos
monopólicos en una ecología de negocios sumamente agresiva. Ya no tienen que
invertir mucho en investigación y desarrollo cuando pueden atraer o comprar el
conocimiento, el desarrollo y el producto —como la actual situación de Myspace,
la cual está al borde de la quiebra y puede ser comprada, sea para reinventarla
o desaparecerla, cuando hace un par de años era el medio idóneo para “medir” la
popularidad en línea de grupos de música independiente.
La
docilidad con que los usuarios de Facebook documentan sus vidas con lujo de
detalle fotográfico en bases de datos minuciosamente etiquetadas, con nombres,
gustos, edades, grupos, preferencias, hábitos, puede definir la política de una
empresa, convirtiendo las bases de datos en una valiosa mercancía de
intangibles agregados. La empresa decide unilateralmente la manera en que se
consulta, publica y organiza la información, hay cambios importantes donde los
usuarios no tienen opinión; como generalmente no se leen los reglamentos ni los
contenidos, pueden ser filtrados o censurados, transfiriéndose automáticamente
la propiedad intelectual a un sistema cerrado y privado.
En
la desterritorialización y la comunicación en tiempo real de los mundos
virtuales, con escenarios fluidos de nomadismo simbólico permanente, se recrea
en el medio una identidad individual y colectiva despersonalizada, en el
simulacro de una comunidad donde la participación física se ve suplantada por
una serie de funciones y roles potenciados por el anonimato en un ambiente
fetichizado, altamente viral y cautivo. Sus elementos esenciales cumplen
características de una adicción basada en comportamiento condicionado con
flujos incesantes pero efímeros de estímulos y símbolos canalizados
principalmente al comportamiento y al consumo emocional.
Ante
este panorama es estratégico que en las economías emergentes se impulse
decididamente los principios éticos de los estándares abiertos y libres para el
desarrollo de todo tipo de plataformas, particularmente aquellas orientadas
al usuario final de las tic, en forma de políticas públicas en dos órdenes: 1)
la formación de recursos humanos con perfil de desarrolladores de herramientas
basadas en web para la administración de contenidos, y 2) la apropiación de las
herramientas disponibles en el ciberespacio para crear modos de comunicación
propios, cimentados en la cultura local, que garanticen sobre todo el derecho
de acceso a la información como elemento fundamental de una sociedad basada en
el conocimiento.
(*)
Director de Urbe01-M3gaNeura, egresado de Comunicación Social, UAM-X.
Contacto: [ urbe01@gmail.com].
(1)
La Encuesta en Hogares sobre Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la
Información reveló que a mayo de 2010, en el país 38.9 millones de personas son
usuarios de una computadora y 32.8 millones tiene acceso a Internet. El
Instituto Nacional de Estadística y Geografía informó que los usuarios de
Internet registraron un aumento de 20.6% respecto a 2009. En México existen
8.44 millones de hogares equipados con computadora, lo que representa 29.8% del
total de hogares en el país y significa un crecimiento de 13.2% con relación a
2009. En cuanto a conectividad, informó que 6.3 millones de hogares cuentan con
conexión a Internet, lo cual representa 22.2% del total en México e implica un
crecimiento de 22.9% respecto de 2009 (Inegi, 2011).
Aproximación
a la Inteligencia Colectiva.-
1. La semiótica en el pensamiento
científico
2. Las funciones del lenguaje
3. Dicotomía del pensamiento
4. Desarrollo de la inteligencia
colectiva
5. La semiótica: un modo de ver
el mundo
6. La creatividad, principio
educativo
7. Inconsciente, intuición y
creatividad
8. Inteligencia colectiva
|
1.
La semiótica en el pensamiento científico
A
la luz de la semiótica, ciencia en formación permanente, en cuanto disciplina
destinada al estudio de los signos y de la dinámica de los sistemas de signos
en la vida de la sociedad, conviene tejer y destejer las distintas
dimensiones que supone el discurso del fenómeno humano, dentro de las
variables lingüístico-ideológicas, a fin de explicar el pensamiento
científico, su origen, desarrollo, causas y consecuencias.
Si
reconocemos que semiótica y educación inciden en la estructuración del
pensamiento, con afinidades y discrepancias que se complementan, las
dimensiones circunscritas en el fenómeno humano, en cuanto fenómeno del
saber, del aprender y del ser, no pueden aislarse, cobrando
la semiótica preponderancia en la construcción y explicación del pensamiento,
es decir, en la construcción y explicación del lenguaje, por vías del
aprendizaje.
De
este modo, conviene revisar el uso científico y el emotivo del
lenguaje, a partir de las intenciones del emisor, de las esferas de la
realidad. Pensamos, con J.L.M. Arreguín, que "una separación cuidadosa
de los hechos que pertenecen a las diversas esferas de la realidad puede ser
útil en la comunicación educativa", en cuanto realidad objetiva, reflejo
de la física y la intersubjetividad, en representación de intereses humanos colectivos,
donde el lenguaje operacional es "el que debe dar la facilidad máxima de
comprensión realista al educando"1.
Según
Hayakawa, en El lenguaje en el pensamiento y en la acción, vivimos
dentro del lenguaje: nuestro mundo del conocimiento y nuestro mundo de
interacciones con otros son, en gran medida, constructos lingüísticos; de
donde conviene conocer de cerca los recursos del lenguaje, y, por ende, los
recursos del pensamiento científico. Sin perder de vista el proceso de
enseñanza-aprendizaje, preguntarnos sobre las secuelas del uso del lenguaje
al interior de tal evento.
"Tentativamente
se dirá que el pensamiento científico es una noción empírica que sólo posee
un campo de connotaciones, que en general remiten a un conjunto de
estructuras cognoscitivas y motivaciones individuales, que surgen socialmente
en el desarrollo de una práctica generadora de "efectos de
conocimiento", en el transcurso de un proceso productor de conocimientos
que en sí mismo también es un resultado social"2.
Surge,
entonces, la necesidad de distinguir entre el significado "extensional"
y el significado "intencional". El primero, se refiere a las
extensiones de los términos, señala el mundo físico de los objetos y sucesos
a que hacen referencia los vocablos en sí. El segundo, tiene que ver con lo
que significan nuestros términos, unos respecto a los otros, en la red
semántica que llevamos en nuestras mentes3. Tal como cada
uno de nosotros tuviera a bien usarlos, en determinado momento. El primero
equivale al concepto de denotación, aquello de que se habla. El
segundo, el de connotaciónn, lo que el término indica en la idea de
quien lo pronuncia4.
Cabe
preguntarse cómo se dan estas dos instancias dentro del terreno docente,
frente a la construcción del pensamiento (científico). Lo que equivaldría a
preguntarnos sobre qué, en realidad, es el significante que apunta a
un referente, con base a un significado en el acto docente. Es
cuando Hayakawa recomienda una orientación extensiva, una orientación
que controle constantemente los niveles superiores de abstracción frente a
los niveles inferiores y los datos5.
Justamente
está en el docente, en el rol del emisor, la libertad de elegir entre
estas dos posibilidades para formular su mensaje, en búsqueda de una
significación. La denotación está constituida por el significado concebido
objetivamente; mientras las connotaciones expresan valores subjetivos
atribuidos al signo debido a su forma y a su función6. De
ahí se desprende uno de los retos fundamentales del ejercicio docente en
orden al enfoque semiótico: ¿Cómo hacer para que una palabra signifique
determinada "cosa" antes de ser pronunciada y más al pronunciarla?.
¿Cómo hacer para que la interpretación, por parte del discente, se base en la
totalidad de contextos que deben entrar en juego? Es aquí donde pareciera que
habría una incongruencia ante los planteamientos semióticos clásicos.
Quedando para las ciencias, según Giraud, la propensión a la denotación y,
para las artes, la connotación. Puesto que las primeras cuentan con códigos
esencialmente monosémicos, eliminando las múltiples connotaciones que, en
cambio, abundan y caracterizan a los códigos poéticos, polisémicos, por
antonomasia.
Al
respecto, por considerarlas de importancia, reproducimos algunas advertencias
de Hayakawa:
·
Los
contextos determinan el significado. Un término no significa nunca
exactamente lo mismo en diferentes aplicaciones, y muchos de los problemas
del pensamiento surgen a causa de un error de significado durante el curso de
un pensamiento o conversación.
·
"Verdadero",
en particular, significa diferentes cosas: en algunos casos se refiere a
informes verificables, en otros a órdenes que creemos que deben obedecerse y
en otros casos a verdades formales o teoremas.
·
Las
definiciones son sospechosas porque son palabras sobre palabras y corren el
peligro de una orientación extensiva; por ello, siempre que resulte posible,
deben utilizarse ejemplos7.
2.
Las funciones del lenguaje
Dentro
de las distintas funciones propuestas por Jakobson en relación con el
lenguaje (referencial, emotiva, connotativa, poética, fáctica,
metalingüística), vale la pena distinguir sobre las dos primeras, en orden al
proceso docente dentro de la búsqueda del pensamiento científico.
El
proceso de enseñanza-aprendizaje está signado por ambas funciones –
referencial y emotiva - prevalentemente. Presenta rasgos subjetivos al tiempo
que remite a la univocidad de la expresión referencial. Hace posible
el tratamiento subjetivo de ideas y conceptos al tiempo que pone de
manifiesto las propiedades denotativas y objetivas de los enunciados.
Se
diría que entre lo cognoscitivo-objetivo y lo afectivo-subjetivo transcurre
la posibilidad de una mayor o menor codificación denotativa o connotativa del
discente, a quien no le queda sino apelar a sus virtudes o capacidades de
comprensión frente al sujeto emisor (docente) y al objeto o tema de que se
trate. Un aprendizaje significativo iría desde la emoción del
expositor hasta la referencialidad temática. La intelección significaría,
entonces, un ordenamiento de las sensaciones percibidas, mientras que la
emoción, un desorden y una conmoción de los sentidos8.
Es
decir que, quiérase o no, el proceso docente discurre entre signos lógicos y
expresivos mutuamente. De donde una real significación constituye un
verdadero "arte" en el reino de la docencia, en función del logro
de un pensamiento científico, productivo.
3.
Dicotomía del pensamiento
En
dirección del pensamiento, los autores han distinguido dos tipos de procesos
intelectuales: un razonamiento lógico, riguroso, y un tanteo experimental
exploratorio en busca de intuiciones. Así, se habla de pensamiento conclusivo
versus pensamiento emprendedor; pensamiento convergente vs. pensamiento
divergente; pensamiento vertical vs. pensamiento lateral. Uno de ellos se
describe como analítico, deductivo, riguroso, constreñido, convergente,
formal y crítico; el otro tipo de pensamiento, como sintético, inductivo,
expansivo, libre, divergente, informal, difuso y creativo9.
En
el estudio del pensamiento científico, dentro del orden lingüístico
simbólico, no cabe duda que, semióticamente hablando, la posesión de uno u
otro tipo de proceso intelectual hará que los modos de inferencia personal
cambien de individuo a individuo y, por supuesto, las respectivas
codificaciones y decodificaciones, también cuenten con una perspectiva
completamente distinta, particular, a la altura de las varias diferencias
individuales. De donde conviene preguntarse, en relación con las diferencias
individuales, ¿qué y cómo será el comportamiento docente-discente en el
empeño por producir algún conocimiento?
Consiguientemente,
cualquier programa de mejoramiento de las habilidades del pensamiento debe
tomar en consideración la dicotomía reconocida por numerosos autores. De
igual modo la interpretación de los significados reales de los aprendizajes o
co-aprendizajes estará supeditada a tales ópticas o perspectivas personales10.
4.
Desarrollo de la inteligencia colectiva
Junto
al aprendizaje de mantenimiento que consiste en adquirir perspectivas,
métodos y reglas fijas, destinados a enfrentar situaciones concretas,
conocidas y constantes, aparece el aprendizaje innovativo que somete a
examen las suposiciones hasta buscar o ligar perspectivas nuevas, antes que
modos de vida establecidos. Centrado en el pensamiento inventivo, creativo o
divergente, el pensamiento productivo le sale al paso a la educación
"del no pensar", proponiendo programas sistemáticos para enseñar al
alumno cómo pensar11. Se trata de llevar la creatividad al
aula. De incorporar a las áreas temáticas los principios y procedimientos
para la solución creativa de problemas, tratando a los alumnos como pensadores
mediante estrategias de creatividad dignas de los mejores
aprendizajes significativos12.
Entre
las estrategias que favorecerían el pensamiento creativo-productivo figuran:
las analogías, el torbellino de ideas, la magnificación, la minimización, la
reversión, etc. Unas y otras modalidades tienen que ver con la distorsión
deliberada de las ideas, donde conviene preguntarse sobre la carga
connotativa que entra en juego y los riesgos, subsiguientes, de
decodificación latentes en el ejercicio docente.
En
el caso de la analogía, importante tanto en las ciencias como en las
artes, ésta trata de aprovechar y estimular la capacidad de ver semejanzas
que se escapan a la mayoría y que constituye el sello original de la persona
creativa. William J. J. Gordon acuñó la palabra Sinéctica para
referirse a la unión de elementos no relacionados entre sí, pudiendo apuntar
ya sea a una organización, a un conjunto de métodos para generar ideas
creativas; ya sea a una estrategia para la solución de problemas en grupo y,
sobre todo, a una actitud mental flexible, mediante el uso y puesta en
funcionamiento de distintos tipos de analogías13.
Interesa
conocer siquiera algunas de las características de la Sinéctica,
puesto que se comprenderá mejor la importancia que, día a día, irán cobrando
fenómenos como la significación y la comunicación, la connotación y la
denotación; la producción del sentido, la producción del conocimiento, al
interior de verdaderos vivenciales psicológicos, alejados de la tradicional
rutina del aprendizaje de mantenimiento.
Máxime,
entre paréntesis, ahora cuando la relación entre tecnologías de comunicación
y procesos cognitivos constituye un tema de gran interés para las ciencias
humanas y de la educación. Máxime cuando los procesos cognitivo cognoscitivos
antes que constituir una mera experiencia individual pasan a ser una como
actividad cooperativa, a partir de una construcción colaborativa. Ciertamente
como nos lo acaba de recordar Pier Cesare Rivoltella, a la común dimensión
interactiva, el desarrollo de Internet ha agregado otra no menos importante:
la de la cooperación, la construcción colaborativa del conocimiento. A tenor
del pensamiento de Levy, la inteligencia llega a ser realmente colectiva, al
punto de comenzarse a hablar de la colectivización del pensamiento, a través
de nuevos ambientes de aprendizaje en los que la adquisición del conocimiento
pasa a través de la negociación y la construcción colaborativa o cooperativa.
De donde, concluye Rivoltella, lo que parece perfilarse es el nacimiento de
un nuevo paradigma educativo, alternativo a aquel instruccional clásico: los
media como "escuela paralela". La nueva idea de aprendizaje es la
de un aprendizaje multimodal, personalizado y cooperativo. Como dice
Pierre Lévy, se trata de una "transizione da un´ educazione e una
formazione strettamente istituzionalizzate (la scuola, l´università) a una
situazione di scambio generalizzato dei saperi, di insegnamento da parte
della società stessa, di riconoscimento autogestito, mobile e contestuale
delle competenze… Per una specie di ritorno a spirale all´oralità delle
origini, il sapere potrebbe essere di nuovo trasportato dalle comunità umane
vive piuttosto che da supporti separati utilizzati dagli interpreti o dai
sapienti"14.
Retomando
el discurso, a partir del adorno y uso sistemático de las
"metáforas" en cuanto juego de palabras, entre las hipótesis de
funcionamiento de la Sinéctica se encuentran 1) que la creatividad
está latente en casi todas las personas en grado mayor del que generalmente
se cree; 2) que cuando se trata de creatividad e inventiva, lo emocional y lo
no racional es tan importante como lo intelectual y lo racional; 3) que tales
elementos emocionales y no racionales pueden enriquecerse metódicamente por
medio del entrenamiento y la práctica, especialmente con el pensamiento
metafórico. Se trata de la razón poética frente a la razón científica
y su complementariedad.
Entre
las premisas de la Sinéctica, según su creador, Gordon, se tiene que
los fenómenos culturales de la invención en las artes y en las ciencias son
análogos y se caracterizan por los mismos procesos psíquicos fundamentales.
Es decir, que los supuestos psicológicos individuales que entran en juego en
un individuo creativo, generalmente desconocidos, al obligar al participante
a verbalizar sus pensamientos y sensaciones referidas al problema en
cuestión, contribuye a sacar a la luz elementos del proceso que pueden
identificarse, analizarse y servir de soporte a la mejor comprensión y
abordaje del fenómeno educativo en cuanto gestor del pensamiento científico,
productivo, innovativo15.
A
partir de "juego de palabras" con significados y definiciones; con
el juego de alterar leyes elementales o conceptos científicos básicos o con
el juego con metáforas, como tipos generales de mecanismos sinécticos,
prácticamente entra a cuestionarse lo que sería la tradicional y ortodoxa
hermenéutica psico-sociológica en el proceso docente mismo; puesto que la
inversión total de los valores tradicionales hace que las premisas y
presupuestos semióticos queden fuera de lugar, exigiendo nuevas
explicaciones, dentro del prevalecer casi absoluto de la connotación, donde
cada participante (discente o docente) tiene ocasión permanente de
"osadía" individual generalizada, libremente. Donde la semiosis parece
surgir colectivamente en orden a una creación en conjunto. La que al parecer
es la forma expedita del aprendizaje colectivo de hoy, como producto
de las nuevas prospectivas educativas a la luz de un particular cuadro mental
(brainframe), correspondiente a la tecnología culturalmente
dominante día a día con base a una verdadera construcción colaborativa,
cooperativa. Donde antes que expositor y receptor, el discurso tórnase
vivencial, compartido, experiencial, abriendo amplio cauce a polivalentes
resignificaciones y retroalimentaciones productivas. Donde, en fin, la
producción de sentido y conocimiento tórnase álgida, confusa, compleja,
amorfa a veces, a pesar de ser fundamental en el esclarecimiento teórico.
Pudiéndose hablar ya de pensamiento multimedial en el que la
tecnología - la Tecnología Comunicacional Informativa - finca los nuevos
cuadros mentales en una irrenuciable interactividad o cooperación, en una
real inteligencia colectiva16.
Entre
los procesos de 1) volver conocido lo extraño y 2) volver extraño lo
conocido, lo más irrelevante tórnase necesario, significativo, indispensable
de consideración, frente a las varias analogías contempladas: la personal, la
directa, la simbólica y la fantástica.
Al
respecto, concluye Gordon: "Abstracciones tales como intuición,
postergación, empatía, juego, uso de irrelevancias, participación,
alejamiento, son casi imposible de enseñar por ser poco concretas, es decir,
son no operacionales. Sin embargo, los mecanismos (analogía directa, analogía
personal, analogía simbólica, analogía fantástica) son herramientas
psicológicas que, al nivel consciente casi todo el mundo ha experimentado en
mayor o menor grado. Por lo tanto es posible presentarlas sin hacer sentir al
individuo como si se lo estuviera manejando. Dado que él siente correctamente
que su potencial natural aumenta, disminuye considerablemente su resistencia.
Es absurdo dirigirse a gente rígidamente convencional, diciendo "ahora
manejamos una serie de trivialidades". En cambio, nadie se siente
amenazado, por ejemplo, si se compara una analogía tomada de otra ciencia con
la tecnología implícita en el problema que se debe resolver"17.
En
realidad, se trata de la factibilidad de desarrollar capacidades
intelectuales, psicológicas, espirituales descuidadas; de que los
participantes puedan y deban utilizar una variedad de procesos intelectuales
al mismo tiempo que atiendan la carga cognoscitiva, en cuanto auténticos pensadores
que son.
Hoy,
cuando está surgiendo una preocupación evidente, cada vez mayor, por la creatividad,
esencial en la ciencia y en la tecnología, la educación para la creatividad,
las técnicas de enseñanza creativa, el entrenamiento de la creatividad,
parecen más que perentorios en la "revelación" de habilidades
latentes. Puesto que, la creatividad, se ha evidenciado, exige igualmente un pensamiento
crítico, así tenga que darse con la anuencia o complementariedad del pensamiento
alógico, incluso, no racional. Máxime en un entorno ecuménico
donde el non-sense, el no-sentido, la sinrazón, parece que cobrara
mayor carta de ciudadanía cada día. Siempre persiste el deseo de atender el
auge de la creatividad, a partir del reconocimiento de la necesidad de
enseñar al alumno cómo pensar antes que enseñarle simplemente qué
pensar.
5.
La semiótica: un modo de ver el mundo
Indudablemente
que tanto la semiótica como la educación y el pensamiento presentan entre sí
afinidades y discrepancias o divergencias, que de uno u otro modo se
complementan al explorar el fenómeno humano en general. Bastaría sólo conque
consideráramos los tres planos en que Morris divide la semiótica para
percatarnos de la posibilidad de encontrar ricas aplicaciones de los enfoques
semióticos en la educación.
Así,
la educación, en tanto proceso comunicativo por excelencia, está basada en
significaciones (semántica) que estarían dadas en las relaciones entre
el grupo y el objeto; a partir de interrelaciones (sintaxis) entre los
signos que conforman el discurso pedagógico, con definidas implicaciones
dentro de un contexto socio-cultural, histórico-social (pragmática),
es decir, en el estudio de la relación entre los signos y sus usuarios.
Para
el caso de la educación, tendríamos que la semántica, previamente
entendida la obra docente como manifestación sígnica, la constituiría todo el
complejo mundo de la significación representado en los contenidos expuestos,
asimilados, codificados y decodificados. Es decir, el conjunto de signos
manifiestos en el acto docente en relación con los objetos designados. La sintaxis
estribaría en el estudio de los signos entre sí, sus relaciones de
semejanza u oposición. Diríamos que casi equivaldría a toda la gama de
metodologías a través de las cuales discurre todo el proceso que anima los
distintos "encajes" que dan vida al acto educativo. Mientras la pragmática
se reservaría la razón de ser de los signos en relación con los usuarios;
en este caso, los participantes, los sujetos que los usan; aunque con el
agravante de que, en una real concepción todos - discentes y docentes -
serían reales sujetos de la enunciación y del enunciado de la
acción educativa, en un compartir mutuo de experiencias significativas.
En
orden a la teoría del signo, particularmente en referencia al famoso
triángulo definido por muchos en significante – significado – referente,
y al interior de la concepción del signo como elemento del proceso de
comunicación – de significación -, huelga decir, del proceso docente,
pudiéramos concluir con las siguientes equivalencias: significante =
semántica; significado = sintaxis; referente = pragmática.
Por supuesto que, en tratándose de la Inteligencia Colectiva, debería
hacérsele particular seguimiento a lo que sería la unidad sígnica nueva,
surgida del entorno o influencia de los multimedia y sus implícitos cuadros
mentales provenientes de la interactividad o cooperación. No otro fin
persigue Pierre Lévy en obras como La cyberculture et l´education,
donde se ponen de manifiesto claramente las incumbencias de los media en la
elaboración del saber y los novísimos ambientes cognitivos.
Por
lo demás, se diría que la pedagogía, como sostiene Umberto Eco con relación a
la arquitectura, en su obra "La struttura assente", mutatis
mutandis, desafía a la semiótica, dado que no es nada fácil discriminar
tangible y suficientemente los tres elementos fundamentales del clásico
triángulo semiótico: significante, significado y referente; sino muy
aproximadamente, grosso modo. Confundiéndose a veces unos y otros elementos
y, sobre todo, dada la carga emotiva connotativa, poniéndose en juego el concepto
mismo del significado que puede ser multivario en un momento dado o siempre,
según sean las distintas apreciaciones que entren en juego durante el acto o
evento.
Bien
sabemos que, al interior del trinomio semiótica – educación – pensamiento,
el pensar implica la codificación de información sobre una situación dada,
una operación sobre esa información y una derivación de resultados de acuerdo
con objetos orientadores. Es decir, que el pensamiento involucra la codificación
del material pensado y una operación con la representación codificada
para lograr el (un) objetivo. Al igual, en el actuar docente
interviene una codificación, mejor una operación de decodificación, sobre la
base de un objetivo previo que exige una evaluación posterior18.
Sin
embargo, en uno y otro caso, lo subjetivo-emotivo hace que surjan problemas
propiamente dichos y sub-problemas, que pudiéramos denominar significativos
secundarios: la eterna denotación y connotación que, sumadas, darían una
comprensión global, una omnicomprensividad, si se prefiere una interomnicomprensividad
a partir del carácter interdisciplinario implícito en la gestión docente.
Interomnicomprensividad que, por fortuna, hoy, gracias, a la
imponencia de los multimedia, conduce a pensar en una inteligencia
realmente colectiva.
A
pesar de que con la incorporación de las renovaciones pedagógicas actuales,
como la creatividad, como la de la empatía implícita en los momentos de
vivencialidad, más difíciles se hacen los deslindes correspondientes al
triángulo semiótico al que venimos aludiendo, donde los aprendizajes
significativos cobran toda la abertura que los distintos casos
ameritan. Quedando a la sensibilidad receptiva individual, con la carga
perceptivo-afectiva particular, el desciframiento del mensaje de un modo muy
peculiar o personal; llegándose al dilema planteado por Eco de una
"abertura" como posibilidad de una acción docente de
"significar", infinitamente, según la óptica de los distintos
sujetos o co-participantes. Valdría la pena cotejar el fenómeno de marras a
la luz del pensamiento oriental de la no-acción, donde ésta es la
clave real del éxito existencial, de toda empresa sabia. Pero sobre todo se
sabe de estudios que se adelantan muy objetiva y científicamente respecto al
trabajo común, a la común co-decodificación, pluridecodificación, con alta consensualidad
significativa a raíz de la reciente incorporación de los multimedia en
cuanto instrumentos indispensables del actual ejercicio docente.
Es
aquí donde un Tratado de Semiótica General como el de Eco, bien
entendido y analizado, arrojaría luces para ahondar en la investigación que
se requeriría. Revisando, para ello, cada uno de sus capítulos: desde la
lógica de la cultura y la significación y la comunicación, hasta la teoría de
los códigos y, particularmente, la teoría de la producción de signos y lo que
se ha de entender por el sujeto de la semiótica, en nuestro caso en
concomitancia con el sujeto de la docencia.
Echando
sólo una ojeada a la obra mencionada, tendríamos que olvidarnos del ingenuo
concepto de "signo" para disolverlo gradualmente en la
noción relacional de función semiótica, donde operaciones semióticas
no producen signos aislados, sino mensajes, textos o discursos. Retículas de
relaciones, múltiples y mutables nos hablan a las claras de que "por
debajo de la melodía reconocible hay un juego complejo de intervalos y de
notas y por debajo de las notas hay haces de formantes"19.
¿Cuántos serán entonces los haces fundantes de la función docente?
Deslinde que constituye el desafío de la didáctica o Semiótica Educativa
que está exigiendo nuestro momento pedagógico de hoy, circundado por una razón
poética, como modo de ver el mundo, en acechanza permanente del asombro
que hoy se llama creación, invención, creatividad. A todo esto se suma
hoy el reto del computador a la inteligencia humana, en un como postpensamiento,
en donde como lo recuerda James Bailey: "Il comportamento della rete
nella sua totalità è diverso dal comportamento dei singoli partecipanti, e
molto più complesso. Il valore aggiunto proviene dalle interrelazioni fra
nodi, e non dall´interno dei nodi stessi"20.
Cabe
subrayar la insistencia con que Eco quiere que entendamos al referente,
como esos "estados del mundo" que, según se supone,
corresponden al contenido de la función semiótica, puesto que una
expresión no designa un objeto necesariamente, sino que transmite un
contenido cultural, donde el significado a pesar de lo complicado (el
contenido) hay que definirlo como una Unidad Cultural antes que como
un referente apenas, en la forma como lo sugerían los triángulos semánticos
tradicionales.
Unidades
Culturales
que, en dimensión docente, irían más allá de los simples componentes o
sub-componentes curriculares; para situarlos en un hic et nunc, en un
espacio y en un tiempo relativos a una programación, a una intención, a una
intensión, a un complejo "modo de ver" o "crear
conocimientos" en función de vida, innovación, ser y trascender. Todo
según cada una de las posibilidades de reconstruir los momentos de la evolución
de la humanidad, signados de un particular tipo de brainframe,
de cuadro mental, según sea la tecnología culturalmente dominante.
Significativo
es el hecho de que Eco, al abordar el contenido y el referente, haga uso de
las expresiones "falacia referencial" y "falacia extensional",
llegando a entender a la Unidad Cultural como un conjunto o incluso
una nebulosa de unidades culturales, interconexas, interrelacionadas. Es más
al referirse a las selecciones contextuales y circunstanciales derivadas de
la organización de los sememas, presenta varios modelos semánticos, donde
aparece la recursividad semántica como infinita, tan sólo atenuada
dentro de un universo semántico global que emitiría longitudes de onda
que colocan a cada Unidad Cultural en sintonía con un número limitado de
otras unidades, sobre la base de continuas superposiciones de correlaciones,
que posibilitarían una porción del universo semántico en el que el código
intervendría para establecer atracciones y repulsiones.
En
este orden de ideas, es donde cobra fuerza la tipología de los modos de
producción de signos que consideramos de alta pertinencia para un cotejo con
el proceso de la educación y de la formación del pensamiento científico,
pues no se escapan las distintas clases de unidades combinatorias implícitas
en el trabajo productivo, desde la producción de señales y la
articulación de contenidos hasta las posibles inferencias de comprensión
incluidas en el acto comunicativo.
En
fin, el sujeto de la semiótica, resultado de la segmentación histórica
y social del universo, se presenta como un modo de ver el mundo, en
cuanto una forma, manera de segmentar el universo y asociar unidades
expresivas con unidades de contenido, a partir del hacer y deshacer de
concreciones histórico-sistemáticas. La semiología investiga el proceso de
creación o semiosis como real sujeto, como el proceso por el que los
individuos comunican y los sistemas de significación hacen posible los
procesos de comunicación21.
A
la luz de estas concepciones, definir el sujeto de la educación no parece
tarea fácil. Resulta tan difícil como seguirle los pasos al origen mismo del
pensamiento científico y, más aún, a las implicaciones de su proceso y sus
secuelas. A no ser, en base a segmentaciones, que nos lleven, por
aproximación, a una mediana concepción del complejo fenómeno que estos
sujetos encierran, junto con los retos evidentes para la investigación.
Los
distintos modelos semióticos: del signo, del mensaje o de la semiosis, en
cuanto tratan de la construcción de un modelo del signo, en general,
nos hablan a las claras del carácter interdisciplinario de la empresa
semiótica, que debe formar parte de una ciencia global del hombre y de
sus relaciones con el resto del mundo, puesto que todas las operaciones de la
práctica social constituyen operaciones sígnicas, por su misma esencia,
confirmándonos como la historia justamente la caracteriza el signo22.
Difícil
entender las últimas líneas con las que cierra Eco su famoso tratado:
"Qué es lo que puede haber detrás, antes o después, más allá o más acá
de ese sujeto (de la semiótica) es, desde luego, un problema enormemente
importante. Pero la solución de ese problema (por lo menos por ahora y en
los términos de la teoría aquí delineada) está situada más allá del umbral de
la semiótica"23.
A
riesgo de idealistas, al contrario, entendemos que, gracias a que la
semiótica debe ser vista como parte de una ciencia global del hombre,
la poiesología tal vez, en mucho tiene que ver con la desmitificación
ideológica y la construcción del mismo porvenir de ese hombre, con sus
necesidades, trabajo y explotación; con el estudio de los sistemas sígnicos
en cuanto porción constitutiva sea de la vida cotidiana, sea de la
representación social y la reproducción social; así como representación,
reproducción, vida y signos se interconectan como consecuencias
significativas de mantenimiento o cambio social24.
6.
La creatividad, principio educativo
En
función de enunciar las características más específicas de la razón de ser
de la creatividad, V. G. Wong nos adelanta algunos conceptos
fundamentales. Así, por tecnología entiende el proceso experimental
que lleva a la mejora de una técnica. Nos dice como la técnica implica
un trabajo repetitivo para lograr una producción determinada. Hasta
presentarnos las relaciones entre ciencia, tecnología y técnica, concluyendo
en que la ciencia se apoya en los instrumentos producidos por la
"técnica", los cuales son mejorados por el proceso tecnológico.
Previamente, nos caracteriza el sistema tecnológico: alimentación,
proceso, producto y retroalimentación25.
Justamente,
es en la salida o en el producto en donde encontramos la mayor
relación con nuestro discurso, cuando entiende Wong la innovación como una estrategia
ofensiva, subrayando la necesidad de que algunos programas debían ser atacados
con una investigación tecnológica de manera ofensiva, produciendo
innovaciones en las técnicas, de modo que no tuviéramos que contentarnos
con ver pasar el tren (tecnológico) ni pretender regresar a la
estación de partida y menos inventar el tren. "No sólo es necesario
producir investigación, sino que además es preciso producir innovación
ofensiva, puesto que cada sociedad debe justificar su existencia con
aportes que logren superar la técnica", concluye Wong26.
Indudablemente,
que el triángulo ilustrativo compuesto generalmente por: técnica, ciencia
y tecnología, a nuestro modo de ver debería transformarse en un rombo
en donde en uno de sus ángulos mayores diésemos cupo a la invención, la
innovación, la creatividad, la imaginación o como mejor queramos; pudiera ser
también sensibilidad, asombro. Hasta se nos hace Poiesología,
nueva ciencia que respondería por una teoría de la razón poética.
Ciencia, disciplina que estudiaría los signos y alcances de la creatividad;
así como las leyes que la regulan en relación con la naturaleza, el hombre y
el arte; con la ciencia, la técnica y la tecnología. (Cfr. Fig.)
Así,
con la Poiesología, el modus vivendi de los integrantes
del equipo experimental, de esa pléyade de hombres inventores,
responsables del cambio, se vería representado, explicado e ilustrado. Porque
– tiene plena razón el autor de marras – "es importante conocer las
condiciones psicológicas y morales de esos hombres, en especial para los que
se inician en investigación". Es cuando, nos da testimonio del tesón
necesario para el trabajo investigativo, del largo esfuerzo, sujeto a menudo
a frustraciones, que el proceso tecnológico implica. Recomendando al lector
uno de los mayores clásicos en el tópico: W.I.B. Beveridge, con su texto:
"El Arte de la Investigación Científica".
Ciertamente,
la investigación constituye, como la creatividad, un verdadero arte, don del
asombro, la vigilia, el insomnio y la perseverancia. Puesto que "la
dicha más hermosa del hombre consiste en haber investigado lo investigable; y
en venerar serenamente lo inescrutable". (Goethe). Así como
"ciencia y filosofía nacen del asombro ante cuanto acontezca en la
naturaleza"27.
Característica,
en efecto, del pensamiento creador, del pensar reflexivo, científico,
del pensador creativo, la constituye su fuerza onírica, su posibilidad de
sueño y de ensueño. También la curiosidad es incentivo para el pensar
y el innovar. Comienza cuando nos damos cuenta de alguna dificultad y nos
disponemos a seguirle la pista, su huella, con heurísticos o sin ellos, hasta
con propios heurísticos, secretos, personales, no cedibles, sino a señas.
Razonamiento
subconsciente, juicio instintivo científico, juicio personal, idea
esclarecedora que brota súbita, intuición, en fin, indispensable en el diseño
de una solución, en la obtención de una innovación, para la ofensiva
tecnológica de un cambio deseado.
Para
concluir dándole la razón a Bacon, cuando pensaba que la mayoría de los
descubrimientos habían surgido de hechos empíricamente y no de lógicas
deducciones. De ahí que razón le asiste a Beveridge cuando nos advierte que
"un hábito muy útil que los científicos deberían desarrollar, es el no
confiar en aquellas ideas que están basadas solamente en la razón"28.
El
origen de los descubrimientos está más allá del alcance de la razón. La
racionalidad cada día va dando el paso a la irracionalidad que a diario nos
sorprende en sus verdades. Es como si, en dimensión psicodinámica, teniéndose
que hablar de la "patología del pensamiento", a partir de la
distinción entre el pensamiento del proceso primario, conducido por
impulsos y considerado irracional, con sus gratificaciones inmediatas, y el
pensamiento del proceso secundario, paciente, lógico, dispuesto a
futuros logros; le diéramos razón a Kris quien acentuó el fenómeno de "la
regresión al servicio del ego"; el mismo "retroceder para
avanzar mejor" de que se vale Koestler para explicar la creatividad29.
También,
entre los fenómenos que entran en juego en relación con el hallazgo de la
solución de los problemas, existe el conocido como serendipity,
entendido como "la acción de descubrir problemas o conocimientos valiosos
que en el curso de una investigación no eran buscados"30.
La serendipity equivaldría a la posición de acecho que debe
caracterizar a un pensador innovativo, a la capacidad de observación
necesaria para estar alerta en el curso de una investigación para detectar
los problemas o el problema que surja, quizás más importante que ninguno o
que el mismo objeto investigado. Tal vez descubrimiento real, hallazgo,
fórmula nueva.
Vitalidad
creativa
que sobrepasa todo sistema lógico, signo de misterio, intrincada simbología,
expresión inconsciente. Irracionalidad como fuerza existencial, como razón
de creación, poesía, imaginación, reto al cálculo, todo ello caracteriza
a la creatividad, al hombre creador.
Características
que cabría, ahora, preguntarnos en qué medida podrían poseerlas instituciones
como la Universidad o fomentarlas si es que hemos de hacer caso a aquella ofensiva
aludida como estrategia tecnológica, que en nuestro caso bien pudiera
equivaler a una estrategia educativa de real cambio planeado, institucional,
personal o colectivo.
A
este punto, tratemos de aproximarnos aún más al fenómeno de la creatividad,
a modo de ilustración sobre lo que acerca de ella han venido diciendo sus
estudiosos, con el ánimo de ir perfilando el desideratum sobre el que
recaería su razón de ser. Sería ocuparnos, por lo menos, de sus puntos
cardinales, sus componentes y sus implicaciones.
PUNTOS
CARDINALES
Creativo
por naturaleza, el ser humano gira alrededor de ese fenómeno, del cual alguna
vez ha experimentado su sentir, su presencia, personalmente o por referencia
u observación. Desde cuatro (4) ángulos, a modo de pilares básicos, podemos
observar la creatividad: en cuanto producto, persona, proceso
y medio31.
Producto. La creatividad se
manifiesta en las realizaciones valiosas y los valores. Sin éstos, el hombre
carecería de historia. Pudiendo definirse la creatividad como "conjunto
de capacidades y disposiciones que hacen que una persona produzca con
frecuencia elementos, formas originales"32.
Persona. En cuanto la creatividad
es el fruto del encuentro de la persona consigo misma, con el medio, con la
propia experiencia, con su hallazgo, con su asombro, con su logro. La persona
es el primer sujeto de atribución, tanto para la creatividad como para la
educación. De ahí que a Rogers le apasione definir "el proceso de
convertirse en persona" como el proceso de crear la persona, nuestra
persona.
Proceso. Sobresalen en éste las
fases de: preparación, incubación, iluminación y verificación.
Medio. En cuanto el individuo se
hace entre los demás seres, "en comunión con los demás". Por la
cultura, en interacción. De ahí que podamos hablar de co-creación y socio-creación
a partir de la ego-creación.
COMPONENTES
Cuatro
componentes sobresalen en la creatividad, a saber: las capacidades, el
estilo cognitivo, las actitudes y las estrategias.
Las
capacidades:
de las cuales cabe señalar la fluidez ideacional, los asociados remotos, la
intuición.
El
estilo cognitivo:
equivalente al hábito de procesamiento de información particular de cada individuo.
A la mayor o menor dependencia de campo, libertad o divergencia operativa.
Las
actitudes:
Características particulares de "originancia" e
"intelectancia". Capacidad de compromiso, tenacidad, empeño,
insistencia, espontaneidad.
Las
estrategias:
analogías, torbellino de ideas (brainstorming), transformaciones
imaginativas, delimitación de problemas, búsqueda de nuevos ángulos o puntos
de salida o entrada.
IMPLICACIONES
Son
múltiples: ¿Cómo entender la originalidad, la autonomía, la ambigüedad?. ¿Puede
enseñarse la creatividad?. ¿Puede estimularse didácticamente?
Muchos
autores, pedagogos y educadores han asumido la creatividad como Principio
Educativo, otorgándole tanta relevancia como a la individualización, la
socialización, la actividad o la intuición. Consideran que la potenciación
didáctica comienza al reconocerse la importancia de las características del pensamiento
creador, que parecieran posibles de fomentar progresiva y
sistemáticamente, a menos a modo de alternativa, complementación y estímulo
didáctico: tales como apertura a las experiencias, curiosidad mental,
sensibilidad ante los problemas, fluencia, flexibilidad, originalidad,
ambivalencia, tolerancia, equivocidad, humorismo33.
Principio
educativo
que, al interior de lo que hemos dado en llamar tentativamente Poiesología,
nos llevaría a suscribir lo que para Carl R. Rogers es una Teoría de la
Creatividad; para nosotros, de acuerdo a Ludovico Silva: Crítica de la
Razón Poética o Poiesología. Conscientes de que tal pretensión
sólo podría ser esbozada por ahora como en su momento lo hiciera Ernesto Mayz
Vallenilla, con su célebre "Esbozo de una Crítica de la Razón Técnica".
Entre
tanto, remitiéndonos a la obra rogeriana "El Proceso de Convertirse
en Persona", en su capítulo 19, entenderíamos por Proceso
Creativo aquel evento "que supone la aparición de un producto
original de una relación que surge, por una parte, de la unicidad del
individuo y, por otra, de los materiales, acontecimientos, personas o
circunstancias de su vida"34.
Condiciones
internas de la Creatividad Constructiva:
Condiciones
que promueven la Creatividad Constructiva:
7.
Inconsciente, intuición y creatividad
Se
trata de la convicción en que se está hoy de la insuficiencia de las
operaciones racionales y conscientes: de la complementariedad entre
sistematización y creatividad; de la interconexión entre el pensamiento
convergente y divergente.
En
este sentido, el pedagogo italiano Francesco De Bartolomeis ha experimentado
un procedimiento orientado a los poderes intuitivos, inconscientes e
irracionales, para poner a los estudiantes en condiciones de producir
material para ideas, material que, cribado y organizado, permita que de él
emerjan los problemas objeto de investigación. Procedimiento que él denomina
"Método de animación conceptual con movilización de fuerzas inconscientes
y reacciones proyectivas".
Según
este método, lo esencial es no imponerse, no enseñar, no mostrar preferencias
y expectativas rígidamente predeterminadas. En un primer tiempo, se procura
impedir toda interferencia inhibitoria y, en un segundo, favorecer el empeño
sistemático de los poderes mentales.
A
partir de una inicial asociación libre, se va aproximando
paulatinamente, a través de fases sucesivas, a la elaboración de un material
que se sistematiza en categorías y estructuras. De esta asociación libre,
productora del material básico, se llega a la formación de categorías y a su
ubicación en un sistema conceptual. Por medio de dos operaciones críticas
finales, se examina, primero el material; luego, colectivamente, se penetra
el significado de las respuestas, semejanzas, diferencias, contradicciones,
oposiciones, hasta dar con un número de categorías que, en segunda instancia,
se ordenan estructuralmente mediante relaciones específicas37.
A
pesar de la relativa originalidad del método, afín con el brainstorming de
Osborn, el del italiano permite, sin embargo, afrontar el problema de la
relación de los poderes sistemáticos e intencionales con los poderes
inconscientes e irracionales y con los fenómenos proyectivos. Trabajo mental
en el que, respetando al máximo las relaciones interpersonales, las
necesidades de afirmación personal y obviando una buena dosis de ansiedad,
por vías de descarga y carga psicológicas, se estimula, a
través del animador profesional, el coraje, la osadía y la creatividad en los
participantes, en busca de una segura madurez crítica, objetivo
fundamental de la intervención.
8.
Inteligencia colectiva
Podría afirmarse que la médula
de un aprendizaje significativo, a la luz de las situaciones
contempladas, estribaría en las posibilidades del ejercicio
afectivo-cognoscitivo-vivencial de la sustancia funcional del acto
educativo, representada por docentes y discentes en permanente co-aprendizaje
o sinergia acumulativa de síntesis interomnicomprensiva del
conocimiento sistematizado, en juego. En otras palabras, la función
docente estaría en relación directamente proporcional a la posibilidad de
síntesis interomnicomprensiva del continuum en que fluye y desemboca
la actividad de creación de semiosis en orden a una global
comunicabilidad educativa.
Haciéndonos eco de aquella fase
de incubación o proceso de descanso para que la mente sintetice
problemas y soluciones, que también se conoce como postergación del juicio,
donde éste se pospone hasta después de haber elaborado una buena lista de
referencias acerca de las posibles vías de solución, para evitar que la
facultad crítica se confunda con la facultad creativa; y en aras de "la
búsqueda de la verdad", esencia de la creatividad misma, estimamos
oportuno un alejamiento del juicio en lo que concierne a nuestra
exposición, sobre todo, en lo atinente a la semiótica, esa como gramática de
la lengua humana, convencidos de que, paulatinamente, los investigadores irán
encontrando mayor razón de ser en orden a la gestión y explicación del Pensamiento
Científico en los análisis derivados de la semiótica, en función del
fenómeno educativo, en tanto disciplina que vela por el estudio de las
manifestaciones lingüísticas, antropológicas, socio-culturales y sígnicas, en
general, al interior de una Ciencia Global del Hombre que Tykociner no
dudaría en seguir denominando "Zetética", para darle cabida,
en fusión de aspiracionalidad e inspiracionalidad, a las artes, las ciencias,
las humanidades y la ingeniería.
Definitivamente,
el mundo de la nueva sensorialidad y de la multimedialidad presenta, exige un
equilibrio entre procesos cognitivos y perceptivos. A través de la
interactividad, hoy, una real autopoiética genera sistemas autónomos
lingüísticos y de interrelación. La conectividad implícita en la comunicación
telemática y en la participación colaborativa o human networking conduce
o reclama un nuevo enfoque de la expresión creativa y, por ende, en las
políticas educativas. Se trata de la Inteligencia Colectiva o Conectiva,
mediante una evolución psicológica y cognitiva que a través de la telemática
crea condiciones inéditas de intercambio y producción a la vez
"colectivos".
Nuevas
formas de organización social y cognitiva hacen que el pensamiento actúe
organizado en forma colectiva; llegando a crear lenguajes dentro de una nueva
sensibilidad aún inédita; abriendo cauce al "Pensamiento Colectivo"
fincado en la "Inteligencia Colectiva".
El
saber, entonces, cada vez estará más determinado por la dinámica reticular de
la conectividad telemática, la cual transforma estructuralmente los modos de
comunicar y de sentir. Lo que hace pensar a Pierre Lévy: "Comunicación
significa hacer emerger y visualizar contextos, construir posibilidades de
acción dentro de un contexto compartido por varios individuos, construir juntos
mundos virtuales. En el ciberespacio es posible trabajar con millares de
personas y por lo tanto pensar juntos".
Mediado
el nuevo aprendizaje por las tecnologías de la información, Dolors Carrera
concluye: "La aplicación de las nuevas tecnologías en los procesos de
educación/formación de las personas nos exige la creación de nuevos modelos
de aprendizaje, nuevos procedimientos y estrategias de búsqueda,
organización, procesamiento y utilización de la información. Además, afectan
a los procesos cognitivos: producen un cambio en las representaciones
mentales y nos alejan de los objetos reales situándonos en un espacio de
abstracción para el desarrollo de la actividad humana desconocido hasta este
momento38.
Ciertamente,
existe pleno consenso en cuanto a que la tecnología multimedial nos coloca
frente a una nueva dimensión interactiva: la cooperación, la construcción
colaborativa del conocimiento, donde la inteligencia tórnase realmente
colectiva. Consecuentemente, la estrecha relación entre los medios y el
conocimiento obligan al proceso educativo a promover formas diversas,
innovadoras, de aprendizaje, hoy cuando toda concepción del Pensamiento
Científico necesariamente ha de fincar su ámbito, explicación y
perspectiva en la Inteligencia Colectiva.
Pierre
Lévy piensa que el verdadero, auténtico acto de comunicación es el que
consiste en construir en cooperación un universo de significados común, en el
cual cada quien se pueda situar. Considera que es necesario reconocer que la Inteligencia
Colectiva está distribuida dondequiera haya humanidad y que, distribuida
por dondequiera, puede ser revalorizada al máximo mediante las nuevas
técnicas, sobre todo revistiéndola de sinergia. Hoy, sostiene, si dos
personas distantes conocen dos cosas complementarias, a través de las nuevas
tecnologías, pueden de verdad entrar en comunicación la una con la otra,
intercambiar su saber, cooperar. Ésta en el fondo es la Inteligencia
Colectiva, definida por el propio Levy como aquella "distribuida por
doquiera, valorizada por democracia en tiempo real, por la inventiva estética
y una economía de calidad humana; multidimensional y multisensual, ligada al
cuerpo y a la tierra, ocupada de rematerialización y no desmaterialización…
La Inteligencia Colectiva es la puesta en común de las capacidades
mentales, de la imaginación, de las competencias que permiten a los
individuos colaborar, trabajar y aprender juntos"39.
En
función del desarrollo de nuevos instrumentos de conocimiento y de
comunicación, pendientes de la evolución del concepto del saber en la era
telemática, lo que está cambiando es nuestra relación con el conocimiento, de
donde se deriva que debemos aprender a construir una relación con el
conocimiento completamente nueva. En este sentido, Lévy considera que el
papel del docente está destinado a transformarse en un real animador de la
inteligencia colectiva en sus alumnos; los docentes del futuro serán managers
del conocimiento y animadores, antes que personas que detienen e imparten
un saber, proveedores de conocimientos. Por lo tanto, piensa que se pueda,
que se deba considerar el ciberespacio como el lugar de la Inteligencia
Colectiva, en el que está en juego la inteligencia colectiva de la
humanidad. Entretanto, el trabajo del navegador consiste en un filtro, en una
elección, en una selección junto a los otros internautas quienes elegirían
qué realmente interesa en cuanto a un determinado sujeto o asunto buscado,
investigado40.
De
nuevo, recaemos en la teoría de la selectividad, la cual junto a la
llamada agenda-setting function, nos recuerda como en la comunicación
colectiva los mass media serían los encargados de formular el orden del día
en el ámbito cotidiano de la conciencia social. Y así como en este caso se
desata un mecanismo psicológico de autodefensa frente a la salvaguarda del
patrimonio de valores e intereses del receptor; en tratándose de la Inteligencia
Colectiva, a partir del orden del día específico, dentro de un hic et
nunc real, el navegador o configurador del nuevo conocimiento se rige por
un riguroso plan de exposición y percepción selectivas tendiente a pertrechar
las ideas, motivaciones y acciones que, alimentadas por la memoria selectiva,
colectiva, sean capaces de responder justamente por una auténtica Inteligencia
Colectiva en función de un pensamiento cada vez más científicamente
colectivo, en función del desarrollo de una nueva economía del conocimiento.
Ciertamente,
estamos ante una nueva teoría de la racionalidad científica, la que
nos conduce a un paradigma emergente que nos permita entrar en la
lógica de una coherencia integral, en una ciencia más universal e integrada,
interdisciplinaria, donde el individuo no sólo se define por sí mismo, sino
por su red de relaciones con todos los demás. De donde hemos de estar
preparados para cambiar los fundamentos de nuestro conocimiento ante la
aparición de nuevas experiencias. De hecho, a tenor del principio de la
complementariedad del conocimiento, cada vez se hace más obvia la
necesidad de los aportes de diferentes personas, métodos y disciplinas, para tener
una idea más cierta, coherente y general de la realidad. Todos somos todo.
Para complementar nuestra percepción de la realidad es necesario el
intercambio y el diálogo auténtico, especialmente con aquellos que tienen
posiciones diferentes a la nuestra, si queremos acercarnos más al
conocimiento de la realidad total41.
Por
lo demás, a partir del inconsciente colectivo postulado por Jung,
sintonizamos con el inconsciente de las otras personas. A través de la
resonancia mórfica expuesta por Rupert Sheldrake, compartimos una memoria
colectiva que resuena en nosotros y resonará en el porvenir de nuestros
sucesores.
Dentro
de una visión sistémica de la realidad, la idea de que el individuo está
inevitablemente unido al cosmos va siendo cada vez más evidente con el avance
de las ciencias. Esta visión concibe al mundo en términos de un sistema vivo,
un todo integrado, que forma una compleja red de interacciones o
relaciones. Con F. Capra, no es demasiado aventurado suponer que todas las
estructuras del universo son manifestaciones de su dinámica auto-organizada o
mente cósmica, la misma que ha llevado a pensar en una conciencia
cósmica.
Puesto
que pulsar el espíritu de la cultura de cada tiempo es tarea ineludible de la
educación, ante el impacto de la revolución causada por las tecnologías de la
información y por el conocimiento científico y tecnológico, en pro de un pensamiento
científico afianzado en una inteligencia colectiva, educar, en el
sentido de compartir, ha de significar formar para el diálogo, para el
asombro; " enseñar cómo vivir sin certeza y, sin embargo, no quedar
paralizados por la incertidumbre"42.
Notas:
1.
Arreguín,
J.L.M. Sistemas de comunicación y enseñanza. México, Editorial
Trillas, 1986. pp. 59-77.
2.
Alruiz
de Torres, María. Seminario de investigación en torno al pensamiento
científico. Memoria, 1980-1989. San Cristóbal, Táchira, Venezuela. CEDE,
UNET, 1990. p.92.
3.
Nikerson, Raymond S. et alii. Enseñar a pensar. Barcelona, España,
Editorial Paidós, 1987. pp. 286-287.
4.
Hayakawa,
S.I. El lenguaje en el pensamiento y en la acción. México, UTEHA,
1987. pp. 56-57.
5.
Nikerson
et alii. op. cit. ídem.
6.
Guiraud,
Pierre. La semiología. México, Siglo Veintiuno, 1976. p. 40.
7.
Nikerson
et alii. op. cit. ídem.
8.
Guiraud,
P. op. cit. p.17.
9.
Nikerson
et alii. op. cit. pp. 69-70.
10. Ibidem. pp.71 y ss.
11. Idem.
12. David, G.A. y Scott, J.A. Estrategias
para la creatividad. Buenos Aires, Editorial Paidós, 1980. p. 240.
13. Ibidem. pp. 66 y ss.
14. Rivoltella, Pier Cesare. Media
e conoscenza. En: Revista "Vita e Pensiero". Milano, Italia, No.
6, noviembre-diciembre, 1999. pp. 622-637.
15. Davis,
G.A. y Scott, J.A. op. cit. pp. 80 y ss.
16. Rivoltella, Pier Cesare. op.
cit. ídem.
17. Davis,
G.A. y Scott, J.A. Ibidem. pp. 93-94.
18. Nikerson et alii. op. cit.
pp. 71-72.
19. Eco, Umberto. Tratado de
Semiótica General. Barcelona, España, Editorial Lumen, 1988. p. 91.
20. Bailey, J. Il
postpensiero. La sfida dei computer all ´ intelligenza umana. Traducción
italiana, Garzanti, Milano, 1988. Citado por Pier Cesare Rivoltella. op. cit.
p. 634.
21. Eco, Umberto. op. cit. pp. 431-432.
22. Rossi-Landi, Ferrucio. Semiotica
e ideologia. Milano, Bompiani, 1979. p. 307.
23. Eco, Umberto. op. cit. pp.
433-434.
24. Rossi-Landi,
Ferrucio. op. cit. idem.
25. Wong, V.G. El proceso
tecnológico. San Cristóbal, Táchira, Venezuela. UNET, 1986. Cuadernos de
la UNET, No. 2. pp. 3 y ss.
26. Ibidem. p. 29.
27. Burk, Ignacio. El don del
asombro. En: Diario El Nacional, Caracas, miércoles 27 de enero de
1982. p. A-5.
28. Beveridge, W.I.B. El arte
de la investigación científica. Caracas, U.C.V., 1973. p. 140.
29. Hilgard, Ernest R.. – Bower,
Gordon H. Teorías del aprendizaje. México, Trillas, 1986. pp. 316-317.
30. Pardinas, Felipe. Metodología
y técnicas de investigación. México, Siglo XXI, 1975. pp. 127-128.
31. De la Torre, Saturnino. Aproximación
bibliográfica a la creatividad. Barcelona, España, PPU, 1989. pp. 15 y
ss.
32. Idem.
33. Ibidem. pp. 52 y ss.
34. Rogers, Carl R. El
proceso de convertirse en persona. Barcelona, España, Paidós, 1984. pp.
301-311.
35. Idem.
36. Idem.
37. De Bartolomeis, Francesco. Sistema
dei laboratori. Milano, Feltrinelli, 1978. pp. 226-236.
38. Carrera, Dolors. Telemática
y Educación. En: Espéculo, No. 8. Revista Electrónica de Estudios
Literarios, Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad
Complutense de Madrid. Marzo – Junio, 1998.
http://www.ucm.es/info/especulo/numero8/dcarrera.html
39. Lévy, Pierre. Entrevistas: L
´ intelligenza colettiva. (Parigi – European IT Forum, 04/09/95). Evoluzione
del concetto di sapere nell ´ era telematica, (Venezia, 07/03/97). http://www.mercurio.it/u/pgr/comunica/levy2.htm
Las redes sociales y la inteligencia colectiva: Nuevas oportunidades de participación ciudadanaPalabras clave
Resumen
El siguiente artículo es una
recopilación de información en torno a la temática de cómo las redes sociales
han absorbido herramientas que potencian la inteligencia colectiva y la
participación ciudadana. Parte de la recolección es mostrar la sinergia
existente entre las redes sociales y esta también llamada inteligencia de
enjambre; como estas redes han consumido las herramientas tecnológicas y
como la teoría social ha analizado el
funcionamiento de la gestión del conocimiento a través de estos sistemas.
El propósito del artículo es entregar al lector las claves necesarias para entender el origen de las nuevas oportunidades de participación ciudadana que actualmente residen en las redes sociales. Contenido de la comunicación
1. Introducción
Hace algunas décadas era impensable el nivel de
hiperconexión que existe hoy. Quizá Alvin Toffler si sabía de lo que hablaba
cuando escribió el “Shock del Futuro” y mencionaba que el motor del cambio era
la tecnología impulsada por el conocimiento, especificando que la última parte
del proceso de innovación era la etapa de la difusión en que la tecnología
ayuda a engendrar nuevas ideas creadoras.
Es
así como la combinación de los avances de la telefonía móvil y los ordenadores
portátiles nos permiten conectarnos a Internet en casi cualquier lugar del
planeta. Los avances de las herramientas digitales nos han convertido en
nómades, errantes pero enlazados a nuestro mundo social.
Dejando
fuera a la población que no es parte de este fenómeno, podemos analizar el
sistema a través de quienes si lo conforman: aquellos individuos
permanentemente conectados que tienen acceso a la tecnología de punta de los
aparatos móviles; los cuales les permiten tomar fotografías, grabar vídeo y
audio, escribir y enviar un correo electrónico desde un dispositivo celular por
medio de una conexión inalámbrica a Internet.
Lo anterior, es una muestra de como las redes sociales se
han virtualizado y tecnologizado. Estas comunidades hiperconectadas tienen en
común un interés básico por incluirse en estas nuevas tecnologías. Compartiendo
una misma condición que les permite interactuar entre ellos por medios que
podrían parecerles invisibles y casi naturales. Conformando una comunidad
constantemente conectada e informada de lo que sucede con las otras personas
que están dentro del mismo grupo y que han naturalizado el proceso de navegar
por la red y vincularse virtualmente.
El funcionamiento técnico de estas
comunidades, depende de los contenidos que cada uno de los individuos agrega a
la red, lo cual provoca una constante creación de conocimiento colectivo
compartido de forma sincrónica.
2. La sinergia de las redes sociales y la
inteligencia colectiva
El concepto de Lévy inteligencia
colectiva se refiere a la suma de inteligencias personales formando
un sistema colaborativo inclusivo, el cual suma el conocimiento de varios
individuos con el propósito de generar un conocimiento colectivo que es
simplemente liberado en una democracia virtual. Este sistema, busca un
“comportamiento emergente globalmente inteligente” en un espacio sin
estructuras de poder censuradoras de contenido y de acción.
En este contexto, las multitudes
inteligentes de Rheingold aparecen como organizaciones que buscan
llevar a cabo acciones civiles grupales en el plano no virtual. La motivación puede ser
ideológica o de otra índole, pero el fin es generar una convocatoria para
quienes siguen dicha comunidad a través de la red. Ejemplo de esto son las
“invitaciones” para los evento en la red social Facebook donde se elige a una
serie de personas dentro y fuera de la red, quienes pueden responder dentro del
mismo sistema si asistirán o no.
Las redes sociales digitales actualmente
funcionan como un elemento viral. El elemento novedoso de este tipo de
transmisión es la segregación social de quienes no son “contagiados” por esta
tendencia. Siendo excluidos del proceso de creación de inteligencia colectiva en
el plano virtual por su ausencia de participación dentro de la red. Recibiendo
los efectos no virtuales del conocimiento generado por esta comunidad a través
de los medios análogos de comunicación o en la vida social cotidiana por tener
contacto no virtual con quienes si participan.
Asimismo, esta también llamada inteligencia de enjambre,
necesita una comunidad para funcionar. La duda reside en si es necesario o no
que los individuos que forman parte de la creación del conocimiento colectivo
deban ser parte de una red social establecida o se conozcan individualmente
entre ellos. Como ejemplo de lo anterior, existen foros de ayuda de diferentes
temas en Internet donde no es necesario registrarse como un usuario permanente
para tener acceso a preguntar o responder consultas de otros participantes.
Por otro lado, en una red social ocurre una sinergia que
permite la integración de la inteligencia
colectiva que evoca una especie de dependencia de parte de ambos
sistemas en una forma complementaria. Las redes sociales virtuales funcionan en
base a los contenidos que cada usuario sube a la comunidad. Causando que la
generación de conocimiento sea sincrónica y funcione de una manera casi
simultánea al ingreso de información a la comunidad.
La característica del tiempo real en el
funcionamiento de esta inteligencia
colectiva, a veces no se da de forma inmediata. La diferencia de
agregar contenido y crear conocimiento radica en especial en los espacios de
comentarios y discusión existentes en las redes, las cuales dependen
absolutamente de la participación de los usuarios. Los aportes se hacen a
través de un sistema de publicación inmediata pero la generación de una nueva
idea puede tardar mucho tiempo de discusión virtual.
3. Herramientas tecnológicas utilizadas por
los usuarios: la mutación hacia y desde las redes sociales
La democracia virtual dentro de una red social
permite que el conocimiento colectivo funcione de forma casi instantánea. En un
comienzo fueron el correo electrónico y chat quienes permitieron la
sociabilización por medio de la red; y posteriormente aparecieron fotoblogs,
bitácoras, videoblogin, microblog, entre otros.
Al mismo tiempo la personalización de la web
ha sido cada vez mayor. Primero fue el color de las letras del correo
electrónico, las letras del chat y sus emoticones; luego la interfaz del
correo, la interfaz de nuestro blog, de nuestro chat; actualmente de nuestro
navegador y sigue en constante cambio.
En la corriente de estas modificaciones, las
herramientas virtuales han cambiado de forma de hacer participar a los usuarios
y generar comunidades. Un caso concreto son los marcadores de sitios favoritos,
que mutaron hacia los marcadores dinámicos RSS y posteriormente se han
convertido en comunidades que permiten marcar un sitio web como favorito y
catalogarlo.
Sitios web como Delicious, Digg, Stumble,
Meneame, etc. permiten publicar un enlace en la red y, además, compartirlo
públicamente a través de Internet con una cantidad ilimitada de usuarios. Esto
genera espacios para comentar el enlace publicado, colocarle una etiqueta según
su contenido o valorarlo de manera positiva o negativa con un voto u opinión.
Evocando la inteligencia de
enjambre tanto como para informaciones de actualidad como para
temáticas de otra índole.
Otro ejemplo de como las herramientas web se han
convertido en redes sociales que generan conocimiento, son los sitios de
vídeos. Un ejemplo de esto es You Tube y Tu Tv. Estos sitios permiten al
usuario registrarse de forma casi instantánea para subir un vídeo y darle el
nombre que se considere adecuado para el archivo. Permite etiquetarlo según su
contenido o no y dejar el espacio abierto para que otros usuarios comenten el
contenido del mismo.
Las redes sociales han incorporado los blogs, los enlaces
favoritos, los vídeos y el chat. Han tomado lo necesario de cada una de estas
herramientas de la web 2.0 para que el usuario pueda compartirlas con sus
amigos, conocidos y desconocidos-virtuales. Este tipo de cambio es parte de la
cibercultura.
La telefonía celular ha incorporado Internet móvil en la
vida cotidiana. Moverse por la ciudad hablando a través del chat de alguna red
social o leyendo una noticia valorada positivamente en Meneame se está
convirtiendo en cotidiano. El hecho de que se haya creado el microblogin a
partir del blog personal y el estatus de MSN, provocó que la creación de
Twitter y su sistema de post en tiempo real con solo 140 caracteres fuera un
éxito a nivel mundial. Llevando a Facebook, una de las comunidades más grandes
del planeta, a que adoptara el sistema de microblogin en el estatus de los
usuarios que ya forman parte de su red haciendo una “propuesta” a su uso por
medio de la pregunta “¿En qué estas pensando?” y generando aplicaciones para
que se coordinara con el sitio de Twitter, interconectando dos grandes sitios
de redes sociales en tiempo real llevando a la convergencia de los medios
digitales.
Por último, hay algo que las redes sociales más
utilizadas no han incluido dentro de sus sistemas: el sonido. Históricamente
dentro de los medios de comunicación masivos, la radio ha sido fundamental.
Primero por su costo, por la cercanía que provoca en los oyentes y por su
capacidad de llegar a lugares que otro medio de comunicación no podría. Con la
web este medio se ha transformado y ha tenido tres variantes principales en
sitios de internet: la lista personal de mp3, las radios virtuales y los
podcast.
Actualmente
existen portales como Lastfm o Blip que permiten hacer radioemisoras con una
programación personalizada creando un perfil que se puede compartir con otros
usuarios de Internet y miembros del sitio. Esta comunidad se suma a las redes
sociales que utilizan podcasting para realizar audioblogin, generando radio y
programas alternativos realizados por cualquier usuario que tenga la intención
de realizarlo. Ejemplos de estas alternativas son Poderato y Podcasting.
En
este sentido Myspace lleva la delantera. Este sitio es conocido como un lugar
propicio para que bandas alternativas y de sellos discográficos muestren su material
de forma gratuita. Es una gran cadena de contactos entre bandas emergentes y
reconocidas. Entregando la opción de subir canciones y videos de temas
musicales a un sitio personalizado que sirve a la vez de portafolio del
artista.
4. Las redes sociales y la inteligencia
colectiva desde las Ciencias Sociales
Para entender un poco más lo que es una red social, las
ciencias sociales han generado un conjunto de técnicas para graficar este
sistema y entender de mejor manera como las relaciones interpersonales fueron
modificadas a causa de la innovación, generando un espacio virtual de
comunicación que pronto fue denominada como una red social digital. Esta serie
de metodologías se conjugaron y se unificaron en un solo concepto conocido como
la Teoría de Análisis Social.
Esta teoría se relaciona con la sigla ARS que significa
Análisis de Redes Sociales, Social Network Analisys o también referido a un
Análisis Estructural. El análisis también es utilizado en sociología y en
psicología social; y se conforma por un conjunto de técnicas y métodos que se
utilizan como herramienta de medición de las conexiones entre diversos actores
& eventos. Dicho conjunto permite revisar las conexiones entre actores de
una forma “macro”, su conducta individual a un nivel “micro” y las relaciones
recíprocas entre los dos niveles.
El ARS es utilizado por gran parte de las ciencias
sociales para analizar las redes sociales de un modo científico. La aplicación
del álgebra de la teoría de grafos a los vínculos sociales permite analizar
estructuralmente debido a su combinación de grupos y su vocabulario propicio
para tales efectos. Graficando el funcionamiento de una red social en una
especie de mapa conceptual-relacional de individuos.
Una red se define como una abstracción para visualizar
una serie de sistemas compuestos por “nudos” o “nodos” y los enlaces entre
ellos llamados “aristas” en el caso que tenga una dirección única o “arcos” si
tienen una relación bidireccional. En las redes sociales los “nodos” se
convierten en agentes o individuos y mientras que las “aristas” y “arcos”
representan las relaciones sociales entre ellos.
A
través de los grafos de las redes sociales, se podría proponer la expansión del
conocimiento y la comunicación como una especie de “oleaje”que cruza la comunidad
a través de las aristas y los arcos, obteniendo un alcance con evidente
relevancia en el comportamiento de replica en los individuos que la componen
dependiendo de las interconexiones entre ellos.
Este
análisis puede denotar estructuras de poder comunicativo por parte de ciertos
actores que podrían catalogarse como líderes de conocimiento y comunicación
dentro de estas redes. Ya que las mayores expansiones se pueden producir cuando
haya agente con variadas conexiones hacia agentes nuevos.
El
ejemplo más claro de lo explicado anteriormente es el Marketing Viral. Cuando
se crea una “ideavirus”, el autor inicia un ambiente en el cual la idea puede
replicarse y extenderse funcionando como un virus dentro de una red. Estas
ideasvirus no solo son aplicables al marketing sino también a contenidos
creados por cualquier usuario común del sistema, al replicarse y extenderse en
la comunidad es cuando el conocimiento colectivo se genera.
Al
analizar el concepto de las redes sociales y la inteligencia colectiva hay autores, como por
ejemplo Lévy, que atribuyen esta clase de investigaciones a la Antropología del
ciberespacio por ser un “sistema de proximidad propio del mundo humano”. La
palabra Antropología se define como el “término general que designa la ciencia
del hombre: el desarrollo cultural, social y físico del hombre, así también su
conducta a través de la historia”
La
Antropología como disciplina involucra el estudio de la humanidad en general y
puede tomar como objeto de estudio cualquier fenómeno social que necesite ser
explicado a través de factores culturales. Al incorporarse la tecnología dentro
del proceso de recolección de datos del antropólogo en 1898 a causa del uso de
una filmadora, cambiando el proceso de obtencion de información, también se modificó
la forma de analizar aquellos datos. Esto dio paso a la Antropología Visual y
la Antropología Digital. Ésta última es la cual abarca el análisis del
ciberespacio por su naturaleza virtual y por los métodos etnográficos
digitales.
La antropología de la inteligencia
colectiva
De igual manera como se han modificado las
relaciones sociales, las herramientas tecnológicas han potenciado el desarrollo
de la inteligencia colectiva.
Iniciativas como Wikipedia de Jimmy Wales, genera un lugar de gestación del
conocimiento que crece en forma permanente.
Lévy habla del vínculo social que se forma en
torno al aprendizaje recíproco y menciona que la inteligencia de enjambre no es solamente un
proceso cognitivo sino que es el trabajo en conjunto, una unión de ideas y de
personas que “construyen sociedad”. Propone un proyecto global con dimensiones
estéticas, éticas, tecnológicas y organizacionales. Una especie de utopía
colaborativa que puede ser traducida en una nueva red social digital, donde el
vínculo social se renueva por la relación que mantiene con el conocimiento,
sumando el intelecto y el aprendizaje.
En este proyecto las redes sociales adquieren
un nivel intelectual y de simbiosis distinto al que actualmente reside. El
vinculo familiar, de trabajo, amistad, etc. deriva en un vínculo colaborativo
evidente y distinto. El cual es notorio pero no intencional, denotando la
colaboración como esencial en la formación de una red social.
5. Conclusiones: Nuevas oportunidades de
participación ciudadana en las redes sociales
Con
lo revisado en el artículo se puede entender el funcionamiento de una red
social, su dependencia de contenido agregados por los usuarios y la oportunidad
que crea para generar una multitud inteligente, pero ¿Cómo este panorama
entrega nuevas oportunidades de participación ciudadana en las redes sociales?
Las
Redes sociales en sí mismas son una forma de participación social y la novedad
existente en torno a ellas es su virtualización y la suma del resto de las
herramientas tecnológicas de la web unificadas en un sólo sistema.
Transformar
una red social en un lugar de participación ciudadana tiene que ver con un
componente cívico. El cual se conforma de personas o instituciones que sean
reconocidas como ciudadanos de un país o una ciudad y tengan una serie de
deberes y derechos en ese territorio.
Las herramientas de participación ciudadana que ofrecen las redes
sociales van más allá de las herramientas tecnológicas. Porque estas
herramientas ya existen en la web. La herramienta más potente de una red social
virtual es el hecho de ser libre y virtual. Esta caracteristicas les permite
dar pie a organizaciones de variada índole que funcionen en torno a
problemáticas de un sector geográfico o ideológico. Además, conjugan el sistema
de comunicación con la motivación social, asunto que ha sido de lado por los
jóvenes que presentan una ausencia civil en las urnas pero que predominan en
presencia el entorno virtual.
Los
usuarios son dueños de los contenidos de las redes, por lo que queda es darse
cuenta de ellos y apoderarse de ellas. Las herramientas de Internet pueden ser
una agenda, un álbum de fotos, un correo, etc.; pero las redes sociales son más
que un punto de encuentro. Son una potente herramienta de coordinación y
manifestación de las personas que las componen, ya que conjugan una serie de
herramientas virtuales utilizadas a diario se combinan con la participación
ciudadana fuera de lo virtual. Tornándose en una multitud inteligente.
Una
nueva oportunidad de participación sería el acto ciudadano de tomar alguna de
estas redes sociales y apropiarse de ellas. Utilizando la inteligencia colectiva
para generar un conocimiento que pueda aplicarse de forma cívica. Existen
eventos como Blogpower, Comunas Digitales, Blogs & Beer, Fist Tuesday,
Twitter Party, etc; que reunen a comunidades de usuarios activos en un lugar no
virtual para que se conozcan y potencien sus lazos entre ellos. Varias de estas
iniciativas son seminarios o conferencias donde personas de mayor o menor
participación virtual se encuentran generando sinergia y contacto fuera de la
red.
Otra
forma de participación ciudadana es la capacidad de convertirse en líderes de
opinión. El hecho de saber seleccionar y filtrar la información no es una
capacidad que se comparta mucho a través de las redes sociales ni en Internet.
Miles de presentaciones (Power Point y Flash con proverbios chinos, bíblicos,
etc.) rondan por la Web y se cuelan a estos sistemas. El famoso Spam o correo
no deseado también se transmite por las redes sociales, siendo necesario que
aparezcan actores que puedan detectar los contenidos útiles para distribuir por
la red.
Las
Redes Sociales es una herramienta que ha sido llamada una pérdida de tiempo y
origen de procastinación. Pero con la motivación social suficiente para generar
la inteligencia colectiva obtenemos una multitud preocupada y activa por sus
derechos y deberes civiles, cruzando la línea de lo virtual para generar un
movimiento social.
Por
lo tanto, las nuevas herramientas de la participación social que entregan estas
redes no son simplemente herramientas tecnólogicas combinadas, porque estas
herramientas ya existían. Sino que nos entrega el reencanto por participar y
cuidar nuestras ciudades y hacer valer nuestra ciudadanía. Algo perdido por la
nueva sociedad industrializada sometida y cansada de u entorno social
desgastado. Estas nuevas redes pretenden revolver la inconciencia colectiva y
rescatar el espíritu social anterior a la época neoliberal. Con valores éticos
y distintas características que a simple vista parecen una útopía.
Bibliografía/Referencias
Inteligencia colectiva: El futuro será colectivo o no sera.-“Todos nosotros sabemos algo. Todos nosotros ignoramos algo. Por eso, aprendemos siempre.” (Paulo Freire)
Otro tema estrechamente relacionado con la inteligencia
colectiva y las redes es el de los modos
de aprender. También se trata de “aprender en cualquier lugar
mientras se hace cualquier otra cosa”, y esto, que podría parecer un slogan
banal, no lo es porque la tendencia a la generalización del acceso a internet
mediante computadoras y dispositivos móviles (celulares, iPods, móviles 3G,
portátiles ligeros, laptops, netbooks, etc.) y la constitución de redes
sociales diluye la separación entre el tiempo de trabajo, el tiempo de estudio
y los tiempos dedicados a otras actividades –por ejemplo, ocio,
entretenimiento, etc-. Si la diferencia entre tiempo de estudio y otros tiempos
desaparece, podría significar que “aprendemos al mismo tiempo que hacemos
diferentes cosas” (al igual que lo hacen los niños).
La separación entre el tiempo de trabajo, el
tiempo de estudio y los tiempos dedicados a otras actividades –por ejemplo,
ocio, entretenimiento, etc- cada vez es más difusa.
Para comprender mejor este concepto podríamos pensar en
la siguiente metáfora: el principal proyecto “arquitectónico” del siglo XXI
es diseñar y organizar el espacio interactivo y móvil que generó la Web. Como
decíamos: en este espacio social, económico, cultural y educativo las personas
están desarrollando otras formas de lectura, escritura, publicación, producción
de contenidos y de relación y vinculación interpersonal resultado del uso y
apropiación de las diferentes TIC.
Surgen otras formas de lectura, escritura,
publicación, producción de contenidos y de relación y vinculación
interpersonal, resultado del uso y apropiación de las diferentes TIC.
Blogs y Wikis.-
Los
procesos y transiciones del escenario actual instalan nuevas necesidades, por
ejemplo: pasar del modelo/paradigma de los grandes maestros a los docentes como
grandes “mediadores”. Necesidad que pone en evidencia la enorme distancia que
tenemos en nuestras formas de enseñar y formas de aprender formalmente hoy.
¿Qué enseñar en un contexto en el que el conocimiento aumenta, se modifica y circula con un dinamismo como nunca antes existió? Por ejemplo, la información digital se mide en petabytes y supera tres millones de veces la contenida en la cantidad total de libros escritos en la historia de la humanidad. Espectacular: si imprimiéramos todo lo que hay en internet obtendríamos un libro de 3.048 metros de alto y 1.2 billones de libras de peso, que tardaríamos 57.000 años en leer (dedicando 24 horas al día, los 7 días de la semana). Si leyéramos 10 minutos cada noche antes de irnos a dormir finalizaríamos la lectura del mentado libro en 8.219.088 años. Se calcula que un joven de 21 años dedicó, en promedio, 10.000 horas de su vida a jugar frente a una PC, y envió 250.000 mensajes de correo electrónico/mensajería instantánea, además de haber hablado 10.000 horas por teléfono y transitado con plena naturalidad las redes sociales y los mundos virtuales. Estos ejemplos demuestran los motivos por los cuales la construcción del conocimiento necesita nuevos espacios, prácticas y formatos. ¿Cómo enseñar a chicos que van a ocupar puestos de trabajo que aún no existen o apenas comprendemos de qué tratan? Hoy podemos encontrar anuncios que piden “internet benchmarking”, o “broker de informática”, denominaciones de puestos que no existían un año atrás. Las diferentes formas de enseñar y formas de aprender incluyen, por supuesto, a las TIC. Como señalamos, las TIC permiten llevar a cabo procesos de búsqueda, selección y elaboración de información y contenidos en una serie de diferentes formatos. Uno de esos formatos son los llamados blogs, weblogs y/o microblogs, también conocidos como bitácoras digitales. Son sitios web muy fáciles de usar, en los que se publican cronológicamente artículos y notas en diferentes formatos, fotografías y videos de uno o varios autores, apareciendo primero el de publicación más reciente. Habitualmente, en cada publicación o “post” los lectores pueden escribir sus comentarios y el autor darles respuesta, de forma que es posible establecer un diálogo virtual. El uso o temática de cada blog es particular; los hay de tipo personal, periodístico, empresarial o corporativo, tecnológico, educativo, etcétera. Otra herramienta de producción y publicación eminentemente colectiva son las wikis. Wiki es un sitio cuyas páginas web pueden ser editadas por múltiples voluntarios a través de sus navegadores, independientemente del lugar en el que se encuentren. Los usuarios pueden crear, modificar y corregir un mismo texto que comparten. Hasta el momento, la aplicación wiki de mayor peso y a la que las wikis deben su mayor fama ha sido la creación de enciclopedias colaborativas, género al que pertenece la Wikipedia.
El
artículo referido a Manuel Belgrano en Wikipedia fue visitado unas 220 mil
veces entre febrero y junio de 2008, pero solo 200 mil visitas ocurrieron en
junio, precisamente el 19 de ese mes, cuando cientos de alumnos seguramente
apuraban la tarea del feriado del 20, aniversario del fallecimiento del creador
de la bandera.
Existen
otras aplicaciones más cercanas a la coordinación de informaciones y acciones o
la puesta en común de conocimientos o contenidos dentro de grupos.
Muchos docentes incorporaron en sus clases –y continúan incorporando– el uso de blogs y wikis como parte de sus estrategias pedagógicas, entre otras herramientas, para facilitar los procesos de aprendizaje de los alumnos. Los blogs y wikis como productores de fuentes de conocimiento tienen multitud de detractores, que los ven como enemigos del rigor y la exactitud necesarios frente a cualquier fuente tradicional de conocimiento académico. Pero también han surgido defensores de estas herramientas, aunque puedan conllevar errores o informaciones no verificadas.
Lo cierto es que la validación de fuentes es
un trabajo en el que los docentes guían a los alumnos para que estos aprendan a
agudizar la mirada crítica. No hay que temer a los errores, sino aprender de
ellos.
Ejemplo: un análisis hecho
por la revista Nature
en 2005 demostró que tomando como muestra 42 artículos científicos había un
promedio de 4 errores en cada uno de los de la Wikipedia, pero 3 de promedio también en la Enciclopedia Británica.
Lo interesante es que los errores de la Wikipedia
fueron corregidos al día siguiente de difundirse el estudio, mientras que los
de la Enciclopedia Británica
aún están esperando la nueva edición en papel.
Frente a un contenido erróneo, insuficiente o inexistente es posible corregir, completar, mejorar y profundizar cada nota. La Wikipedia es un ejemplo de enciclopedia “a la carta”. Ni un autor único, ni un grupo de expertos (Enciclopedia Británica) sino un colectivo abierto. Un mundo heredado de autores individuales y referentes fijos de legitimidad, versus un mundo wiki, de la velocidad o de la rapidez –como lo indica el sentido original del término- y de la incertidumbre. En un caso es top-down (la producción y evolución de la Británica está gestionada desde "arriba"), en el otro es bottom-up (la producción y evolución de la Wikipedia surge y se desarrolla desde "abajo"). La Wikipedia es una enciclopedia fabricada enteramente por voluntarios aficionados de todo el mundo que suben información, escriben, redactan, aportan, actualizan y revisan artículos en un proceso constante. Los especialistas de Wikipedia Argentina elaboraron un cuadernillo de ayuda para los docentes. El título, justamente, es “Wikipedia en el aula” y sirve como material de consulta para que los maestros puedan aportar sus propias ideas y brindar ciertos contenidos y formas de uso a aquellos chicos que se conectan todo el tiempo a la red para hacer un trabajo o las tareas escolares. El cuadernillo surgió porque había mucha demanda por parte de los docentes de distintos niveles educativos a los que el uso de internet en educación, y de la Wikipedia en particular, les provocaba cierta inquietud o hasta una sensación de vértigo y necesitaban conocer más a fondo cómo incluirlas de modo significativo y relevante en sus clases. Redes Sociales
Hablamos
de inteligencia colectiva, de trabajo colaborativo con TIC y de uso de blogs y
wikis en educación. Obviamente, todo esto es posible gracias a la constitución
de redes en las cuales todos los usuarios comparten algo.
En las redes sociales, como Facebook, Sonico, MySpace, Friendster, MSN spaces, Flickr, Fotolog, Blogger, Twitter y YouTube, entre muchos otros ejemplos, cada usuario invita a contactos y conocidos propios, que a su vez invitan a los suyos y así sucesivamente, creando una red cada vez mayor y más interconectada entre sí, estableciéndose vínculos de todo tipo y compartiendo materiales variados: notas, artículos, mensajes, videos, clips, música, fotografías, invitaciones a fiestas, organización de eventos, aplicaciones, etcét era
En la era de las redes sociales, casi no
existe actividad que no esté representada por una comunidad en internet, y la
educación no es la excepción.
Entre los foros, grupos de discusión, blogs,
wikis y otros dispositivos interactivos adoptados por el ámbito educativo, se
destacan las redes dedicadas a la innovación aplicada a la educación y a la
formación. Por ejemplo, las llamadas plataformas de e-learning y los campus
virtuales que ofrecen herramientas para que los docentes se relacionen entre
sí, se capaciten a distancia y puedan elaborar proyectos conjuntos en red,
entre muchas otras aplicaciones de creación y publicación de contenidos.
Como cualquier red social, los miembros de la comunidad pueden buscar y agregar a una lista de contactos a personas o instituciones relacionados con su misma área profesional o especialidad, enviarles mensajes, y compartir con ellos ideas, propuestas, conocimientos y opiniones. También se pueden subir videos, chatear, agregar comentarios y votar contenidos. Es posible que nos encontremos ante un cambio de paradigma en la colaboración entre grupos humanos, y este cambio afecta a todos los ámbitos, sobre todo el educativo. El embrión de este cambio ya estaba en la génesis de internet con aquellos grupos de personas que actuaron al margen de las jerarquías y las grandes corporaciones y propiciaron el desarrollo del software libre. De este modo, no solo los que tenían dinero para comprar los programas originales pudieron beneficiarse de las bondades de internet sino todas y cada una de las personas que utilizaron y continúan utilizando software libre. En este sentido, los propios grupos de usuarios fueron los verdaderos protagonistas de una cierta democratización de las herramientas al desmontar y cuestionar muchos de los principios de la lógica capitalista como la propiedad intelectual, las patentes, el secreto y la circulación dosificada de la información. Uso responsable de TIC
Con
la creciente presencia de TIC en la vida cotidiana, y la expansión de las redes
hacia todos los campos de desarrollo humano, han surgido algunos problemas
relativos a la seguridad y privacidad de las personas. En este sentido, los
docentes pueden abordar esta problemática promoviendo el uso responsable de las
TIC.
Por ejemplo, los docentes deben examinar con los alumnos las condiciones de servicio de las redes sociales en las que aspiran a integrarse, y enseñarles a configurar debidamente las opciones de privacidad de sus datos personales, fotos y videos. También sería necesario que debatan con ellos acerca de la importancia de seleccionar con criterio a la gente que se acepta como amigos en una red social, y animarlos a considerar las repercusiones de la conducta on line sobre la construcción de su propia identidad y reputación en la red.
El
portal educ.ar y el Ministerio de Educación elaboraron un cuadernillo titulado
"Los
chicos e internet. Para una navegación segura, provechosa y divertida" que puede descargarse
gratuitamente desde el mismo portal.
Es
clave que la escuela, como organización educativa, aliente el uso de
tecnologías transparentes, intuitivas, gratuitas y basadas en la Web,
acompañando a los estudiantes a sumarse a redes que les aporten contenidos
relevantes, a escribir en blogs y wikis acerca de lo que les apasione y a
establecer objetivos o problemas prácticos que complementen, a modo de
aplicación, los temas que se abordan en los programas.
Las redes sociales permiten generar nuevas sinergias entre los miembros de una comunidad educativa, facilitan la circulación de información, la organización de eventos, el compartir recursos y sobre todo, proyectan y consolidan las relaciones interpersonales. Del mismo modo que ocurrió en su momento con internet y posteriormente con los blogs, ahora hay que integrar a las redes sociales on line entre las herramientas básicas de alfabetización digital en todos los niveles de enseñanza. Conclusión: si educar es una tarea centrada en el futuro y si los estudiantes de hoy deben ser preparados para el futuro serán importantes todos los esfuerzos, las experiencias y los proyectos colaborativos con TIC en el aula, centrados en los conocimientos y habilidades que se requieren para la combinación creciente de información válida
Miércoles, diciembre 7, 2011 11:52 am, Redaccion
4 | Destacados, México, Redes Sociales
Volviendo al MIT en primavera en el CIC.-
En
Octubre de 2008 estuve en Cambridge para verme con gente de Harvard y del
Massachusetts Institute of Technology (MIT) en uno de los paréntesis de migración creativa que hago siempre que
puedo para investigar. Fue una experiencia intensa, y de la que aprendí un
montón.
Eran
tiempos en que empezaba a escribir este blog. En “cruzando
el charco pero… enfilando al norte” cuento mis sensaciones
al volver a USA después de tantos años, y en “de
regreso a casa” lo mucho que me traje en la maleta de viaje
después de 3 semanas de una agenda de locos (pa’ variar).
Pues
resulta que hoy pongo la proa hacia el mismo sitio. A las 14:00 hrs. sale mi
vuelo de Swiss Airlines con destino final Boston. El objetivo es parecido,
porque soy una mosca cojonera y sigo dando el palique con lo mismo, pero algo
vamos aprendiendo así que esta vez voy a
tiro fijo. Asistiré a la Collective Intelligence 2012 Conference
que organiza el MIT Center for Collective Intelligence
(CCI) del 18 al 20 de Abril en el MIT Tang Center de
Cambridge.
Los
que seguís este blog, y el trabajo de eMOTools,
sabéis que nos interesan las propiedades de emergencia que se dan en los
procesos de innovación o transformación, y las dinámicas de Inteligencia
Colectiva que se asocian a ellas. Es un tema que me apasiona, porque creo que
el presente/futuro de la innovación pasa por ahí. Si te interesa el asunto, te
invito a que leas la reseña que hice sobre mi visita al CCI-MIT en 2008, en la
que describo varias de sus líneas de investigación: “Inteligencia
Colectiva según el MIT” (fichero en PDF, puedes bajártelo).
La
conferencia a la que asisto esta semana reúne en tres días a algunos de los
expertos más reconocidos del mundo de la emergente disciplina de Inteligencia
Colectiva. Intervendrán figuras de la talla de Yochai Benkler,
Karim
Lakhani, Anita
Woolley, Iain Couzin, Ben
Shneiderman, Jonathan Zittrain,
Robert Kraut, Chris Chabris y Thomas
Malone, entre otros. Además de las charlas plenarias que
darán 20 expertos de bastante prestigio, se van a presentar 18 “working papers”
sobre distintos temas que interesan a los investigadores que se mueven por estos
territorios. Aquí te dejo el programa completo,
por si quieres echarle un vistazo.
La Inteligencia
Colectiva es un campo fascinante, pero también presa fácil de
tópicos y afirmaciones sin evidencias. Hay mucha ideología en juego, y ya
sabemos lo que eso significa. Así que es bastante común escuchar apologías
tajantes sobre las virtudes de la sabiduría
de las multitudes, y críticas rabiosas en sentido
contrario. Por eso se necesita un abordaje con rigor del tema, investigación
bien hecha, y es lo que buscaba con el viaje de 2008, y el que voy a hacer esta
semana.
Estuve bicheando
en los perfiles de cada uno de los ponentes, y me sorprendió la enorme diversidad de temas y miradas
que abarca esta disciplina; que van desde la Behavioral Biology
(estudio del comportamiento colectivo de poblaciones de animales), al análisis
de la correlación entre inteligencia individual y grupal, los patrones de
colaboración que se dan dentro de los pequeños equipos de trabajo, la
visualización de datos en redes sociales, el impacto de las dinámicas de
Crowdsourcing, la propagación de conocimiento a través de comunidades, las
nuevas tecnologías que hacen a los grupos más inteligentes, el diseño
colaborativo de políticas públicas, y la incidencia de la emergente cultura de
la colaboración en los procesos de transformación social a gran escala. Como
veis, la cosa pinta bien, y estaremos entretenidos hibridando
y saltando de un tema y otro.
Por
cierto, mi inglés no es una maravilla. Lo hablo con dignidad, y puedo
explicarme sin problemas, sobre todo si tengo que usar lenguaje técnico, como
es el caso; pero curiosamente me
cuesta más entender. Pero no pasa nada, lo que me falta de
destreza para los idiomas lo suplo con esfuerzo. De lectura voy como un cañón,
y si tengo que preguntar varias veces, lo hago, hasta que me entero bien. Me
funciona el truco de leer bastante en inglés antes de los viajes, además de ver
vídeos. Es lo que vengo haciendo últimamente, así que prometo documentar bien
todo lo que vea y escuche.
Mi
atracón de las últimas semanas incluye un libro genial, que recomiendo: “Reiventing
Discovery” de
Michael Nielsen, sobre Ciencia 2.0 e inteligencia colectiva
aplicada al mundo de la investigación. Llevo bastante avanzado “Here
comes everybody” del brillante Clay
Shirky, que es un must
pendiente desde 2008, y que nadie debería perderse porque explica como nadie “el poder de organizarse sin
organizaciones”. Y también comencé hace unos días el último de Yochai Benkler
y que me está encantando: “The
Penguin and the Leviathan”, porque demuestra que la
cooperación es un valor en alza y pone en entredicho la visión economicista del
egoísmo como único motor que impulsa al ser humano.
Estaré
en Boston toda la semana, y de ahí viajo a Toronto hasta el 27, donde me
esperan otras historias que ya desvelaré. Serán días frenéticos, pero voy a
buscar tiempo para compartir las ideas más interesantes que se cuenten en la
conferencia. Ya me han confirmado que tendremos wifi en la sede del evento, así
que le daremos caña al
Twitter. Voy a usar el hashtag #icmit12, por si quieres repasar los
tuits a pesar de la diferencia de horarios (6 hrs.) que hay con Boston.
Por
cierto, estaré al tanto a ver si en estos 10 días conseguís derribar a la
Monarquía, que de inteligente y colectiva no tiene un pimiento. Lo mismo hay
suerte
Pues
nada, así será, y así lo hemos contado. Sigo preparando maletas, qué rollo…
9 Ideas-fuerza sobre Inteligencia Colectiva
Como
expliqué en un post anterior, del 18 al 20 de abril
participé en la MIT Collective Conference 2012
celebrada en Cambridge (Boston), y de ahí me traje bastantes ideas y materiales
que me han costado procesar por su volumen y variedad.
Por
cierto, si te interesa el asunto, puedes leerte la reseña que hice sobre mi
anterior visita al CCI-MIT en 2008, en la
que describo varias de sus líneas de investigación: “Inteligencia
Colectiva según el MIT” (fichero en PDF, que puedes
bajarte).
Después
de darle muchas vueltas, por fin creo estar en condiciones de escribir sobre lo
que aprendí allí, y lo voy a hacer en varias entregas, porque el temita de las trae. Publicaré un seriado sobre
Inteligencia Colectiva en el que iré comentando distintas
líneas de investigación que se abren en esta emergente disciplina. La intención
del equipo de eMOTools es ordenar y
socializar lo que aprendimos en Cambridge, que es mucho, para que los lectores
del blog y de la web os beneficiéis de alguna manera de lo que allí escuchamos.
Lo
que voy a hacer no es una crónica periodística a la que podamos exigirle
objetividad o fidelidad a lo que se contó en el MIT. No prometo eso, sino una
lectura personal de lo que me pareció más interesante, sesgada como es lógico
por mis inquietudes y mi forma de entender la Inteligencia Colectiva. Es mi
visión de la Conferencia, como seguro que habrá muchas más.
Lo
primero que me gustaría decir es que, francamente, no había visto en mi vida tanto
talento e inteligencia concentrados por m2/hora como
el que se reunió en el evento del MIT, y no soy el único que hizo una
observación parecida. Además de la extraordinaria calidad de los ponentes, estos
americanos no dejan de sorprenderme por su enorme capacidad de explicar con
sencillez la cosa más heavy
y rocosa que uno se pueda imaginar.
A
algunos, el (buen) lenguaje académico les aburre, pero a mí me seduce, y
aprovecho para repetir algo que digo siempre: tenemos muchísimo que aprender del método científico porque lo necesitamos para ser más
inteligentes y que nos engañen menos. Escuchar tanto talento
concentrado fue como regresar al campus de la Universidad Carlos III, cuando
tenía tiempo para bichear
tranquilamente entre los papers.
En fin, adoro el rigor a la hora de argumentar y explicar las cosas, así que yo
estaba en mi salsa.
Por
dar algunos datos, diré que el evento contó con unos 200 participantes. Se
enviaron 104 Papers, de los que fueron aceptados 14 para presentaciones y 16
para posters. Según mis pesquisas, solo estuvimos por allí 3 españoles. Los Papers de una parte de las
ponencias que se presentaron en la Conferencia los puedes consultar aquí. E imágenes
que saqué con mi cámara, en el álbum de Flickr.
Uno de los objetivos del evento era reconocer de manera oficial a la
Inteligencia Colectiva como un nuevo campo de investigación interdisciplinar;
y Thomas Malone, el
Director del MIT-CCI, afirmó en la
inauguración que se trataba de la primera conferencia monográfica sobre el tema
que se convocaba en el mundo con un carácter tan multidisciplinar, anuncio que
desde luego provocó un gran entusiasmo entre los participantes.
Siempre
digo que si quieres
aprender mucho en una conferencia, ponte a tuitear porque
mientras filtras y documentas, metabolizas… así que eso fue lo que yo hice sin
parar los dos días. Utilicé mi propio hashtag #icmit12, pero después usé también el de
la Conferencia (#ci2012),
que alguien se inventó de forma emergente, porque los organizadores no
previeron ninguno. Por cierto, Ben Schneiderman (un
académico fantástico) construyó un grafo con el Twitter
stream de la Conferencia a partir de ese hashtag, donde
curiosamente aparece el “nodo
boquerón” del menda dando guerra como uno de los más ajetreados.
Aviso
que no he sabido hasta hoy cómo organizar todo este material, pero de momento
pienso hacer lo siguiente. Voy a publicar primero dos posts con el resumen de las 9
ideas-fuerza que me he llevado del evento (la décima te la
dejo, como de costumbre, a ti). En estas dos primeras entradas voy a exponer
los temas sólo a modo de aperitivo y sin profundizar demasiado en ellas; y después seguiré el “seriado” con 4-5
posts más que aborden de forma independiente, y con mucho más
detenimiento, las ideas que me parecieron más jugosas y que creo que merecen un
tratamiento más profundo.
Pues
nada, al grano, te avanzo los títulos de mi
listita de 9 ideas-fuerza elegidas de la MIT Collective
Intelligence Conference 2012:
1.-
Interdisciplinariedad en los estudios sobre Inteligencia Colectiva
2.-
Enfoques críticos sobre el Crowdsourcing
3.-
Crowdsourcing y Human Computation
4.-
Aprender de los animales: Biomimética e Inteligencia Colectiva
5.-
Medir la inteligencia colectiva: Factor C vs. Factor G
6.-
Cultura de la colaboración, legislación y poder (Yochai Benkler)
7.-
Diversidad, independencia y agregación inteligente
8.-
Inteligencia Colectiva en los concursos y premios de innovación
9.-
Monitorización de redes sociales (mecanismos de influencia)
Empecemos
entonces a desgranar cada una de estas ideas por separado, aunque en este post
sólo trataré las tres primeras:
1.- Interdisciplinariedad en los estudios
sobre Inteligencia Colectiva
La pregunta nuclear que pretendía responder la
Conferencia era ésta: ¿Qué factores o condiciones favorecen que los grupos o
colectivos humanos sean más inteligentes que si lo hicieran de forma individual?
No es una pregunta sencilla, como te puedes imaginar.
Implica cuestiones teóricas complejas que tienen fuertes implicaciones
prácticas. También muchísima investigación empírica para llegar a conclusiones
con fundamento. Hay
bastante retórica y apasionamiento en este mundillo, así que
necesitamos abordajes que aporten evidencias con rigor.
Participar en esta Conferencia me ha permitido entender
el amplio espectro de disciplinas que pueden aportar valor al estudio de la
Inteligencia Colectiva. Ya lo suponía, pero ver en acción a tantas perspectivas
diferentes me ha ayudado a entenderlo mejor.
Entre los ponentes y participantes había gente que
trabaja en Computación Humana (Human Computation), Social Computing, otras
ramas de las Ciencias de la computación, Management, Ciencia de las Redes,
Economía, Psicología Social, Sociología, Ciencias Políticas, y Biología, entre
otros. La hibridación
de modelos, visiones y herramientas que proceden de campos tan diversos está
fortaleciendo el desarrollo de esta emergente “inter-disciplina”. Y me encantó
ver el gran respeto que sienten entre ellos, la apertura con que escuchan otros
puntos de vista, con la intención de encajarlos dentro de una mirada más
sistémica de un área de investigación que es de naturaleza necesariamente
transversal.
2.- Enfoques críticos sobre el Crowdsourcing
El crowdsourcing
(CS)
fue, con diferencia, el tema-estrella de la Conferencia, y quizás la palabra
más repetida por ponentes y asistentes.
Fue curioso percibir dos lecturas claramente
diferenciadas: una más técnica y/o empresarial, que sigue examinando el
CS como un instrumento en manos de una organización que quiere extraer el
máximo valor del “Crowd” (multitud), y otra más social/de redes, que
invierte el sentido de la relación, y lo juzga en función de cuánto contribuye
a aumentar la inteligencia del propio “Crowd”.
Son dos miradas muy distintas, y que afloran preguntas y
cuestionamientos también diferentes. La primera (¿cómo puedo extraer más valor de las multitudes para
unos fines concretos de la organización?) se centra en detalles
técnicos de diseño, calidad y eficiencia de la interacción; mientras que la
segunda (¿cómo puedo
hacer que las multitudes aprendan más colaborando juntas?)
involucra factores de índole ético, laboral, social e incluso político, que los
primeros no consideran, y que significa una mirada más crítica y holística
sobre las iniciativas de CS.
Contraponer los dos enfoques nos lleva a una reflexión
fascinante, y en la que estoy metido ahora mismo. Pronto escribiré una entrada
sobre esto, y que pretende responder a esta pregunta: ¿Cuál Crowdsourcing es realmente
Inteligencia Colectiva, y cuál no? Porque la tesis que adelanto
hoy es que muchos casos de CS, que se citan en revistas de Management y en
ponencias de gurúes, no deberían ser considerados, en rigor, ejemplos de
Inteligencia Colectiva porque no cumplen requisitos mínimos para que lo
sean. Pero ya hablaré de esto prontito, porque la reflexión va avanzada.
3.-
Crowdsourcing y Human Computation
Este tema fue un descubrimiento para mí. Resulta que se
está produciendo un boom de una nueva sub-disciplina dentro de las Ciencias de
la Computación que se llama “Human Computation”, y que parece estar
muy interesada en aportar inputs
y recoger outputs
de la Inteligencia Colectiva. Una evidencia de su importancia es que Luis von Ahn,
experto en Computación Humana de Carnegie Mellon University, era el Co-chair
junto a Thomas Malone de la Conferencia.
Por explicarlo brevemente, la “Computación Humana” es
una técnica que deriva o externaliza a humanos ciertos pasos del proceso
computacional, en una especie de simbiosis que busca optimizar el ratio de
habilidades/costes en la interacción hombre-ordenador. En la computación
clásica el hombre utiliza a los ordenadores para resolver problemas, le asigna
tareas; mientras que aquí se produce un cambio de roles dado que es la
computadora la que asigna tareas a grupos de personas, y después colecta,
interpreta e integra los resultados que éstas le envían.
Amazon
Mechanical Turk es el ejemplo más mediático de plataforma de
Human Computation, y por eso se habló bastante de ella, en general con un
espíritu crítico. Mi lectura es que varios ponentes pusieron en evidencia que
herramientas de este tipo pueden estar reduciendo a micro-tareas mecánicas las
iniciativas de CS, y que eso devalúa el sentido de lo que deberíamos entender
como “Inteligencia Colectiva”.
Por cierto, puede interesarte revisar los papers
publicados en un Workshop celebrado en febrero de 2011, “Crowdsourcing and Human Computation”,
que se centró exclusivamente en revisar cómo la combinación entre Crowdsourcing
y Computación Humana puede influir en la interacción hombre-máquina.
Hasta aquí llego por hoy para no hacer la entrada
demasiado extensa, que ya lo es. Si te ha gustado, pues nos volvemos a ver en
el siguiente post, donde trataré las
seis ideas restantes de mi lista. Te espero por aquí para
compartir conversación, que hay mucho de que hablar…
Más apuntes desde el MIT sobre Inteligencia Colectiva.-
Por Amalio
en 05/11/2012 en Colaboración, Favoritos, Inteligencia Colectiva,
Proyectos/Eventos, Tendencias, Viajes
Ésta
es la segunda parte del post anterior donde avanzaba las “9
ideas-fuerza sobre Inteligencia Colectiva” que me traje de la MIT
Collective Conference 2012 a la que asistí el mes pasado en
Cambridge (Boston).
En
la primera entrada expliqué tres ideas,
así que ahora toca continuar con las otras seis que faltan, pero primero
recuerdo que éste es sólo un
aperitivo, porque algunos de estos puntos los voy a tratar mejor en
posts independientes:
4.- Aprender de los animales – Biomimética e
Inteligencia Colectiva:
Dos ponentes, Deborah Gordon (Stanford) y Ian
Couzin (Princeton), son buenos ejemplos de lo que decía
antes de la Multidisciplinariedad en los estudios de la Inteligencia Colectiva
(IC), y una prueba del carácter de esta conferencia. Ambos nos dieron un buen
paseo por los misterios de la Biomimética,
pero siempre desde la humildad que implica extrapolar sus observaciones a las
colectividades humanas.
Éste es un tema fascinante porque conecta con mis
estudios sobre hibridación.
El uso creciente de las matemáticas y de las ciencias de la computación, junto
con nuevos dispositivos de tracking y Geolocalización están ayudando a conseguir
grandes avances en el estudio del comportamiento colectivo de los enjambres, o
“Swarm Intelligence”.
A mí me quedó claro, visto lo visto, que el
estudio del comportamiento de los animales puede aportar mucho a la
Inteligencia Colectiva porque desvela modelos inspiradores alternativos o
complementarios a los que manejamos habitualmente en las Humanidades. Por ser más
concreto, podemos aprender de los mecanismos de decisión de los grupos de
animales si nos
inspiramos en sus modelos de detección de señales. Por ejemplo,
según contaba Deborah Gordon, resulta muy interesante ver cómo las hormigas
pueden optimizar sus decisiones dentro de la colonia sólo usando información local,
la que cada una tiene a su alcance, sin necesidad de un control central.
5.- Medir la inteligencia colectiva: Factor-C
vs. Factor-G:
La ponencia de Anita Woolley (Carnegie Mellon), y
su complementaria de Christopher Chabris
(Union College/MIT)
fueron las más citadas y comentadas de la Conferencia por responder a estas dos
preguntas: ¿Hay evidencias objetivas de que existe la IC? ¿Se puede predecir a
partir de algún modelo?
Es un tema complejo y relevante que voy a tratar en un
post independiente, así que no voy a extenderme como el asunto merece. Pero por
resumirlo de alguna manera, se trataba de ver si del mismo modo que existe un Coeficiente
Intelectual (CI
o IQ) que estima a través de tests el grado de inteligencia
individual, puede haber algún indicador o factor que mida y explique de forma
equivalente la “inteligencia
grupal” como capacidad para resolver tareas que exigen del trabajo
en equipo.
El experimento se publicó en la revista Science,
y tuvo una gran repercusión mediática. Los resultados permitieron construir el
llamado “Factor-C”,
que sería el homólogo a escala grupal del “Factor-G” individual, que es como ellos
llaman al coeficiente-IQ.
La validez predictiva del factor-C como indicador de la
inteligencia grupal es todavía discutible, está por confirmarse con más
investigación, pero empieza a arrojar luz sobre qué características de un equipo influyen más en su
rendimiento colectivo.
Una conclusión interesante fue constatar que la
Inteligencia Colectiva de un grupo (“factor-C”) no depende tanto como se creía
del promedio de inteligencia individual de sus miembros (“IQ o “factor-G”)
porque la correlación entre un factor y el otro es débil. Tampoco de atributos
que siempre se han citado como la satisfacción del grupo, el grado de cohesión
o la motivación.
Los tres elementos que mejor explican el “Factor-C” son:
1) el grado de habilidad
social de los miembros, 2) una conversación más distribuida, 3) que
hayan más mujeres.
Éste último, que es una estupenda noticia, habría que matizarlo dado que su
efecto es más un resultado del primero, que una variable independiente en sí
misma. En fin, sería largo de contar, así que prontito voy dedicar un post
independiente para ampliar el tema.
6.- Cultura de la colaboración, legislación y
poder:
Yochai Benkler es, y sigue
siendo, uno de mis ídolos… a pesar de que, #yoconfieso, me hizo pasar un mal
rato al no querer sacarse una foto conmigo . Ya recomendé en un post anterior
su último libro: “The
Penguin and the Leviathan”, donde demuestra que la
cooperación es un valor en alza y pone en entredicho la visión economicista del
egoísmo como único motor que impulsa al ser humano.
Habló de un tema jugoso: “Legitimacy in Cooperative Human Systems Design”.
Nos contó, entre sus conclusiones, que la legitimidad expresa las características
de diseño de un sistema que permiten utilizar al poder de forma productiva pero
al mismo tiempo reducir sus efectos negativos sobre la motivación (Una perlita
que le escuché: “Power can
undermine intrinsic motivations”).
Insistió en la importancia de que la gente participe en el diseño de las
normativas, porque eso aumenta su legitimidad, y así su cumplimiento.
También nos invitó a estudiar el impacto que puede tener la nueva cultura de la
colaboración en la forma de gobernar, y de legislar, porque es posible que haya
llegado la hora de que revisemos el paradigma del “homo economicus”.
Benkler se cuestiona la tiranía del homo economicus con la
que se intenta explicar casi todo, y se diseñan las políticas públicas; e
insiste en que necesitamos adaptar el diseño de las leyes y de la política a
una mayor diversidad de actitudes que hoy existe respecto de la colaboración.
7.-
Diversidad, independencia y agregación inteligente:
Se habló mucho de la diversidad, y de su impacto en la
eficacia de la inteligencia colectiva. Siguiendo la estela de las tesis de James Surowiecki,
pero aportando estudios más rigurosos.
Por ejemplo, Scott Page (Michigan),
un reconocido experto en modelos y sistemas complejos, hizo una exposición muy
matemática para mi gusto, pero nos regaló una fórmula genial que sirve para
entender muchas dinámicas de reflexión colectiva => Crowd Error = Average Error –
Diversity.
Por otra parte, confirmó que a más multidisciplinar es el
problema, más aporta la Inteligencia Colectiva porque la variedad de
conocimiento que se necesita para resolverlo se autoselecciona.
8.- Inteligencia Colectiva en los concursos y
premios de innovación:
Karim
Lakhani (Harvard)
trató un tema muy práctico: “Inteligencia
Colectiva en los concursos/premios de innovación“. Una de las cosas
interesantes que dijo fue que, en estos certámenes, cuando se hace una
evaluación o selección “a ciegas”, sin saber el nombre, las mujeres suelen
tener más probabilidad de ganar. El
rendimiento de las mujeres en estos concursos es “significativamente” mejor que
el de los hombres.
Lakhani insistió en las ventajas de los concursos
abiertos para la resolución de los problemas, que propician la autoselección de
los participantes, porque suprimen las barreras a la entrada de participantes
no-obvios, de individuos que se mueven en ámbitos marginales o extraños a los
que el convocante podría asociar el problema. Esta sugerencia responde a una
observación en su investigación según la cual las soluciones ganadoras tienen
una fuerte correlación con la distancia entre la especialización técnica del
ganador y la del campo habitual del problema. Es decir, que las soluciones ganadoras provienen más
de ámbitos técnicos marginales.
9.- Monitorización de redes sociales
(mecanismos de influencia):
Otro tema-estrella fue el de la monitorización de las
redes sociales como fuente de investigación dentro del ámbito de la
Inteligencia Colectiva. Matías
Barahona, Lada Adamic (Michigan) y Ben
Schneiderman (Maryland) abordaron en sus ponencias
distintas dimensiones del problema.
Barahona, usando archivos de
datos de las redes sociales que se generaron a partir de la agitación
estudiantil de Chile 2011, hizo un análisis dinámico de las redes sociales,
cómo los líderes y los participantes utilizaron Twitter y la web para
auto-organizarse y comunicarse unos con otros, y generar así uno de los más
grandes “movimientos inteligentes” en la historia de Chile. Todo el tiempo me
hizo pensar en paralelismos con nuestro #15m.
Adamic nos habló de
cómo se propaga la información por las redes sociales y en qué medida las
personas somos influidas por ella. La idea que me pareció más interesante fue
que aunque los lazos fuertes nos influyen más, por la
frecuencia en la interacción y también por la confianza que concedemos a la
fuente; la información más fresca y novedosa suele venirnos de los lazos
débiles. O dicho de otro modo, los
lazos débiles nos exponen a una información más diversa, y
sirven para atenuar los posibles efectos de la homofilia
que suele manifestarse a través de los lazos fuertes.
Pues nada, éste es mi resumen en dos posts. Pero seguiré escribiendo
sobre la MIT Conference, publicando entradas independientes con análisis más
amplios de algunos de estos temas. Espero que os haya sido útil….
Inteligencia
colaborativa. Ventaja competitiva.
Involucre a los grupos de trabajo para acelerar los plazos para alinearse, decidir y actuar
IBM Cognos 10 proporciona colaboración y redes sociales
para dirigir el intercambio de información, ideas y actividades que resultan
esenciales para tomar decisiones de forma eficaz. Gracias a IBM Cognos, podrá:
Establecer
redes de decisión para debatir problemas, compartir información y alinear
decisiones.
Añadir
contexto empresarial al contenido de BI para ampliar su significatividad y
valor, y establecer una inteligencia corporativa colectiva.
Dar soporte
al flujo de trabajo para establecer responsabilidad y coordinar actividades.
Ampliar el alcance y el impacto de la información y el conocimiento
Compartir información y solicitar ideas con un amplio
conjunto de funcionalidad de redes sociales. IBM Cognos 10 presenta acceso
integrado a blogs, wikis y paneles de mensajes para poder ampliar el alcance y
el impacto de la información y recopilar entradas desde diversas perspectivas. Cree
un centro de inteligencia colectiva que pueda utilizar todo el mundo.
·
Establezca centros y redes de información que
abarquen usuarios, divisiones, ubicaciones y departamentos.
·
Cree hilos de discusión asociados a contenido
de BI en blogs, wikis y paneles de mensajes.
·
Busque hilos, personas, discusiones e
historiales de decisiones.
Añada contexto empresarial al BI para ampliar su significatividad y valor
Aumente el valor del BI incrementando la comprensión de
la información que contiene por parte del usuario. IBM Cognos 10 presenta un
amplio conjunto de funcionalidad a nivel de informes que le ayudan a describir
mejor sus datos, recopilan información sobre los mismos y prescriben sobre cómo
utilizarlos. Más usuarios de empresa se basarán en la información de
inteligencia empresarial porque la comprenden completamente y esta es
totalmente fiable.
·
Anotaciones a nivel de informe o celda para
revisar puntos anteriores o para añadir instrucciones.
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El diccionario de empresa permite acceder con
un solo clic a las taxonomías y términos definidos comúnmente.
·
La relación de datos permite acceder a
información sobre la empresa, incluidos los autores de informes, los orígenes
de datos, SQL, cálculos y filtros.
·
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Workbench proporciona una vista global de la relación de datos.
Comunique y coordine tareas para llegar a las personas adecuadas en el momento correcto
Lleve
las decisiones a la acción con el flujo ad hoc del BI. IBM Cognos 10 presenta
funcionalidad de gestión de tareas y flujos de trabajo que conectan a las
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responsabilidades, gestionar iniciativas y realizar seguimientos de proyectos y
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Educación
2.0.
Horizontes de la innovación en la Escuela Education 2.0. New Horizons for Educational Innovation
La
transición de la escuela hacia el nuevo entorno digital se está produciendo de
manera lenta y difícil. Se analizan algunas de las barreras y de los grandes
desafíos que plantea la transformación de los procesos de enseñanza y
aprendizaje por la introducción de las TIC y se propone articular un modelo
educativo para las nuevas generaciones, partiendo de las posibilidades que
ofrecen las nuevas herramientas, recursos y servicios en el marco evolutivo de
la Web 2.0.
La línea principal del debate sobre la integración de las
Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la educación parece
contemplar ya sin muchas reservas la necesidad de un replanteamiento radical de
las herramientas y los recursos educativos; una reorientación efectiva del
papel y el perfil del profesor del resto de los agentes educativos y, en
términos generales, una transformación significativa del propio proceso de
enseñanza y aprendizaje.
Todos
coinciden, sin embargo, en apreciar que después de los esfuerzos tecnológicos y
los tanteos pedagógicos desplegados –especialmente durante la última década– en
nuestro país y en general en todo el mundo occidental, la transición hacia un
modelo de Escuela Digital ha avanzado muy poco y de forma muy premiosa o sigue
embarrancada, según las percepciones más pesimistas.
En
una de las investigaciones más solventes realizadas hasta ahora en el ámbito
escolar español y cuyas conclusiones provisionales se recogen en estas páginas
(Sigalés, Mominó & Meneses, 2009), se compara la estructura de nuestras
escuelas con la de hace un cuarto de siglo: pese a la presencia de las TIC, no
parece que las prácticas docentes dominantes en las aulas hayan cambiado de
forma notoria, ni que los cambios que eventualmente se han producido en algunos
centros se deban a una incorporación masiva de los equipamientos tecnológicos.
En esta misma tónica ligeramente pesimista se manifiestan otros autores
(Benito, 2009) con el respaldo de numerosos informes, como los que también aquí
se recogen, tanto de alcance internacional (Segura, 2009) como específicamente
latinoamericanos (Marchesi & Díaz, 2009).
Se
plantee como barreras a superar (Segura 2009) o como retos a conquistar
(Martínez, 2009), por citar sólo dos de las más recientes aproximaciones,
también hay una notoria aquiescencia en el diagnóstico de la situación y sobre
las perspectivas del proceso de innovación en la escuela. El diseño,
equipamiento y gestión de una infraestructura tecnológica suficiente y
adecuada, todavía no conseguida en la mayoría de los centros; las competencia
de los docentes, que exigen un replanteamiento a fondo de la formación, y la
provisión de herramientas, recursos y contenidos digitales abiertos y de
calidad que hagan viable una nueva práctica educativa son tres de las
barreras/desafíos más evidentes. Aunque, obviamente, se destacan considerables
obstáculos intrínsecos al propio sistema escolar, sus inercias y resistencias
al cambio y algunos requisitos importantes que se tiende a subestimar o más
crudamente a olvidar, como la articulación de un corpus de fundamentos teóricos
que sustente una práctica fehacientemente renovadora.
Pero,
sin duda, una de las condiciones centrales de la innovación escolar tiene que
ver con su propia credibilidad, con la convicción de los actores educativos en
los efectos reales y positivos de su impacto en la enseñanza y el aprendizaje.
Más allá de las expectativas bienintencionadas (y en general fundadas) que
llevan años apuntando teóricos y gestores políticos, el debate sobre los
beneficios de las TIC sigue abierto en las aulas y en los centros de
profesores. La dificultad de obtener indicadores que certifiquen los objetivos
docentes conseguidos gracias a las TIC contribuye notoriamente a enquistar esta
desconfianza que, por otro lado, tiene una etiología mucho más compleja, en
algunos extremos fronteriza con una especie de "psicopatología de la vida
cotidiana".
No se deberían dar por ciertas, de entrada, afirmaciones
tales como la que sostiene que relacionar los logros del aprendizaje con el
«uso de TIC (o cualquier otro factor singular) es una empresa casi imposible»
(Baron & Bruillard, 2007). Por el contrario, cabe pensar que la necesidad
de «buscar evidencia sostenible sobre efectos de las TIC en el logro
educacional» debe convertirse, mediante procesos de investigación colaborativos
y continuados en una tarea primordial, en un reto urgente y viable y no
en «un desafío desesperado» como mantienen de forma expeditiva estos
autores.
La
persistencia en la práctica docente convencional –detectada en las
investigaciones más rigurosas– que la presencia de las TIC parece incapaz de
movilizar nos aboca a dos consideraciones principales en las que podrían
resumirse las barreras, obstáculos y desafíos concretos que hemos ido
constatando.
La
primera es el desfase –o más bien rotunda disparidad– entre la potencialidad de
las TIC incorporadas a las aulas y la flaca renovación de los procesos
pedagógicos. Es innegable, sin embargo, que desde hace décadas, antes incluso
de que las TIC aparecieran en el horizonte escolar, la Escuela pugna por
cambiar sus paradigmas de enseñanza y aprendizaje. El gran desafío, y
perentoria apuesta de futuro, reside, por tanto, en lograr la convergencia; más
aún, la simbiosis del cambio pedagógico (insoslayable) y la innovación
tecnológica en la Escuela (igualmente irrenunciable). La proximidad de las
tendencias más claras de la nueva pedagogía, como el constructivismo, con las
estructuras genuinas de Internet supone, como luego veremos, una oportunidad
inigualable para abordar esta unión.
La
segunda reflexión nos remite a otro aspecto crucial que viene a complicar hasta
extremos muy arduos el proceso de transición: el profundo cambio generacional
que, al menos en relación con el entorno tecnológico, se está produciendo en la
Escuela con la llegada de los llamados ‘nativos digitales’ (Prensky, 2001 y
2006). A estas nuevas generaciones de usuarios se les han endosado ya etiquetas
variadas, como ‘Generación Red’ (Tapscott, 1998), e-Generation, Millennial Generation, ‘Generación
Interactiva’ (Bringué y Sadaba, 2008) o ‘Generación Einstein’ (Piscitelli,
2009), pero todas las proyecciones concuerdan en destacar su dimensión
colectiva y su carácter literalmente mutante en su relación con y en lo
digital, lo que presupone una nueva forma de entender e interactuar con ese
nuevo entono definido por las redes, un entorno ‘redcentrista’ (Martín Bernal,
2009), también en rápida transformación (Web 2.0, Web Semántica, etc.)
Y
estos primeros habitantes de la ‘Generación Red’, que acaban de llegar o
llegarán muy pronto a la vida social y escolar, son los que van a vivir e
impulsar la transformación real del modelo tecnológico y educativo en los
próximos diez o veinte años. Esto significa que la necesidad de articular un
modelo de integración de las TIC en la Escuela actual, como condición
imprescindible para el éxito del cambio, se convierte en el reto descomunal de
casarlo con unos patrones de innovación orientados ya hacia esos nuevos
usuarios, de los que bien poco o nada saben los ‘inmigrantes digitales’ que
están hoy al frente del proceso.
La
incorporación de las TIC tiene planteados otros retos de distinta índole, pero
de envergadura y trascendencia no menores. En un contexto como el
iberoamericano (por hablar de un ámbito que nos concierne especialmente),
marcado por las desigualdades y carencias educativas, la brecha digital, la más
que insuficiente alfabetización tecnológica y el escaso nivel de penetración de
las TIC (Segura, 2009; Marchesi & Díaz, 2009), además de la calidad en la
enseñanza, la mera equidad es una asignatura pendiente del mayor calado. Al
menos sobre el papel, las TIC pueden no sólo contribuir a mejorar el
aprendizaje, sino también a fomentar la igualdad de oportunidades. Pero, pese a
la proclamación de algunos endebles análisis, este objetivo –como el resto de
los que hemos señalado– no va a lograrse a base de acciones voluntaristas o por
la mera mecánica del desarrollo, sino que es imprescindible promover
investigaciones y políticas públicas que transciendan la pura inmediatez y
permitan articular una respuesta a la altura de estos desafíos sociotécnicos y educativos.
La necesidad de vincular el uso de las TIC y de Internet
en las escuelas a los nuevos modelos pedagógicos se impone –ya lo adelantamos–
como una de las condiciones básicas de la innovación educativa.
Se
trata de dos corrientes de renovación que han venido operando en paralelo y que
es necesario sumar y encerrar en un solo proceso. La mayoría de los estudios
sobre la evolución de los paradigmas educacionales, muy dinámica en las últimas
décadas, pone el acento en la vigencia del constructivismo como paradigma
pedagógico de nuestro tiempo (Lara, 2005) y, sobre todo, como uno de los
grandes ejes potenciales del binomio educación/tecnología. El cambio del rol de
profesor, de depositario a guía del conocimiento; el principio de ‘aprender a
aprender’ como columna vertebral del modelo cognitivo; la interacción de lo
individual y lo grupal, pilares que sustentan esta visión del aprendizaje, se
ensamblan de manera particularmente idónea con los usos y modelos que ofrecen
las TIC y, de forma especial, Internet.
Algunos
autores, como Manuel Benito (2009) en este mismo dossier, destacan que el
constructivismo converge y se asocia desde un principio con la Red porque ésta
es un universo con «el que comparte un nexo importante: ambos representan la
innovación».
Resulta
un tanto arriesgado asumir una aseveración tan razonable como contundente.
Entre otras razones, porque antes deberemos hacer el esfuerzo de ir aclarando
qué significa, en términos teóricos y prácticos, eso que llamamos ‘innovación
en la Escuela’; o, dicho de otro modo, deberemos seguir avanzando en la labor
de identificar «lo que los estudiantes deberían saber y ser capaces de hacer
para aprender efectivamente y vivir productivamente en un mundo cada vez más
digital…» (ISTE, 2007).
En
todo caso, es evidente que la irrupción de las redes digitales de todo tipo, la
socialización que impulsa Internet, facilita el fortalecimiento de la
componente grupal-social, propiciando una nueva etapa caracterizada, quizá por
vez primera, por la aparición de un espacio de encuentro efectivo –y positivo–
entre la investigación y la práctica pedagógica y los avances tecnológicos
(Martín Bernal, 2009). Estaríamos ante una nueva fase del constructivismo
tecnoeducativo, al que algunos autores han bautizado ya como ‘conectivismo’
(Siemens, 2005), marchamo que, sin llegar a ser una teoría, sintetiza y pone a
debate con cierta fortuna algunas de las tendencias en el campo del aprendizaje
en el nuevo espacio abierto, complejo y plural de las redes (Benito, 2009).
También
en España tiene cultivadores de gran interés y originalidad este nuevo
constructivismo tecnoeducativo. El modelo CAIT (aprendizaje constructivo,
auto-regulado, interactivo, y tecnológico) promovido por el profesor Jesús
Beltrán (Martín Patino, Beltrán & Pérez, 2003) constituye un exponente de
notable enjundia.
La
concepción de la educación asociada a las redes no es enteramente nueva. Ya en
la década de 1970, un heterodoxo como Ivan Illich (1974) apuntaba su valor aseverando
que la educación «no debe iniciarse con la pregunta… ¿Qué debiera aprender
alguien?», sino con la pregunta «¿Con qué tipos de cosas y personas podrían
querer ponerse en contacto los que buscan aprender a fin de aprender?». Vivimos
ya, sin embargo, una nueva época en la que las redes han experimentado un
enorme desarrollo, cuantitativo y cualitativo, y que es sólo el anticipo de lo
que va a ocurrir en los próximos años. Estamos ante un inmenso y complejo
tejido de redes: locales, de larga distancia; móviles, fijas; por satélite, por
cable, por radio; telefónicas y de banda ancha; con hilos e inalámbricas…, de
redes híbridas que integran cada vez en mayor medida los distintos tipos de
red, tradicionales y avanzados (red telefónica básica, ADSL, fibra óptica,
satélites, wi-fi,
3G, bluetooth,
…). Al tiempo que se están comenzando a desarrollar dispositivos capaces de
usar todas o la mayoría de estas tecnologías, seleccionando la más adecuada en
cada momento y pasando de una a otra de forma transparente para el usuario.
Todas
juntas nos acercan a la Red Universal Digital (Sáez Vacas, 2004), de la que
Internet y la propia Web son sólo la parte más visible. Sobre esta Red
Universal se irá generando, de acuerdo con el profesor Sáez Vacas, un ‘nuevo
entorno tecnosocial’, producto de una profunda transformación socioeconómica y
cultural.
Aunque se trata de un territorio necesitado de
exploración, sí parece claro que es en esta corriente redcentrista donde se van
a hacer realidad los principales escenarios de cambio en los procesos de
enseñanza y aprendizaje; donde la idea de educar en comunidad, inserta en una
experiencia constructivista avanzada, tendrá un espacio apropiado para la
práctica educativa de los próximos tiempos.
Por
más que la práctica cotidiana de la Escuela y las propias políticas educativas
se empeñen en desmentirlo, parece incuestionable que la innovación –cualquiera
que sea el significado que cada cual le adjudique– es el final de un proceso y
no su principio. La renovada y ya un tanto retórica etiqueta I+D+i debe operar
también en el territorio de la enseñanza y el aprendizaje. No se puede innovar
sin antecedentes, por la vía de los hechos («ya tenemos el centro repleto de
ordenadores y una excelente conectividad, ya estamos innovando…») y de una
manera más o menos improvisada e inercial o, lo que es casi peor, acuciosa por
imperativo de oportunidad política.
La
investigación de nuevas herramientas, recursos y procesos pedagógicos, la
formación avanzada y la experimentación pedagógica de las TIC son tres fases o
tareas complementarias e imprescindibles para garantizar la viabilidad y el
éxito del cambio. Y la salvaguarda de estas premisas, este triple requisito
para la innovación, es atribuible de manera inequívoca a los núcleos sociales,
institucionales, académicos o políticos que tiene la responsabilidad de
dinamizar y conducir juiciosamente el proceso de transformación de la Escuela.
Ciertamente,
esta especie de revolución digital que estamos comenzando a vivir en la
educación –como en otros muchos campos– no parece que pueda hacerse sin
líderes, «sin una masa crítica de dirigentes que movilice, oriente y comprometa
a los profesores de a pie y al conjunto de la comunidad educativa; líderes que,
al propio tiempo exploren, asimiles y enfoquen pedagógicamente los avances que
se vaya produciendo y sean capaces de seguir explorando nuevas formas, nuevas
vías de innovación» (Nadal, 2007).
Es
evidente que un líder de este estilo requiere una implicación especial y,
consecuentemente, una preparación adecuada. En términos generales, debe conocer
a fondo las expectativas, el itinerario previsible del cambio en el que está
involucrado y, desde luego, ser capaz de aprender, incluso de generar
conocimiento y confianza durante el cambio. Necesitan, por tanto, una formación
que traspase las pautas y modelos existentes y les permita conocer y cuestionar
los nuevos desarrollos tecnológicos en el mismo momento en que se producen, o
un poco antes; que estimule su implicación y su liderazgo en sistemas
colaborativos de trabajo para convertir estos avances en renovación pedagógica
y en calidad educativa; que les proporcione el suficiente potencial para
diseñar y gestionar estrategias de actuación eficaces en cuanto políticas,
objetivos, recursos o infraestructuras. Sólo así podrá ejercer un liderazgo
efectivo que ayude a superar a una parte de la colectividad docente las
barreras de inseguridad que aún existen y crear nuevos líderes sobre los que ha
de sustentarse la generalización de las pautas innovadoras en la educación.
Resulta
palmario que no basta con una formación puramente instruccional, un barniz de
adiestramiento, sino que se han de incorporar también esos otros aspectos del
proceso que hemos subrayado y que requieren, entre otras cosas: a) centros de
investigación específicos, b) acciones coordinadas y amplias de formación
especializada, y c) planes de experimentación pedagógica en los colegios, con
los profesores y con los demás protagonistas de la educación. Éste es un modelo
que está empezando a poner en práctica entre las instituciones privadas, el
Centro EducaRed de Formación Avanzada (CEFA) ( 1) de Fundación Telefónica y
Fundación Encuentro.
Además
de líderes, la innovación educativa precisa de manera perentoria un modelo –o
modelos– de integración de las TIC, al menos (por no ser muy pretenciosos) de
pautas generalizables a toda la estructura escolar, que permitan ir
estableciendo bases fiables sobre las que operar en esta primera fase de
transición. Es casi seguro que la validez de estas pautas es muy perecedera y
que la irrupción de las nuevas ‘generaciones red’ y los avances tecnológicos
traerán nuevos y muy distintos requerimientos a la Escuela, pero parece más
razonable la posibilidad de ir planteando y explorando los nuevos retos desde
conquistas pedagógicas ya asentadas que hacerlo desde la nada.
No
se está hablando aquí de centros piloto, cuya experiencia suele ser muy efectiva
para crear otros centros piloto, sino de una labor colectiva y de colaboración,
presencialmente o en Red, de profesores, tecnólogos y pedagogos que permita ir
perfilando patrones conceptuales y operativos para la incorporación de la
tecnología. Desarrollar esta labor in situ, en los centros educativos,
insertada en proceso de aprendizaje con las TIC, no sólo parece la orientación
más adecuada, sino probablemente la única pertinente.
Uno
los escasos ejemplos de modelo de integración metodológica de la tecnología en
los centros educativos se describe en este dossier (Sanz, 2009). El proceso
(seguido por la Red de
Centros Modelo EducaRed) incluye dotación tecnológica adecuada,
asesoramiento y formación continua durante al menos tres años, de manera que
puedan obtenerse directrices para la incorporación integral de las TIC.
En las conclusiones de la experiencia realizada hasta
ahora se enfatizan algunas condiciones fundamentales para lograr ese objetivo:
la implicación del profesor (comprometido con un proceso del que sin duda es el
máximo actor) que acompañe, filtre, organice y oriente el aprendizaje y que se
sienta arropado con el reconocimiento social; una infraestructura tecnológica
suficiente y adaptada a cada situación particular, meta todavía pendiente para
la mayoría de los centros; la formación (con asesoramiento y tutorización
personalizada) como eje fundamental del trabajo; apoyo en metodologías
constructivistas y, por supuesto, un espacio para investigar y adaptar los
avances tecnológicos aplicables a la Educación.
En
la mayoría de las aportaciones de este cuaderno aparece un paisaje flanqueado
de barreras y de retos, sin apenas haber traspasado el preámbulo de la incorporación
de las TIC a la Educación, lo que supone un abrupto desnivel con la rápida
evolución de la realidad tecnológica de los últimos años, con el creciente uso
social de los ordenadores y las redes, con la transformación y omnipresencia de
Internet en todos los órdenes de la vida, incluida la de alumnos y profesores y
padres. Estamos ya en el territorio de las Web 2.0, la web social, creada para
y por los usuarios y para las relaciones entre ellos. Más aún, manejamos ya
nociones de futuro como la Web de Nueva Generación (Fumero & Roca, 2007),
todavía imprecisas pero que nos sugieren ya una realidad sociotécnica muy
distinta para las nuevas generaciones.
Estamos,
por lo que se ve, en una carrera de distintas velocidades; pero cualquiera que
sea el ritmo con el que avance la Escuela, parece indudable que deberá ir dando
algunos saltos hacia adelante –por no decir quemando algunas etapas– para no
perder el rumbo. Y uno de estos esfuerzos inmediatos para acompasarse se
refiere, qué duda cabe, a la asunción de las nuevas funciones y competencias
docentes, el nuevo rol del profesor, que deja de ser el ‘propietario’ y
transmisor del conocimiento para convertirse en un mediador que ayuda a los
alumnos a transmutar en conocimiento la inmensa cantidad de información que
existe en la Red.
Este
nuevo papel exige un replanteamiento de los contenidos y recursos que deben
estar a su alcance. Más allá de la notable confusión creada por etiquetas tales
como ‘objetos digitales de aprendizaje’, fruto de una no bien cuajada mezcolanza
de conceptos informáticos y pedagógicos, parece evidente que debemos pensar en
contenidos abiertos y participativos, que exigen la participación total o
parcial en su elaboración del profesor y el alumno, o más ampliamente de una
comunidad virtual de aprendizaje; en recursos cada vez más vinculados a nuevas
herramientas para elaborarlos y gestionarlos y muy estrechamente relacionados,
como ya indicamos, con la creación de nuevas metodologías, la formación de los
docentes y la investigación y la experimentación.
Todo esto requiere priorizar algunas líneas
fundamentales, como: selección, valoración y organización de contenidos de la
Red; desarrollo de herramientas y áreas virtuales de trabajo; creación de
contenidos innovadores de máxima calidad que sirvan de modelo a los docentes; y
creación de sistemas inteligentes de búsqueda y de gestión del conocimiento,
por citar sólo algunas (Martín Bernal, 2007).
La
Web 2.0, escenario actual de Internet que nos sitúa ya en una nuevo ciclo
–también en relación con la Escuela– , ha sido caracterizada de forma en
apariencia contradictoria y con énfasis parejo como ‘web de las personas’ por
cuanto está protagonizada por los ciudadanos y sus relaciones (Fumero &
Roca, 2007); y como ‘web datos’, en la medida en que la mayoría de los
servicios y utilidades se sustentan en bases de datos, que pueden ser
manejadas, modificadas y creadas por los usuarios (Ribes, 2007), lo que supone
una cualitativa transformación de la ‘web de documentos’ propia de la primera
etapa de la Red.
La
doble caracterización nos parece más un enfoque íntimamente complementario que
una visión contrapuesta. En la integración de ese doble plano de la Web
(intervención de los usuarios y nuevas formas de estructurar y explotar los
datos y metadatos) es donde radica el aspecto más innovador de la ’Web 2.0 y el
que más nos interesa desde el punto de vista educativo: la incorporación a la
Red de la inteligencia colectiva, que se deriva de la acción social y combinada
de los usuarios en Internet, propiciada y mediada por la tecnología. La llamada
“inteligencia colectiva” ofrece extraordinarias posibilidades para la enseñanza
y el aprendizaje, aunque la proclamación de la ‘sabiduría de las multitudes’
resulte un tanto retórica. Tiene límites obvios pero no parece conducirnos a la
involución del conocimiento como se aventura desde posiciones apocalípticas
(«Vamos hacia una dictadura de los idiotas» [Andrew Keen, 2007]).
La
creación colectiva de contenidos, los recursos compartidos y el control de
calidad por el grupo son algunas de los ámbitos en los que se manifiesta la
‘inteligencia social’ en la Red (Ribes, 2007).
Uno
de los fenómenos más populares de la Web 2.0 inserto en esta concepción de la
inteligencia colectiva que alcanza ya proporciones gigantescas en Internet es
el de los blogs
(90 millones en septiembre de 2008). Representan una opción del máximo interés
para la Educación, por cuanto constituyen un formato muy apropiado para la
integración de la inteligencia personal y colectiva en el aprendizaje y un
instrumento de altísimo valor dentro de la pedagogía constructivista, según un
buen número de autores (Lara, 2005).
Se
pregona que, después de muchos tanteos, es la hora de los blogs educativos, de los edublogs, pero lo cierto
es que su uso en la Escuela es muy escaso y, sobre todo, muy diverso y muchas
veces banal: aún subsisten muchos focos de duda y debate sobre las mejores
prácticas para integrarlos en la enseñanza.
Mucho
más incipiente –por no decir todavía ausente– es la utilización de herramientas
de publicación y edición abiertas como los
wikis. Existe todavía hoy una tensión muy fuerte entre la tendencia
al trabajo colaborativo libre y sin trabas y la intervención de los expertos y
moderadores para garantizar su calidad; una tirantez que se percibe hasta en la
emblemática Wikipedia
y que está teniendo, seguramente, un reflejo negativo en el mínimo uso que de
el wiki se hace
todavía en el ámbito de la Educación, donde los modelos de creación colectiva
de conocimiento tienen, en teoría, un campo abonado y con presumible necesidad
de cultivo. Los innegables riesgos –más notorios que los del blog– que presupone su
carácter abierto no sólo pueden quedar neutralizados, sino también convertirse
en oportunidades pedagógicas para la construcción del conocimiento.
La
posibilidad de corrección y perfeccionamiento mutuo en el trabajo en común de
los alumnos bajo la supervisión del profesor constituye, sin embargo, gracias a
su dimensión creativa y los resortes de emulación que contiene, uno de los
activos no explorados y de mayor interés de la Web 2.0 educativa (Martín
Bernal, 2009).
Otra
de las virtualidades de esta Web 2.0 (en este caso como ‘web de datos’) reside
en la posibilidad de organizar, a través de metadatos, los contenidos de la
Red. El ambicioso proyecto institucional de Web Semántica, con mayúsculas,
promovida por Berners-Lee a través del consorcio W3C es la iniciativa más
conocida; pero tanto o más interesante resulta la vertiente social de esta
tarea, la ‘web semántica’ con minúsculas, que, a partir en buena medida de sus
propuestas y estándares está surgiendo como una de las dimensiones más
transcendentes y con mayor proyección de futuro de la nueva Internet (Fumero, 2005),
muy principalmente en el ámbito de la educación. Son los propios usuarios
quienes, a través de muy diversas herramientas y utilidades, están
contribuyendo a estructurar y ordenar los contenidos de la Red.
Uno de los procedimientos que están obteniendo un éxito
tangible, gracias sobre todo a los blogs
y las redes sociales, es el etiquetado semántico colaborativo, práctica que ha
hecho fortuna bajo la denominación de ‘folksonomía’. Son palpables las ventajas
que la Web Semántica con mayúsculas puede deparar para la mejora de las redes y
comunidades de aprendizaje (Lago, 2008), pero también para la propia labor
cotidiana en la escuela. Una ‘folksonomía’ educativa –casi diríamos escolar–
que integre la experiencia de los maestros y el trabajo de aprendizaje de los
alumnos; una ‘folksonomía’ hecha de forma sencilla, mancomunada y global puede
resultar determinante en la integración de las TIC en la enseñanza, antes que
el proyecto de Web Semántica institucional proporcione soluciones más estables
y avanzadas.
La Web 2.0, como ‘web de las personas’ abre otro
extraordinario abanico de posibilidades para el aprendizaje a través de las
redes sociales. En cuanto propuestas de organización de la acción educativa y
su entramado institucional, las redes se han ido consolidando a lo largo de la
segunda mitad del siglo XX con diversos modelos. Experiencias de gran
envergadura cualitativa y cuantitativa en la etapa ‘prehistórica’ de Internet
–es decir, anterior a la tecnología web–, como los grupos de noticias, foros de
discusión o comunidades de práctica en el ámbito académico-científico –pero no
sólo en él– dan idea de esta línea medular en el desarrollo de los procesos de
aprendizaje y conocimiento. La eclosión de la nueva Web y el desarrollo del
llamado software
social han inducido, sin embargo, una inflexión sustancial de la concepción de
las redes y comunidades.
En un reciente artículo en Telos (Santamaría, 2008) se recogen las
herramientas y sitios que están emergiendo en la Red para crear o mantener
redes sociales, tanto generales (Facebook, MySpace), como específicamente
educativos (Learnhub, Elgg…) y sus ventajas para la enseñanza. Pero quizá uno
de los aspectos más atractivos del discurso que sobre este asunto se está
generando en el ámbito de la educación sea la concepción de estas nuevas redes
como estructuras construidas, a diferencia de las comunidades, sobre lo que el
sociólogo Granovetter (1983) denominó hace ya un par de décadas ‘vínculos
débiles’, que resultan ser mucho más efectivos (‘la fuerza de los vínculos
débiles’) para la coordinación social y que pueden prevenir, por ello, contra
la fragmentación y el aislamiento grupuscular, riesgos de Internet sobre los
que ya han alertado otros autores como Sunstein (2003).
Casi
todos los expertos coinciden en que la Web de Nueva Generación será el
resultado de la evolución de los ingredientes constitutivos la Web 2.0
(participación ciudadana y datos) hasta confluir con el proyecto de Web
Semántica estructurada, puesta en marcha por el consorcio W3C. Pero, en todo
caso, la evolución de Internet va a estar en buena medida en manos de esa nueva
‘Generación Red’ de cuyas expectativas y nuevos usos sabemos muy poco, tanto en
el plano general como en el propiamente educativo.
Está por investigar si el mundo digital producirá también
cambios significativos en las estructuras mentales de los nuevos ciudadanos,
una especie de ‘noomorfosis digital’, conforme mantienen algunos autores (Sáez
Vacas, 2006; Piscitelli, 2009), pero las escasas investigaciones sociales
realizadas sobre los ‘nativos’ incorporados a la escuela apuntan ya hacia
algunas nuevas actitudes y requerimientos. La disponibilidad permanente de
recursos técnicos y servicios, el acceso inalámbrico, terminales convergentes,
redes de comunicación ubicuas, la personalización, gestión de la experiencia y
control sobre la interacción social son algunos de los intereses que
manifiestan en cuanto a conexión, requisitos técnicos y control. Y en el
aprendizaje se decantan por la experiencia, la participación y el trabajo
colaborativo; los recursos audiovisuales integrados on/off line y las soluciones en tiempo real
(ECAR, 2005). En todo caso, como señala Piscitelli (2009), «Casi nada del
currículum tradicional puede vehiculizarse como otrora. Y por si eso fuera poco
hay que diseñar uno nuevo casi autoorganizado desde cero. El desafío es doble:
hay que aprender cosas nuevas, y tenemos que enseñar las cosas viejas de un
modo nuevo, y siendo ambas tremendamente difíciles de lograr quizás lo más
desafiante es enseñar lo viejo con ojos nuevos».
Pero
se trata, en todo caso, de un paisaje en rápida transformación, cuyas
aproximaciones ofrecen, por lo mismo, un valor relativo y de estrecho alcance
temporal. Aun así, estas leves pistas y la valoración experimental de algunas
utilidades, tecnologías y usos actuales nos permiten vislumbrar algunos
escenarios emergentes (Martín Bernal, 2009):
-
Mundos virtuales o espacios en 3D (cuyo referente cardinal, pero no único, es Second Life) que, con un
marcado carácter de imaginario social, permiten al usuario recrear metáforas
cada vez más parecidas a los entorno reales, como la vida misma. Hasta ahora,
su uso en el terreno educativo se limita a alguna incursiones aisladas de
algunos enseñantes en el mundo de Second
Life, o a juegos educativos y experiencias de e-learning profesional,
pero la aparición de nuevos entornos (Vital
Lab, etc.) y nuevas aplicaciones abren un amplio abanico de
opciones pedagógicas para ‘nativos’ que la Escuela tendrá que explorar más
pronto que tarde.
-
Hipertextos gráficos W3D y nuevas formas de especialización de la información,
para superar la pobreza expresiva y las limitaciones hipertextuales de las
herramientas actuales en el trabajo en colaboración. Algunas de sus
características y potencialidades se pueden percibir ya en el proyecto EducaLab de Fundación
Telefónica.
-
Gestores integrales para centros, profesores, alumnos y padres que integrarán
mediante las tecnologías más avanzadas, las herramientas educativas potentes,
eficaces y sencillas que cubran todo el proceso educativo virtual y su entorno.
-
Desarrollo de software
social móvil, que facilitará la hibridación entre el espacio virtual de la Red
y los lugares geográficos y físicos.
Algunos
expertos creen que la institución educativa, por su propia reluctancia al
cambio, puede poner más barreras que impulso a la incorporación efectiva de las
TIC. De hecho, dentro de la propia Escuela y sus aledaños políticos impera la
buena conciencia de se que se trata de un proceso instrumental y rutinario que
irá encajando con el tiempo –una generación, dicen– sin grandes vaivenes, como
han sedimentado históricamente otras mudanzas escolares. No es, pues, de
extrañar que haya quien considere que será el empuje desde la propia base del
sistema, ayudado por la capacidad de innovación de los nuevos usuarios, el
motor más eficaz para promover la transformación de los modelos pedagógicos y
organizativos y orientar el diseño de herramientas, sistemas y servicios para
los entornos de enseñanza y aprendizaje de las nuevas generaciones (Fumero,
2007).
Pero esta percepción, seguramente nada disparatada,
aunque un tanto voluntarista, no debe desviarnos de la idea central de que son
las instituciones políticas y educativas las que tienen la principal
responsabilidad de promover, sustentar y hacer posible este proceso mediante
planes adecuados y actuaciones eficaces. Pero, sobre todo, proporcionando
recursos suficientes para que de verdad la Educación pueda convertirse, como
parece lógico, en el pilar básico de la Sociedad del Conocimiento.
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INTELIGENCIA COLECTIVA
Wiki-Herramientas para la inteligencia colectiva
Wikipedia es un estudio de caso de la escuela de negocios
de Harvard, el profesor Andrew McAfee, en un estudio de caso, se plantean una serie de cuestiones,
que a nuestro entender son claves. Y que se resume en los siguientes puntos:
Por sus características colaborativas, los wikis
constituyen un paso más avanzado a los blogs como herramienta colaborativa y de
gestión del conocimiento.
Soporta el método de la “revisión por iguales” que
permite mejorar la calidad de los trabajos escritos y abierto a la valoración o
escrutinio y a la edición por diferentes autores en rango al autor inicial. El
principio empleado, con una larga tradición en la comunidad académica, es que
distintas personas podrán detectar errores distintos incrementando la
oportunidad de encontrarlos y enmendarlos.
En determinado ámbitos, el wiki está considerado como el
paradigma actual de los entornos colaborativos, porque plantea una forma en
como almacenar lo que sabemos y generar nuevo conocimiento y porque
plantea una forma como validar la pertinencia de lo almacenado.
Al
mismo tiempo, se está planteando un intenso debate, donde se cruza metodología
e ideología con sus partidarios y detractores, sobre el papel que deben jugar
los “expertos” en su calidad de productores de conocimiento y, a su vez,
notarios de éste y las “multitudes” interfiriendo en dichos roles, sobre el
papel de los nuevos “bibliotecarios” surgidos de estas multitudes responsables
de la gestión y moderación.
La
utilización de los entornos colaborativos en las organizaciones no es algo
nuevo. Por ejemplo, Lotus
(adquirida posteriormente por IBM)
fue una compañía lider y pionera con sus productos orientados a grupos de
trabajo en medianas y grandes corporaciones. La primera implementación, como un
entorno colaborativo, se remonta a 1989, cuando Price Waterhouse Cooper decidió utilizar Lotus Domino para la
gestión de la mensajería y gestión documental para todos sus consultores y
auditores de todo el mundo. En general, las implantaciones de estos
entornos colaborativos se ajustaban a los modelos organizativos dominantes en
las organizaciones.
El
objetivo final de todas estas herramientas de colaboración-comunicación o de
gestión colaborativa o en grupo, agrupadas en el concepto de groupware,
era reducir el tiempo empleado en desarrollar los procesos de intercambio y
análisis de la información. Las tecnologías de la información y las
comunicaciones, a principios de la última década del siglo pasado se empezaron
a posicionar como elementos de coordinación de los procesos de producción y
distribución de bienes y servicios y, como es conocido, la información es, en
esencia, el fundamento de todos estos procesos.
Al mismo tiempo se consolidaban ámbitos de investigación
sobre la “inteligencia colectiva” fundamentados en la visión del ordenador y
las redes como tecnologías que permiten aumentar las capacidades de los seres
humanos y ampliar las posibilidades de comunicación y colaboración en el
seno de un colectivo.
El
Centro para la Inteligencia
Colectiva del Instituto Tecnológico de Massachusetts, el MIT, es muy activo
analizando e investigando en como las personas y ordenadores pueden conectarse
de forma que colectivamente actúen de forma más inteligente que lo que hasta
ahora han conseguido trabajando independientemente. Uno de los principales
soportes documental de las investigaciones del Centro de Inteligencia Colectiva
es el wiki “Handbook of Collective Intelligence” abierto a
sus investigadores y a todos aquellos que, desde cualquier punto del mundo,
quieran contribuir.
Se considera que la inteligencia colectiva es una forma
de inteligencia universalmente distribuida, constantemente actualizada,
coordinada en tiempo real, y resultando en la movilización efectiva de
habilidades. Nadie sabe todo, todos saben algo, todo conocimiento reside en la
humanidad. No hay una provisión trascendente de conocimiento y el conocimiento
es simplemente la suma de lo que sabemos.
Conceptualizar
la información no es fácil. La calidad de la información, es una noción difícil
de conceptualizar y cuantificar. Sólo podemos aproximarnos a su complejidad
basándonos en el enunciado de determinadas propiedades y su validación:
suficientemente elaborada, exacta, precisa, concebida para sus destinatarios,
supone un compromiso, tiene valor de prueba legal o es pertinente. En otras
palabras, cuando profundizamos en el tratamiento de la información es cuando
somos capaces de producir y distribuir una información de calidad que aporte al
destinatario un verdadero valor añadido.
La
teoría de la información explica que la actualidad de una información es un
factor esencial de su valor. Actualidad puede significar al menos tres cosas:
en su momento, a tiempo y en el momento exacto. En su momento, es una
noción subjetiva, significa que la información le está aportando un valor
añadido al destinatario. A tiempo, implica que la información llegue antes de
que sea tarde para utilizarla. Y en el momento exacto, conlleva que la
información llegue a tiempo de ser explotada y cubrir las necesidades de los
destinatarios (calidad de la información).
El wiki, una herramienta basada en el software libre, más
que una herramienta es un medio, por su concepción, para desarrollar el
concepto de inteligencia colectiva en las organizaciones y, en cierta medida,
un garante de la actualidad de una información. Para cualquier tipo de
organización es una potente herramienta de desarrollo y de conocimiento
facilitando la colaboración horizontal y la vertical, donde, potencialmente, el
conocimiento y la información puede fluir por toda la organización, entre las
distintas áreas departamentales y entre los distintos niveles jerárquicos.
Aplicado con sentido común, facilita eliminar una gran
parte de la burocracia agilizando los procesos informativos. Permite reunir
toda la información sobre un producto o servicio actualizada en un único
punto, ayuda a gestionar proyectos desde una fuente informativa única o hace
posible un centro documental de estudio y análisis del mercado, sector o
actividad.
De
las diversas experiencias actuales se están validando sus diversas aplicaciones
inmediatas. Por ejemplo, mantener siempre actualizada la información sobre
productos y servicios; realizar el seguimiento de la ejecución de los proyectos
permitiendo a las personas involucradas trabajar en red de forma más eficientes
y ordenada, con independencia de su ubicación; establecer verdaderos
repositorios para conocer las últimas tendencias del sector de actividad, en la
que las propias personas de la organización van aportando cualquier información
sean noticias, reportajes, estudios de mercado; utilizarlo como repositorio de
conocimiento de los problemas planteados por los clientes y las soluciones
aportadas en cada caso.
También,
es una herramienta para el control de las contribuciones, para que todos los
miembros de la organización puedan aportar sus ideas sobre las mejoras de todo
tipo, sean relativas a las adecuaciones de los procesos como sobre los
productos y servicios, como si se tratase de un brainstorming permanente, en definitiva, la
interacción genera discusión y ésta, si es razonada, genera ideas nuevas en la
mayoria de los casos.
Aunque
algunas empresas están incorporando los wikis, todavía hay mucho camino por
recorrer. El problema no es tecnológico, ya que el usuario no necesita conocer
el modo de funcionamiento. Basta con que sepa que puede modificar una página,
cambiar su dirección, volver a bautizarla, agregar un enlace hipertextual, o
sencillamente destruirla.
Aunque
tenga su complejidad, nos atrevemos a afirmar que es más simple que cualquier
procesador de texto. El problema tampoco es económico, poner en marcha un wiki
no requiere ninguna inversión especial, las variadas aplicaciones de los wikis
y el hecho de que se hayan desarrollado como tecnología de código abierto
permite que una organización pueda disponer de una potente plataforma
colaborativa con unos bajos costes. Tampoco es un problema de la confidencialidad
de las informaciones.
El
problema es el desfase (gap)
generacional, cultural y de expectativas. Quién no ha oído aquello de:
“no se puede publicar esto o aquello, porque merma su, mi o la autoridad”.
Sin
poder predecir el impacto real, la entidad de estos ecosistemas colaborativos
propiciados por la Red y sus tecnologías, está llamado a tener algunas
repercusiones todavía no bien asimiladas en las empresas donde priman las
estructuras jerárquicas. A las organizaciones le conviene plantearse cómo asimilar
el desarrollo y éxito de estos nuevos y potentes modelos de producción y de
autoorganización, que sin costosos controles, incentivos y otros aspectos,
están funcionando con resultados apreciables. Porque, en definitiva, se trata
de capturar, almacenar y distribuir todas las ideas interesantes alojadas en
las mentes de los miembros de una empresa.
Se trata de la inteligencia colectiva de una
organización, de la administración efectiva del conocimiento, un concepto que
empezó a utilizarse en la terminología empresarial hace una década y que ahora
ha desembarcado como una bomba. Después de todo, el mayor reto no será la falta
de tecnologías o herramientas, sino el encontrar la mejor forma de animar a las
personas a utilizarlas correctamente.
A pesar de los frenos de determinadas culturas
organizacionales, empiezan a conocerse experiencias de éxito en las empresas.
Por ejemplo, General
Motors en Detroit utiliza los wikis para crear los manuales de los
usuarios o para que cualquier persona interesada pueda contribuir a escribir
la historia de la compañia; Nokia
y Soar
Technology, una compañía de inteligencia artificial, tiene wikis
para colaborar en investigaciones; la Agencia de Inteligencia de la Defensa de
Estados Unidos cuenta con la Intellipedia,
un wiki para compartir información entre todas las agencias de
inteligencia; Accenture,
Motorola, Intel (Intelpedia), Sony,
Xerox, Disney, Daimler-Chrysler, Microsoft, Yahoo, Amazon, SAP o British Telecom, entre
otras han incorporado los wikis en sus procesos de negocio.
La
consultora Gartner Group predice que para 2009 los wikis, como herramienta y
como concepto, se convertirán en la principal componente de colaboración al
menos en el 50 por ciento de las grandes compañías. De hecho, en la cuna de las
nuevas tecnologías, en Silicon Valley, el uso de las wikis ya es norma para las
empresas. Por ejemplo, entre otras, la wiki interna de Google (Goowiki)
tiene ya miles de usuarios registrados y cerca de 100 mil páginas.
(1)
Es
uno de los debates sobre las características de Wikipedia. Los “inclusionistas” defienden
la idea de que la enciclopedia, al no ser una obra en papel, no tiene porque
estar limitada el número de entradas. Mientras que los “deletionistas”, consideran
que la Wikipedia no debe ser un cajón de sastre y debería mantener un espíritu
de enciclopédico y, por tanto, la posibilidad de eliminar entradas sería un
instrumento para mantener la calidad del conjunto del trabajo.
A
través del artículo que Amalio A. Rey ha
escrito en Emotools, descubro algunos de los
proyectos que está desarrollando el Center
for Collective Intelligence del Massachussetts
Institute of Technology (CCI-MIT), para medir la inteligencia
colectiva y su aplicación en la resolución de temas complejos. El artículo de
Rey, “Inteligencia colectiva según el MIT“,
está basado en las entrevistas que mantuvo con Mark Klein y Peter Gloor, del
CCI-MIT, y en la visita que realizó al centro.
Voy
a comentar algunos de los proyectos del MIT que recoge el artículo de Rey,
los que más me han interesado, aunque recomiendo su lectura completa:
Collaboratium
Proyecto
de construcción colaborativa que utiliza “mapas de argumentos”
para generar razonamiento crítico y lógico basado en evidencias testadas
mediante simulaciones de ordenador. El tema-piloto que está desarrollando el
MIT es sobre el cambio climático. El funcionamiento es el siguiente:
Los
participantes en este proyecto vinculan todas sus contribuciones y las conectan
al punto correspondiente del mapa de argumentos, evitando así la duplicación o
dispersión de ideas. Existe también la figura de los “meta-contribuidores” (me
encanta la palabra), cuya importante función es ayudar a crear y clasificar el
contenido generado. Una especie de asesor-documentalista.
Para
realizar las simulaciones por ordenador se asignan distintos parámetros a las
opciones y alternativas definidas. Se trata de una simulación colectiva (Open modelling), que
integra la deliberación conjunta de los profesionales en el tema, con los
modelos diseñados por expertos, e incluso con la contribución de los “amateurs“, que
también pueden aportar ideas valiosas. Todo ello forma un espacio de reflexión
colectiva.
Medir la inteligencia colectiva
Se
está llevando a cabo un proyecto en el ámbito de la salud para medir las
interacciones sociales entre el personal sanitario, y analizar de qué forma
condicionan la creación de inteligencia colectiva. Mediante sensores
inalámbricos instalados en las personas se monitorizan las distintas
interacciones que se producen, tanto verbales, como no verbales. Posteriormente
se vuelcan los datos en un software, donde son analizados para extraer
conclusiones sobre sociabilidad e inteligencia colectiva.
No
cabe duda, y más después de leer el artículo de Rey, de que los ordenadores
pueden estimular y ayudar a la creación de inteligencia colectiva y a su
posterior aplicación para resolver temas complejos. Es algo que reconozco que
me desborda. Pero la inteligencia colectiva es social, se genera gracias a las
relaciones humanas. Me interesa el modo en que la inteligencia colectiva
se forma y se integra en las redes sociales, y cómo se produce la transmisión
de información y conocimiento. Hiroshi Tasaka
dice que la conexión de varias mentes produce más innovación que el pensamiento
individual, algo con lo que estoy absolutamente de acuerdo. Internet posibilita
la conexión de muchas mentes y está jugando un papel decisivo en la transmisión
de conocimiento libre y abierto, y, sin duda, las redes sociales se han
convertido en uno de los mejores modos de distribuirlo y diseminarlo.
Inteligencia
colectiva en el PSOE.-
Hace
unos días César Calderón creó
un grupo en Facebook
para reabrir el debate sobre la necesidad de la Agrupación 2.0.
En
el pasado Congreso del PSOE,ya se usaron las redes para generar debate y
propuestas de cara al Congreso Federal. De ese debate surgió la denominada “Enmienda Facebook”.
Parece
que la red es ahora el centro del debate y no, no es así. Ya un grupo de
militantes, hace unos años, que la utilizamos como medio para llegar a unas
ideas comunes, generar debate y transformar.
Ese
debate, desde mi punto de vista y aunque la enmienda no se llegara a incluir en
los Estatutos, tuvo su fruto porque aunque no llegamos a los máximos que
esperábamos, el Partido ya se dio cuenta que en la red había que estar y con
más o menos acierto, peroel PSOE haido avanzando en este camino.
Unos
años después volvemos a plantear la necesidad de crear un espacio de debate en el que se usen
las herramientas 2.0 y en el que las ideas se puedan enriquecer gracias a la
inteligencia colectiva.
Mi
planteamiento, desde el principio, ha sido que no sólo debemos centrarnos en
crear estos espacios en la red. La filosofía del 2.0 debe impregnar todo
el Partido, de nada vale
que haya un único espacio de debate colaborativo y que sea en la red, en la que
recuerdo no está todo el mundo ni en las redes sociales hay tanta gente como
podemos percibir aquellos que estamos hiperconectados.
Hace
un par de semanas se presentaba un estudio sobre el “papel de las
nuevas tecnologías en el perfil de compra de la persona consumidora en
Andalucía”, en el primer bloque en el que se definía el perfil de los usuarios y no usuarios
de Internet, aparecía que dos de cada tres (64,4%) de andaluces y
andaluzas son usuarios de Internet, lo que es un buen dato pero más de la mitad
de los encuestados no
usuarios de Internet señalan que no saben usarla. Un 40,3% apunta a
la falta de interés como motivo par no usar esta tecnología.
Con
esto quiero decir que aquellos que somos usuarios
“avanzados” no
podemos generar más brechas y debemos tener cuidado en no crear nuevos espacios
de participación cuyo acceso sea limitado, porque estaríamos cayendo justo en
los modelos que ahora decimos que están obsoletos, es decir, estamos haciendo
que los modelos perduren llevando estructuras de lo offline a lo online.
Hecha
esta reflexión, os dejo el documento colaborativo que ha salido de esta
reflexión conjunta:
Estamos
a escasas semanas de la celebración del 38 congreso del PSOE,que sin duda será
determinante para iniciar un profundo cambio en el modelo de participación,
representación y apertura a la sociedad de un partido con una larga historia y
unos valores universales, pero que tiene
la necesidad de adaptar su mensaje, ideario y estructura a una realidad
cambiante y compleja.
El
PSOE pocoha evolucionado organizativamente desde su 28 congreso, y un grupo de
militantes y simpatizantes socialistas, reunidos
en torno a la red y trabajando en este documento de forma abierta y colaborativa,
queremos proponer a l@s delegados y delegadas a este congreso que asuman la constitución de una agrupación 2.0 que
convierta en estatutario en el partido lo que ya es real en nuestro país, es
decir, la participación de miles de militantes y ciudadanos en política a
través de internet y las redes sociales.
Muchos
somos los Militantes y simpatizantes del PSOE quellevamos años debatiendo,
promocionando e impulsando iniciativas y foros sobre la cibermilitancia y las
nuevas formas de participación como uno
de los instrumentos para conectar la vida política e institucional con la
sociedad y sus actores más dinámicos y creativos, y aunque se
han hecho avances en este sentido, es
necesario que se dé un paso firme para avanzar en este camino hacia un socialismo
más abierto, participativo y global gracias a las posibilidades que nos ofrecen
las TICs e internet en una sociedad cada vez mas global.
La
Web 2.0 y las redes sociales, han facilitado otras formas de participación,
impensables hace solo unos pocos años. En este contexto surge la
cibermilitancia., que no es otra cosa que la forma que tiene el militante o
simpatizante de contribuir al cumplimiento de los valores, ideales y objetivos
del partido a través de las herramientas que nos facilita la Web 2.0. Militancia activa y comprometida que
se desarrolla en Internet, pero militancia socialista.
Por
ello, y por un lado, creemos que esa
cibermilitancia debe tener los mismos derechos y deberes que la desarrollada
“off-line”, ya que en los tiempos actuales es tan importante
como cualquier otra forma de militancia activa. Máxime ante la creciente
relevancia de la red
en la formación de la opinión pública de los ciudadanos. Quienes quieran
intervenir en internet en favor de las propuestas del PSOE deben tener abierta
la puerta de comprometerse en la gestión del Partido al igual que el militante
“tradicional”… Los
cibermilitantes deben tener derecho no sólo a sugerir a través de internet sino
también a participar en el debate y aprobación sus propuestas programáticas así
como en la elección de las personas a las que se confía su desarrollo.
Y
por otro lado debe
conciliarse la existencia de ambos tipos de militancia, la virtual y la
encuadrada en la estructura territorial del Partido basada en
las Agrupaciones Locales, posibilitándose a la cibermilitancia tanto mantener
su afiliación a éstas, como poder mantener su vinculación al Partido sólo como
cibermilitantes: compatibilidad sin obligatoriedad. No podemos abrir una vía de
debilitamiento de la estructura básica del Partido, y por otra parte, sin su
perjuicio pero sí complementándolo, debemos flexibilizar las formas de
implicación.
Es
más, la posibilidad de mantener una estructura en el ámbito de la red, abierta
y participativa, permitirá un acercamiento inicial a los simpatizantes más
activos de la red, con el fin de incorporarlos a la dinámica de debate,
reflexión y análisis de la realidad política y social, en el seno del partido;
sin necesidad de tener el vínculo físico con las agrupaciones tradicionales,
que en muchas ocasiones impide la participación activa de miles de personas que
comparten nuestro ideario, por las barreras de cristal que aún existen y
no hemos sabido romper. Por no hablar de aquellos militantes que por razones de
horarios profesionales y familiares no pueden incorporarse plenamente a las
dinámicas políticas de la organización.
Nos
encontramos en un momento crucial para el Partido. Un momento donde
debemos dar pasos decididos y firmes para convertir al PSOE en un partido del
Siglo XXI, comprometido con los ciudadanos, abierto a la sociedad, que facilite
la incorporacion de nuevos militantes y que facilite el debate, la reflexion y
la participacion interna en la toma de decisiones. Por ello, queremos aportar a todos los
militantes y simpatizantes del PSOE, 10 argumentos-ideas que refuercen la
creación de esta “agrupación 2.0” en el próximo congreso federal:
1.-
La agrupación 2.0 dará carta de naturaleza a una realidad incuestionable,
Internet está cambiando la forma de hacer política en todo el mundo, la red ha
supuesto un terremoto cuyas manifestaciones se están viendo desde la primavera
árabe, pasando por el #15M español o las movilizaciones de estudiantes en
Chile. Los socialistas
no podemos quedarnos al margen, encerrados en nuestras agrupaciones, y
esperando a que estos nuevos movimientos sociales llamen a nuestra puerta,
debemos tener la valentía de salir al exterior y plantear plataformas de
diálogo. Y ese diálogo se da mayoritariamente en internet.
2.
Articular nuevas formas de participación supone poder impregnar el PSOE de nuevas ideas y
debates enriquecidos por la inteligencia colectiva, y
actualizar los valores del Partido a la filosofía 2.0 llevándolo a ser un
Partido de la ciudadanía del siglo XXI.El PSOE tiene que incorporar a la gente como
parte de su infraestructura tecnológica. El músculo político de los partidos lo
constituyen sus militantes y simpatizantes que ejercen de “embajadores de la
marca”, pero para ello tiene que volver a generar compromiso (engagement) entre
los sectores más dinámicos y creativos de la sociedad para que ejerzan de
“influencers”. Y para ello la jerarquía constituye más un problema que una
solución. Hoy el paradigma de la nueva sociedades la red, yel PSOE tiene que
aprender a configurarse también como una red inteligente en el que cada unos de
sus militantes y simpatizantes sientan que tienen la oportunidad de participar,
contribuir y decidir.
3.-
La nueva realidad de los movimientos sociales existentes, hace que sea
importante asumir nuevos conceptos de ACTIVISMO
CIUDADANO. Además de grandes causas, existen causas menos
trascendentes pero no por ello menos importantes. Y el modo de participar en
ellas hace que la organización asuma la cultura de la colaboración,
participación y organización en red, si no quedará al margen.
4.-
Esta agrupación 2.0 es totalmente compatible con la digitalización que se está
llevando a cabo durante los últimos años tanto a nivel local, como provincial y
regional, cuyo objetivo final es propiciar su presencia en la red y conseguir una
total integración de la estructura formal del partido, mediante un correcto uso
de las principales herramientas web 2.0 y la puesta en práctica de una escucha
activa de los militantes y la ciudadanía.
5.-
Por su universalidad, accesibilidad, inmediatez y economía. Creemos que estas
cuatro palabras son el nexo de unión para conectar eficazmente tanto a
militantes como a simpatizantes socialistas con el Partido.
6.-
La Agrupación Socialista
2.0 es una clara apuesta por el conocimiento abierto y la gestión política base
a redes distribuidas y no jerarquizadas que fomentará el
intercambio de ideas y debates de forma transversal, que supera los ámbitos
territoriales y formales de nuestra histórica estructura. No es una alternativa
al sistema territorial, totalmente necesario, sino el complemento ideal para
desarrollar nuevas sinergias y nuevos espacios de cooperación, de asociación y
de gestión de proyectos en el ámbitodel PSOE, de forma colaborativa.
7.-
La gestión de un espacio político propio en el seno de la organización en el
ámbito digital, estructurado e integrado en la misma, permitirá mostrar el
camino aseguir a toda la militancia en el terreno del 2.0; y especialmente a
nuestros cargos orgánicos e institucionales, en la gestión de sus perfiles
digitales. No se trata
de herramientas 2.0, sino de mostrar la estrategia y filosofía de la
comunicación 2.0, en el desarrollo de la acción política en red .
8.-
La Agrupación 2.0 es un excelente instrumento
de comunicación a nivel internacional dentro de la familia del Partido de los
Socialistas Europeos y de la Internacional Socialista, para construir una nueva
socialdemocracia a nivel global, y especialmente a nivel
europeo, ayudando a construir con el PES un espacio colaborativo digital para
establecer un debate transnacional de todos los militantes europeos que quieran
participar en él.El PSOE tiene la oportunidad de liderar un proyecto de este
nivel que contribuya a ese diálogo de regeneración ideológico.
9..-
La posibilidad real de conexión en el ámbito 2.0 sin importar fronteras, ni
barreras culturales, puede ser un elemento definitorio, para que los
socialistas españoles impulsemos la construcción de una ciudadanía europea, desde una
perspectiva socialdemócrata, toda vez que en 2012 se desplegará
la posibilidad de que la voz de los ciudadanos europeos se haga oír en la
Comisión y en el Europarlamento, gracias ala Iniciativa Ciudadana Europea.
Tenemos la oportunidad de vertebrar desde el 2.0 grandes plataformas
paneuropeas en conexión con el PES, toda vez que el PE está dominado por el
PPE.
10.-
Esta agrupación se debe constituir como
símbolo de la apuesta inequívoca del PSOE por el Gobierno Abierto,
es decir, la apertura hacia un nuevo modelo político en el que primen los valores de la transparencia, la participación
y la colaboración. No es posible promocionar los valores, prácticas y políticas
del gobierno abierto sin practicarlo en el seno del partido. Como en tantos
órdenes de la política, necesitamos ejemplaridad pública y ejemplaridad
partidaria.
Modelos de
liderazgo en inteligencia colectiva.-
La consolidación de la sociedad del conocimiento y de la información,
el auge de los medios sociales y la aplicación de ciertas dosis de innovación en los modelos de gestión
nos están acercando a nuevas formas de liderazgo que encarnan una fuerza
poderosa y emergente en el cambio organizacional.
El tradicional líder, centrado en la
coordinación y en el control, está dejando paso a nuevas pautas basadas más en
la coordinación y en el impulso
del talento y de la inteligencia colectiva. Las
personas, los profesionales y las organizaciones cada vez están más
familiarizados con las redes sociales y con cierta metodología que permite
acometer de manera diferente los problemas, los interrogantes, la información,
la creatividad y, en definitiva, el conocimiento, en el seno de cualquier
empresa.
Thomas Malone, director y del Centro para la
Inteligencia Colectiva de la Escuela de Negocios del Massachusetts Institute of
Technology (MIT), identifica cuatro
destrezas relevantes en el perfil y en la práctica de estos nuevos líderes descentralizados y
sociales:
Pero tal vez la mayor destreza que se identifica en este
tipo de liderazgo es la capacidad de impulsar el ejercicio colectivo de las antedichas
capacidades en todos los integrantes del equipo, todo ello de
forma sistemática y estructurada, en un modelo reconocible de inteligencia
colectiva.
Esta nueva realidad en el ejercicio de un modelo de liderazgo innovador
nos conduce a afirmar que es imprescindible impulsar la formación práctica en este
tipo de habilidades y actitudes, siempre en el contexto de las propias
organizaciones y del desempeño cotidiano en los puestos de trabajo de los
destinatarios. Además, esta formación en destrezas deberá alcanzar a todo el
personal de la organización.
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